Una vez más, nos proponemos abordar una de las patologías que más personas ha alcanzado en este último siglo. Se trata del trastorno depresivo o depresión clínica, como se suele conocer.
Como sabemos, la depresión clínica y diagnosticada es un trastorno emocional que causa una tristeza profunda, constante y una pérdida de interés en realizar actividades que antes se llevaban a cabo con normalidad, interfiriendo en todas las áreas de la persona, tanto a nivel vincular como también en una variedad de problemas físicos y emocionales.
Sin embargo, en esta oportunidad quiero enseñarles otro concepto para comprender la depresión que está presente pero muchas veces se desconoce. Se la llama depresión silenciosa. Se refiere a aquellos episodios depresivos que el paciente presenta pero desconoce, por estar enmascarados con otro tipo de síntomas (por lo general físicos) que distraen a la persona del verdadero problema.
Existen muchas personas que sufren, de forma constante, síntomas como dolores musculares, problemas gastrointestinales, trastornos del sueño, ansiedad, pensamientos negativos o rumiación constante, entre otros. Si bien sienten la tristeza que se asocia al episodio depresivo, estos pacientes no llegan a la consulta psicológica por pensar que todo lo que les pasa es producto del estrés o de las preocupaciones diarias.
¿Se puede evitar un trastorno depresivo? ¿Se puede prevenir una depresión? ¡Creo firmemente que sí! Lo más importante es, en primer lugar, la autobservación como primer mecanismo para conocernos y poder identificar alguno de los síntomas mencionados anteriormente.
En segundo lugar, debes tener en cuenta algunas de las estrategias que voy a mencionarte a continuación:
- Controla el estrés, las situaciones en tu vida que te sacan de control o que te producen malestar. Chequea cómo está tu nivel de autoestima, esto será clave para poder sentirte seguro con vos mismo y así enfrentar las circunstancias difíciles con más firmeza.
- Quédate cerca de quien te haga bien, ya sea familia, líderes, pastores de las iglesias y amigos. Estos son una red importantísima para hacer frente a las situaciones difíciles de tu vida. En los momentos de crisis, son ellos los que van a sostenerte y a ayudarte a estar firme.
- Ante el primer síntoma, ¡pedí ayuda! Para que no avancen o se enquisten estos síntomas negativos o esta depresión silenciosa que termina trayendo consecuencias desfavorables en tu vida. Cuando antes la identifiques y la trates, más sencillo será liberarte de ella.
Una de mis personas más admiradas en la Biblia es Job. El experimentó la tristeza en su modo más agudo y nunca dejó de confiar en Dios. Dice en Job 30:16’17
¨Y ahora mi alma está derramada en mí; Días de aflicción se apoderan de mí. La noche taladra mis huesos, y los dolores que me roen no reposan¨
La tristeza es una emoción que nos acompañará a lo largo de toda nuestra vida, y es válido en muchas ocasiones sentirnos así. Lo que diferencia a la emoción de la patología es la intensidad y la duración de los síntomas que acompañan a esa sensación de tristeza.
Enfoquemos nuestra mirada en el Señor, quien tiene el control de cada momento de nuestra vida y es el único capaz de darnos esa paz que sobrepasa todo entendimiento, aun en el momento de dolor.