Recientemente sufrimos a nivel global una parada general de nuestros principales medios de comunicación con el mundo, nuestras comunidades digitales se detuvieron.
WhatsApp, Facebook e Instagram no funcionaron por un par de horas y este suceso, sin dudas, nos dejó varias reflexiones: ¿Cuánto dependemos diariamente de las redes sociales, no solo como instrumento de ocio sino incluso como medio de vida? ¿Sentimos ansiedad por la caída de las redes?
Una reflexión que considero súper importante y de lo que hablaremos en este artículo es ¿Tenemos toda nuestra estrategia de comunicación basada exclusivamente en las redes sociales? Si tu respuesta a esta última pregunta es sí, te invito a que analicemos juntos qué podemos hacer para no depender al 100 % de ellas.
Si tenemos en claro que las redes sociales son gratuitas, entendemos que nuestro perfil en ellas no nos pertenece; es de Instagram, de Facebook. Por eso, cuando una red social funciona mal o si por algún motivo legal dejara de existir, no podemos quejarnos; no solo no controlamos la página, además, nuestros seguidores en redes sociales no son solo nuestros, son bancos de datos de la red en la que estamos suscritos, esto debemos entenderlo así.
Por tal motivo, para quienes manejamos comunidades digitales es imprescindible que el uso de las redes sociales sea parte de una estrategia de comunicación mucho más amplia y que no se fundamente solo en ellas, pues lo único que realmente nos pertenece en el mundo digital es nuestra Web, nuestra tienda física o la Web de nuestra iglesia.
Debemos pensar en cómo migrar nuestras comunidades digitales a entornos donde podamos tener control sobre la comunicación con las personas que las integran.
Leí en estos días que, para evitar quedarnos sin comunicación ante una eventual caída de alguna red, debemos diversificar la presencia online y estar en todas las redes sociales que podamos; sin embargo, según mi opinión, esta no es una solución, sino que de esta manera seguiremos acrecentando el problema de depender de una red social para tener presencia en línea.
Lo que te sugiero de forma muy precisa es lo siguiente:
- Antes de estar por estar, evalúa que red social es más indicada para tu iglesia, negocio o institución, valora en cuál tiene más presencia ese grupo de personas al que quieres llegar y cuál brinda mejores opciones para comunicar tu mensaje.
- Esta es la mas importante: Crea un canal de comunicación en donde puedas ir migrando a tus seguidores a redes más personales. Por ejemplo, que a partir de Facebook o Instagram puedan pasar a usar Zoom, o puedes obtener sus datos mediante un formulario de contacto en tu página web.
- Crea bases de datos de tus seguidores a la manera antigua, para que así puedas comunicarte con ellos por otros medios. Nuestra misión en la iglesia es que ese número de seguidores se conviertan en caras visibles con nombres y apellidos y necesidades específicas, por eso debes crear acciones que te acerquen a esa comunidad de un modo más personal.
Estas acciones pueden ayudarte a incrementar la base de datos de tu iglesia: crea una suscripción a un devocional, el registro gratuito a un evento, la descarga de material de lectura mediante un formulario y así vas a tener fichas con mail, teléfono, edad y demás información que te puede servir para conectar con esas personas por otros medios.
Debemos tomar acciones concretas para lograr que esos contactos se conviertan en visitas en nuestra iglesia de personas que se sienten identificadas con nuestro mensaje y que nos van a seguir al entorno digital al que decidamos migrar.
No todas las estrategias aplican para todas las iglesias, por eso es necesario en la planificación pensar en cómo realizar acciones de valor que puedan acercarnos a la gente.
Como última reflexión, quiero que pensemos en qué tanto tiempo y energía les dedicamos diariamente a las redes sociales y en qué medida éstas están controlando nuestra agenda en la vida cotidiana. Si bien tienen el potencial de ser muy provechosas utilizadas correctamente, no podemos olvidarnos de que son solo herramientas y que lo más importante es la relación personal que establecemos con Dios y hacer llegar el mensaje a las demás personas, así que, si ayuda a este propósito, más que bien.
Espero que estas ideas te ayuden a establecer una comunicación con estrategia y no una presencia digital sin objetivos.
Bendiciones.