El estudio que produjo “I Can Only Imagine” se encuentra trabajando en un nuevo documental que relatará la transformación espiritual que vivió el famoso músico estadounidense al encontrarse con Cristo
El documental tendrá por nombre “Johnny Cash: The Redemption of an American Icon” y se estrenará en los cines e incluirá entrevistas con el hijo de Cash y cintas que nunca fueron lanzadas públicamente.
También aparecerán reportajes con reconocidos referentes como John Carter Cash, así como con Marty Stuart, Wynonna Judd, Jimmie Allen, Alice Cooper, Franklin Graham, Joanne Cash Yates, Greg Laurie, Sheryl Crow y Tim McGraw.
«Johnny Cash es un ícono estadounidense que, sin duda, dio forma al panorama musical», dijo el productor Jon Erwin, «detrás de la fama está la verdadera historia de un hombre que fue perseguido por sus propios demonios internos y, al enfrentarlos, finalmente encontró una fe inquebrantable en Dios», agregó.
John Carter Cash, hijo del músico declaró que este material se destacaba de lo que ya se había documentado sobre su padre, «Creo que de todos los documentales que se han hecho sobre mi papá, él estaría más emocionado con este«, dijo el hijo de Cash.
Un poco de la historia de Johnny Cash
¿Cómo este personaje pasó de ser un adicto a las drogas y al alcohol, a comunicar el Evangelio a través de la música en las cárceles y, además, participar de las cruzadas evangelísticas de Billy Graham? Esa pregunta solo tiene una respuesta: Cristo.
El cantante y compositor reconocido como “el rey de la música Country” revolucionó este género volviéndose un ícono mundial, sin embargo, una vida llena de éxito y fama lo llevó a sumergirse en una inmensa oscuridad de la cuál muchos no salen.
Johnny Cash nació en el año 1932 en Arkansas, que forma parte de la región conocida como “el cinturón de la Biblia” del sur americano. Durante la Gran Depresión, por lo que conocía perfectamente la fe por su familia que asistía con gran regularidad a la iglesia.
Su abuelo era un predicador que cubría la escasez de pastores en varias iglesias locales y predicaba de un lugar a otro sin parar, por otro lado, su madre Carrie, siempre oró fervientemente por él y le enseñó los primeros rudimentos de la fe cristiana junto a sus otros hermanos.
En medio de giras y viajes por carretera, la estrella de música country empezó a ingerir anfetaminas para combatir el cansancio para mantenerse despierto y atento en sus presentaciones. Pero esto no termino allí, sino, comenzó a sumergirse en una espiral descendente en el qué consumía excesivamente alcohol y varios tipos de drogas como escape a sus problemas personales.
Estas adicciones se fortalecieron con los años y en una ocasión lo llevaron a la cárcel en Texas por posesión ilegal de drogas.
Más adelante Cash confesó: “Me rebajé a un estado tan miserable que no podía comunicarme con Dios: no hay lugar más solitario en el que uno pueda estar. Me encontraba separado de Dios, y ni siquiera intentaba invocarlo. Sabía que no había línea de comunicación alguna”.
“No quedaba nada de mí. Me había alejado tanto de Dios que sentía que no había esperanza”, declaró el músico en una entrevista.
Johnny Cash
Johnny, había considerado en numerosas ocasiones el suicidio, pero en su punto más bajo se dejó cargar en los brazos del Padre, “estaba equivocado. Pensé que lo había dejado, pero Él no me había dejado. Sentí que algo muy poderoso comenzaba a sucederme, una sensación de absoluta paz, claridad y sobriedad, entonces mi mente comenzó a centrarse en Dios”.
“Me volví consciente de una idea muy clara y sencilla: yo no estaba a cargo de mi propio destino. No estaba a cargo de mi propia muerte”, estás declaraciones reflejaban el encuentro genuino que había tenido a los pies de Cristo.
Luego de ese punto de inflexión conoció a su esposa June, comenzó a recibir tratamiento y rehabilitación. Sus shows cambiaron rotundamente debido a que ahora el cantante se detenía para comunicar el Evangelio a sus fans. Sus presentaciones no quedaban en un gran escenario, sino que visitó cárceles y lugares en el que predicó, tocó y brindó ayuda social.
Sin dudas, su relación con Billy Graham le permitió participar de la misión de Dios en otros espacios, y se convirtió en un reflejo del obrar de Dios en la vida de las personas quebrantadas.
Johnny Cash partió a su patria celestial en 2003, dejando un legado no solo en la música, en la historia y la cultura, sino también en la fe. Demostró que todos los hombres pueden tener una historia de redención.
“Todos los hombres pueden tener una historia de redención”.
La película documentará estos y otros hechos, pero sobre todo reflejará como Johnny Cash encontró esperanza y paz en Cristo Jesús.