A los 7 años, Josías Fischer (17) comenzó a estudiar violín en un conservatorio. Lo que comenzó siendo una temprana exploración musical se transformó en una carrera prominente que, en la actualidad, es seguida de cerca por decenas de miles de personas en Instagram y YouTube.

En estas redes se lo puede ver interpretando covers cristianos que salen de lo común, intervenidos con un instrumento que es típico de la música clásica, pero que permite deconstruir los géneros y ofrecer nuevas expresiones musicales.

En una entrevista para La Corriente, este talentoso adolescente explica de qué manera comenzó con esta innovadora idea y cómo logró llegar a tanta gente a través de las redes sociales.

LC: En tus videos podemos escuchar muchos covers que haces de instrumentales cristianos. Lo llamativo es que es en géneros como el pop o el trap, en los que el violín es poco común. ¿Cómo surgió esa idea?

JF: Bueno, yo creo que no fue de un día para el otro. No es que pensé en incursionar y tocar con el violín en géneros distintos, sino que fue más que nada un descubrimiento para mí. Tuve una especie de crisis con el instrumento cuando estaba entrando en la adolescencia. No quería saber nada con él porque era un instrumento clásico, aburrido, que no era de onda, por así decirlo.

Investigando en Internet, me encontré con un montón de violinistas e influencers que ya estaban haciendo esto que yo hago ahora. El ver tocar con el violín música electrónica, pop, reggaetón, trap, fue como un choque para mí. Me motivó a indagar en este mundo que era súper desconocido.

Muchas de estas personas que yo investigaba no eran cristianas ni hacían canciones que adoren y alaben a Dios. No glorificaban al Señor con su talento. Ahí fue cuando vi una oportunidad, y como hijo de Dios siento que puedo ser luz en ese sentido y meterme con el violín en otros estilos, pero con música cristiana. Y así fue que comenzó todo.

LC: ¿Con qué video lograste mayor alcance y crecimiento en tus redes?

JF: Bueno, yo creo que fueron dos. El primero fue Trapstorno, el cover de trap más conocido que hice y tuvo tanto alcance que llegó hasta Willy González (cantante de Redimi2), quien lo republicó y justo era el boom de su nuevo álbum. Para entonces, su producción estaba desafiando el género de la música cristiana, y me sumé a esa movida. Ahí fue que comencé a tener muchísimo más alcance con mis cuentas.

El segundo video que funcionó, y actualmente tiene más visitas, es Way Maker. Es una canción de adoración, y es una locura ver los comentarios de las personas que han sido ministradas con esa canción o la usan para sus tiempos devocionales.
Últimamente estoy dándole al canal un enfoque más para ese lado, sin olvidar la parte de lo innovador con el violín. Pero la verdad que es muy poderoso, a nivel espiritual, cómo se pueden transformar ambientes con la música y el violín. Dios se movió en mi vida de una manera que no esperaba, sobrenatural, y es parte del propósito que yo creo que tengo a través del instrumento.

L: La mayoría del público cristiano conoce las canciones que interpretas en tus videos. Pero las personas que no conocen el Evangelio solo escuchan una linda melodía. ¿Crees que Dios puede hacer algo en ellos a través de tu música?

JF: Creo que sí, Dios siempre puede hacer algo. Esa es la hermosa oportunidad que tiene interpretar canciones cristianas que están compuestas para glorificar, con un espíritu diferente. Eso llega a personas que, por ahí sin darse cuenta, porque no hay letra y es todo instrumental, permiten que se siembre algo distinto en sus corazones.
En los lugares que voy a tocar, que no son cristianos, la idea es llevar un poco de ese espíritu y esa luz que hacen que la gente perciba algo distinto.

LC: ¿Cómo utilizas tus redes sociales para ministrar a la gente?

JF: Yo creo que tiene que haber mucha responsabilidad, que los que tenemos un poquito de influencia debemos cuidarnos mucho con lo que se publica. Y siempre aprovechar a usar estos medios como un canal de bendición.
Pienso mucho en qué tipo de contenido voy a publicar y qué faceta de mí estoy mostrando, si estoy siendo de ejemplo o no. Es algo que mete presión pero también es algo lindo que el Señor me dio y sin dudas quiero aprovecharlo al máximo.

LC: ¿Por qué haces covers en vez de canciones propias?

JF: Como yo no componía, ni tenía canciones propias cuando empecé con esto, vi una oportunidad de mostrar un poquito lo que es la música cristiana a través del violín. Además, también me permite compartir un poco de mi talento.

Y, en definitiva, mucho de lo que yo soy surgió gracias a influencias de otros músicos que veía en las redes y me inspiraban a sacar sus melodías. También pude ver que, con el paso de los meses, cuando yo ya había iniciado el canal, mis videos llegaban al autor de la canción. Y eso me dio la posibilidad de tener una respuesta suya. ¡Era una locura para mí! Así que me motivaba muchísimo y seguí por ese camino.

LC: El violín es un instrumento que tiene más de trescientos años de historia en la música. ¿Por qué crees que sigue tan vigente?

JF: Es porque el violín es súper versátil. Los violinistas, como instrumentistas, solemos estar atados con el violín clásico a partituras y estructuras que nos van enseñando. Pero ahora estamos empezando a descubrir toda esta posibilidad de improvisar y abordar nuevos estilos. Creo que se comienza a expandir el horizonte del violín.

LC: ¿Crees que el violín está tomando protagonismo al dejar de sonar como un instrumento de acompañamiento y tomar un lugar principal en las canciones?

JF: Muchas veces me encontré en conflicto conmigo, porque siempre veía al violín a un costado, acompañando en la banda o haciendo de fondo arreglitos que se escuchan apenas. Esto de empezar a tocar canciones en las que la voz principal y el protagonista sea un violín me hizo creer que va a empezar a tomar protagonismo y mucho más con esta nueva etapa en que los estilos y los géneros se abren para los instrumentistas.

LC: Comenzaste diciendo que sentías que el violín no estaba de onda. Pero ¿cómo te llevas ahora con el instrumento?, ¿qué sensación tienes?

JF: Primero que nada, agradecimiento. Yo soy apasionado de la música en todo sentido, pero el violín fue la catapulta que me permitió comenzar a crecer, a experimentar y ser alguien musicalmente. Tengo la oportunidad de seguir integrando el instrumento a la música cristiana, pero no solo a la adoración.

Sé que lo puedo lograr, lo experimenté a través de algunas canciones en las que ya colaboré. Por ejemplo, con una canción de Musiko, que es un estilo urbano. Que un artista de ese calibre me tenga en cuenta para una colaboración, que no es de adoración o un género convencional, también es muy loco.
Quiero seguir llevando el violín a más lugares y ver qué se puede hacer en el futuro. Incluso con canciones propias, si Dios me lo permite.

LC: ¿En qué estás trabajando ahora para tu canal de YouTube?

JF: Constantemente estoy pensando ideas, viendo con qué artistas puedo colaborar. Pero hay tiempos en los que se me hace más difícil porque yo todavía estoy cursando mi último año de escuela secundaria. Tengo que ir midiendo tiempos para administrarlos bien y poder generar contenido para el canal. Es importante que siempre haya algo nuevo y de calidad.

Recientemente abrí una nueva plataforma, además de YouTube, que se llama Patreon, que es para los que estén interesados en apoyar mi ministerio y quieran acceder a partituras y a un contenido en el que enseño algunas cosas. Es algo más exclusivo e informativo, con un contacto más cercano y totalmente diferente al de los covers.

LC: ¿Qué es lo que te inspira para seguir adelante con tu proyecto musical?

JF: Escuchar los testimonios de la gente, leer sus comentarios y mensajes que me llegan a Instagram por personas que han sido impactadas, que fueron fortalecidas en su fe, que mi música los sacó de momentos de angustia. Todo eso me inspira a seguir adelante para poder ver cómo Dios se mueve a través de lo que hago.

Argentina. Integrante del ministerio de alabanza de Iglesia del Camino. Apasionada por las palabras y el comunicar. Aprendiz y amante de la música y las artes creativas.