Las empresas, los gobiernos y la sociedad impulsan las redes sociales, pero nadie les cuenta a las familias lo que estas les van a costar a futuro.

Los medios fueron evolucionando y cada uno mantuvo su característica. La radio es compañía y se puede seguir mientras hacemos otras cosas, en cambio la televisión es entretenimiento audiovisual que por ser históricamente fija nos invitaba a sentarnos en familia para ver determinados contenidos. Ambos medios tardaron años en adaptarse a los hogares, en cambio, hace menos de dos décadas nacieron las redes sociales.

Su invasión interactiva, ilimitada y acelerada sigue siendo tan fuerte que prácticamente nadie sabe cómo controlarla, desde el más pequeño hasta el mayor de la casa.

Iván Ramírez Devia


En una entrevista televisiva me preguntaron si las redes eran gratuitas y si afectaban a las familias. Respondí que son muy costosas porque cobran tu tiempo y que las familias que no pongan sobre la mesa el dialogo, la concientización, enseñanza, involucramiento y atención podrán ser afectadas.

Cuando nació Facebook o Instagram, por nombrar algunas, ellas eran solo una plataforma vacía que pronto llenaríamos de pensamientos, memes, videos, fotos, saludos o anécdotas. Por lo tanto, lo que nos afecta no son las redes sino lo que publicamos, y si no educamos a las familias frente a esta gran oportunidad de interactuar al instante.

haremos de este nuevo medio virtual un fracaso social e intrafamiliar.

Iván Ramírez Devia

Algunas recomendaciones

Los consejos más importantes para trabajar en familia frente a las pantallas son los siguientes:

  • No pasar más de tres horas por día frente a los celulares;
  • Controlar los contactos y sus intenciones;
  • Cortar el uso nocturno entre los más pequeños;
  • Elogiar o corregir las publicaciones a fin de mostrar presencia o seguimiento;
  • Dar buenos ejemplos y marcar reglas de uso y convivencia digital dentro de las casas.

Las nuevas generaciones se caracterizan por ser más visuales, por lo tanto será más sencillo darle las indicaciones bajo esos mismos códigos. Si deseas marcarles algo específico, utiliza carteles divertidos o de prudencia en cartulinas o fondo de pantallas que estén a la vista de manera constante. Ellos pueden olvidar una marcación verbal en el living, pero no les será fácil olvidarlo en la puerta de sus habitaciones.

Uno de los fracasos de los padres frente al mal uso de las tecnologías es la famosa falsa advertencia de “En 10 minutos apagas ese celular y te vas a dormir”. Si no son firmes ante dicho aviso, la amenaza futura será otro buen chiste para los niños.

redes sociales

Las redes bien o mal utilizadas son el reflejo de quienes somos, nuestra formación y ejemplo ante los que nos miran con atención dentro de las casas. Cuando aprendamos su lenguaje, limitaciones y seguimiento entre los miembros de la familia, las pantallas estarán de nuestro lado. Así, seguramente no regalaremos tanto tiempo de nuestra valiosa vida a lo que nació como un servicio, y no seremos nosotros quienes estemos al servicio de ellas.

«La ley del espacio vacío dice que, lo que nosotros no ocupemos será cubierto por otros».

Iván Ramírez Devia

Así mismo será con las redes sociales si no enseñamos a usarlas con eficiencia y valores que el mundo olvida. Muchos hogares pueden estar complicados al momento de usar las tecnologías, hasta que se topen con las redes de los integrantes de tu casa. Su buen ejemplo puede marcar un antes y después en la maravillosa experiencia de ser luz entre medio de tantas publicaciones oscuras. ¿Comenzamos hoy mismo? Será tiempo ganado hoy y por siempre para las familias conectadas.

Comunicador, entrenador en redes sociales, escritor de Familia en red y Educared. Creador de “Dale Like en las aulas” con más de 80 000 estudiantes. Director del sistema itinerante de educación en medios Área Doce Latinoamérica con sede en Atlanta, Estados Unidos.