¿Qué es lo que la iglesia tiene para ofrecer a este mundo perdido? ¿Mejorar la educación, la salud o la política? ¿Apoyar el servicio social? ¿Hacer obras de caridad?
Todos estos son efectos secundarios. La principal responsabilidad de la iglesia es predicar la Palabra de Dios. Es cierto que Dios llama a muchas personas de fe a integrarse a la vida social y política de la sociedad, pero solo con el propósito de ser luz en ese lugar. La iglesia no ha sido llamada a educar al mundo sino a predicarle.
Nuestra misión es proclamar el mensaje de salvación y llevar vida eterna a los perdidos de este mundo. Jesús dijo:
- “Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos”, Marcos 16:15 (NTV).
- “Le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes”, Hechos 1:8 (NTV).
- “Dios nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con Él”, 2ª Corintios 5:18 (NTV).
- “Ustedes son… un pueblo adquirido por Dios… para que anuncien las obras maravillosas de Dios…”, 1ª Pedro 2:9 (DHH).
- “El evangelio tiene que ser predicado a todos los pueblos”, Marcos 13:10 (Castilian).
- “Te pongo… como luz para las naciones, a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra”, Isaías 49:6 (BAD).
- “Anuncien sus gloriosas obras entre las naciones…”, Salmo 96:3 (NTV).
- Pablo expresó: “Enseñar las buenas noticias… Es solo mi obligación. Y pobre de mí si no lo hago”, 1ª Corintios 9:16 (PDT).
Advierte las palabras remarcadas: prediquen, hablen, cuenten, anuncien, enseñen. Es cierto que el mensaje encarnado en una persona (testimonio de vida) puede ser usado por Dios para salvar a otras, pero es a través del mensaje proclamado de la cruz (palabra hablada o escrita) que el poder de Dios salva a quienes creen su contenido: “Agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación”, 1ª Corintios 1:21.
¿De dónde vino esa idea de que tenemos que predicar solo con nuestro testimonio?
El ejemplo del cristianismo no salva a nadie. Es el mensaje del cristianismo (el evangelio) el que tiene el poder para salvar: “No vacilo en anunciar las buenas noticias porque son el poder que Dios usa para salvar a todos los que creen”, Romanos 1:16 (PDT).
La fe que necesitamos para ser salvos “es el resultado de oír el mensaje pues para que alguien pueda oír el mensaje tiene que haber otro que le hable de Cristo”, Romanos 10:17 (PDT). “El mensaje de la cruz… es el poder de Dios”, 1ª Corintios 1:18 (PDT). Por supuesto que debemos vivir bien la vida cristiana y ser de testimonio. Pero no olvidemos que la principal misión de la iglesia es predicar a Cristo. ¿Lo estamos haciendo? ¿Nos sentimos culpables por no obedecer? ¿Agradaremos a Dios al no compartir el mayor tesoro que tenemos? ¡Que retorne a nuestro corazón el amor a los perdidos!
Debemos encontrar maneras creativas para testificar. No existe un método común para todos. Somos conscientes de que muchas personas son renuentes a testificar porque no se sienten capacitadas o creen no tener el poder de persuasión necesario o, simplemente, tienen temor a ser rechazadas. Y hay quienes se excusan diciendo que no disponen de tiempo. ¿Crees que seremos exonerados de esta responsabilidad cuando en el día del juicio le digamos a Dios: “¡no tuvimos tiempo!”?
Muchos quieren obedecer a Dios, pero les cuesta expresarse para presentar a Cristo; sin embargo, existe una solución accesible para todos: ¡compartan en sus redes sociales el mensaje de la Palabra! No hay lugar para las excusas, con solo mover el mouse o el dedo en el celular y tildar el ícono que dice ‘compartir’: ¡y estarás predicando!
Otra forma para anunciar el evangelio es difundir libros gratuitos en formato e-book, los cuales puedes descargar desde la computadora o el celular en www.iglesiadelaciudad.com.ar
Como verás, existen alternativas para predicar las buenas noticias de salvación. Hoy puedes comenzar a obedecer el mandato de predicar el evangelio hasta lo último de la tierra. ¡Ánimo! El Señor te ayudará, da el primer paso de obediencia en esta jornada.