“Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme”, Jeremías‬ 29:13‬

La actitud que tomamos frente a la vida, nuestro crecimiento espiritual y estabilidad emocional suelen ser reflejos de la importancia que le damos al tiempo compartido en intimidad con Dios. Hoy te comparto algunas de las cosas que suelo hacer para acercarme a Dios diariamente y mantenerme enfocada en mi propósito.

 1. Disponer un tiempo y lugar

Lo primero que debemos hacer es organizar nuestra agenda y preparar un tiempo para dedicarle a Dios. Puede ser por las mañanas apenas te levantas, a la siesta, por las noches… Depende de vos elegir una hora del día en la que puedas dedicarle toda la atención que merece tu crecimiento espiritual. Yo recomiendo que sea todos los días a la misma hora, no por religiosidad sino por disciplina; hasta que logres convertirlo en un hábito diario e indispensable en tu vida.

Mateo 6:6 habla acerca de la importancia de guardar cierta intimidad para dedicarle a Dios. Lo mejor es hacerlo en nuestra habitación con la puerta cerrada, pero si no dispones de este privilegio (ej.: compartís un mismo espacio con tus hermanos) haz una búsqueda en tu hogar donde puedas aislarte y tener tu lugar.

2. Oración

Filipenses 4:6-7 nos dice que no debemos afligirnos por nada sino poner en oración todo lo que nos preocupa, ser agradecidos porque Dios nos protegerá. Cuán importante es normalizar la comunicación diaria con nuestro creador. ¿Cómo podemos orar?

  • Agradeciendo: tomá un tiempo de tu charla con Dios para expresar gratitud. Hay tanto para agradecer, el simple hecho de que seas capaz de leer en este momento ya es algo muy grande. Colosenses 4:2
  • Intercediendo: clamar a Dios creyendo que él nos oye. Interceder es orar ejerciendo la autoridad que tenemos en Cristo Jesús. Jeremías 29:12Salmo 145:18
  • Pidiendo perdón: siempre guardo un espacio para arrepentirme de mis malas decisiones, aquellas que me alejan de mi propósito y me dañan. No solo para recibir el perdón que Dios asegura darme, sino también para perdonarme a mí misma y borrar esa culpa o vergüenza que guardo. 2 Crónicas 7:141 Juan 1:9
  • Motivos de oración: si un amigo o familiar te ha pedido que ores por él, éste es el momento para hacerlo. Muchas veces nos preguntamos qué podemos hacer por ellos y no entendemos cuánto poder tiene nombrarlos en nuestras oraciones. Santiago 5:16
  • Pedidos personales: me gusta tener una libreta en donde anoto todos mis pedidos, lo que creo necesitar, y la voy renovando a medida que cambia. La Biblia dice que seamos claros a la hora de pedir y que tengamos fe en que, si es la voluntad de Dios, lo recibiremos. 1 Juan 5:14

3. Adoración

Podemos encontrar cientos de versículos que hablan del poder y la importancia de la alabanza y adoración.

Amo adorar, yo lo siento como un encuentro de verdad con Dios y conmigo misma. Cuando adoro, me olvido de todo drama que pueda estar pasando y cae sobre mí la paz, la alegría y el amor que Dios tiene por mí. Recuerdo cuán poderoso Él es y solo deseo admirarlo.

Podés hacerlo a través de tantas canciones con fuertes letras, o más bien con música instrumental de fondo y dejándote fluir, que tu boca lea en voz alta lo que se escribe en tu corazón. Te dejo una de mis playlists favoritas para hacerlo

4. Lectura de la Palabra

Alguien dijo una vez “si quieres escuchar la voz de Dios, abre tu Biblia y lee en voz alta”. Dios me habló a través de la Biblia muchas veces, con las palabras exactas que debía escuchar. Parece loco, pero la Biblia es palabra viva, y cuando la leemos con el discernimiento que el Espíritu Santo nos da… se vuelve un arma mortal para combatir con el mundo espiritual.

Te animo a que leas la Biblia, que elimines esa idea aburrida que se te ha impuesto por leerla. En ella encontré respuesta a muchas dudas, el camino de salida para muchas etapas de oscuridad en mi vida, la mejor guía para tomar decisiones complicadas; ahí hallé mi identidad y conocí el valor que realmente tengo.

  • Biblia virtual: personalmente, disfruto mucho haciendo Planes de la Biblia App, existe una gran variedad de temas para escoger, sobre la base de cómo me estoy sintiendo y lo que creo necesitar.
  • Biblia física:  hay tantas formas de leerla, a mí me gusta elegir un libro y leer uno o dos capítulos diarios. Suelo enfocarme en ese libro durante todo el mes. Si es tu primera vez, o tienes la intención de volver a leer tu Biblia, te recomiendo empezar por el Nuevo Testamento y luego seguir al Antiguo; pero no olvidés que lo más importante, más allá de la cronología, es la guía que el Espíritu Santo te dará para leerla.

5. Carta a Jesús

¿Te ha pasado que tenés la convicción de orar, de hablar con Dios… pero por alguna razón te sentís incapaz de producir palabras con tu boca? Son muchas las veces en las que me siento trabada, sin saber exactamente qué decir. Por eso, hay veces que decido escribir antes que hablar. Es una oración distinta, y no es lo más común, pero eso es lo que lo vuelve íntimo y especial. 

Cuando te sientas incapaz de hablar, busca otras formas de comunicarte; pero no dejes de hablar con Dios. Escribiendo encontré mi forma de luchar con la pereza de orar y pasar un tiempo devocional; y personalmente lo considero algo único y romántico.

6. Silencio

Sí, así como está escrito. Reservar un momento solo para guardar silencio ante Dios fue algo que aprendí hace unos años y realmente sigo viéndolo como una de las experiencias más sobrenaturales que he tenido. Todos sabemos que orar es hablar con Dios, pero ¿Realmente, cuando oramos se trata de una conversación o un monólogo? 

Vivimos apurados, siempre ansiosos, acostumbrados al ruido y al movimiento; jamás nos damos la oportunidad de estar simplemente quietos y en silencio. El Espíritu Santo siempre tiene algo para decirnos, pero estamos demasiado alterados para ser sensibles a su voz. 

En tu próxima sesión con Dios, te animo a guardar unos minutos tan solo para hacer silencio. Al principio puede resultar difícil; tu cerebro, que no está acostumbrado al silencio, comenzará a mandarte pensamientos de todo tipo, pero si perseveras y seguís buscando aquella voz la encontrarás y comenzarás a ser ministrado por la presencia de Dios de una forma increíble. Intentalo. 

Como dice el primer versículo que leíste en esta nota… un encuentro con Dios solo puede generarse cuando lo hagamos en una búsqueda de todo corazón.

Es mi anhelo que pruebes estos puntos en tu tiempo devocional, pero mi mayor deseo es que sepas que no existen fórmulas ni una manera específica de conectar con él, y eso es lo más bello. La relación que tenés con Dios es personal, haz de tu tiempo con él algo único. Usá tu imaginación, probá cosas nuevas, conocé a tu Dios.