mail

Suscribite a nuestro boletín

¿Por qué tengo ansiedad siendo cristiano?

En diferentes circunstancias de nuestra vida, la ansiedad puede hacerse presente. Experimentar ansiedad es parte de ser humanos; sin embargo, la manera en la cual la gestionamos determina el resultado diferente para cada uno.

Incluso en las iglesias se hace presente, y allí también encontramos distintas respuestas. Algunas con buenas intenciones, pero que lamentablemente pueden provocar heridas. Otras apuntan a las formas de llevarlo a la práctica, por ejemplo, con una connotación negativa acerca de pedir ayuda, visto justamente como vulnerabilidad, equivocación o falta de conexión con Dios. Tal vez, sin darnos cuenta, vamos atesorando palabras que nos marcan, provenientes de diferentes lugares, pero también de aquellos en los cuales depositamos nuestra confianza.

Temores e inseguridades que se fortalecen a medida que la ansiedad avanza en las áreas de nuestra vida. Queriendo conocer todo del futuro, nos olvidamos poco a poco del presente, angustiándonos por problemas futuros que muchos de ellos aún no han ocurrido.

Cómo disminuir la ansiedad

Hay soluciones intentadas para disminuir la ansiedad que pueden aumentarla, conectando con otras emociones como la culpa, por no haber decidido correctamente, por haber fallado a Dios y también a nuestros pastores, por ejemplo.

Provocando un gran dolor que va avanzando y dañando nuestra autoestima. Generando una gran incertidumbre al no saber cómo afrontar esta situación, pero que seguimos sintiendo. Parecido a un callejón sin salida. Jesús, en el sermón del monte, expone de manera maravillosa esto:

De nada sirve preocuparse

25 »Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida y el cuerpo más que la ropa? 26 Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan, ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? 27 ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?
28 »¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; 29 sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. 30 Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?
31 Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?”, o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?”. 32 Los paganos andan tras todas estas cosas, pero su Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. 33 Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, entonces todas estas cosas les serán añadidas. 34 Por lo tanto, no se preocupen por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.
(Mateo 6:25-34)

Menciona las preocupaciones de la vida cotidiana y las conecta con nuestra atención. De acuerdo a lo que tenga más lugar en nuestra vida, generará pensamientos, emociones y acciones más frecuentemente. En caso de no ser Dios el primero, tendremos una puerta abierta: Una fuente alternativa de confianza que aparenta seguridad, pero profundiza vacíos.

La desconfianza en Dios nos hace crecer en ansiedad, buscando controlar insistentemente las áreas que nos exceden. Implícitamente, se esconde una creencia tóxica: “Dios no sabe lo mejor para mí, yo lo puedo hacer mejor que Él”. Esto nos ayuda a comprender que, en ocasiones, la ansiedad distorsionada surge de creencias mentirosas que adoptamos como verdad incuestionable.

Incluso Pedro, una de las personas que más compartió con Jesús, nombra a la ansiedad como una posibilidad en nuestra tarea, pero nos da una salida:

“Depositen en Él toda ansiedad porque cuida de ustedes”.

Es importante destacar que no dice “está prohibido tener ansiedad”, sino que contempla la situación que podamos atravesar por ella, mostrando el camino para salir. Aquí también podemos detectar otra creencia implícita que puede estar operando: “Dios no me cuida, no me conoce ni sabe lo que estoy pasando, por ende yo tengo que hacerlo solo”.

La presión por tener respuestas rápidas no nos hace registrar que velocidad no siempre es igual a salud. El deseo de respuestas inmediatas nos hace distorsionar los procesos, priorizando resultados por sobre las formas de llegar a ellos.

Esto se aleja bastante de lo que Dios está buscando de nosotros. Por el contrario, Él se interesa intencionalmente en las decisiones que tomamos en el mientras tanto. Si en medio de las dificultades cedemos o sostenemos nuestras convicciones, a pesar de que la ansiedad nos diga otra cosa, Dios sabe que podemos tener ansiedad, por eso nos ha dado herramientas para gestionarla. Él sigue cuidando de nosotros.

Ya sea por diferentes experiencias, heridas del pasado, palabras que nos han marcado, personas que pueden seguir en nuestro entorno o por distintos aspectos que podemos percibir como peligrosos, la ansiedad distorsionada se hace lugar en nuestra vida. Ser cristianos no nos libera de todos los problemas, sino que nos capacita para enfrentarlos de una manera saludable.

Recordemos, donde ponemos nuestra atención marca la diferencia (Romanos 8:6). Dios no está buscando torturarnos ni abandonarnos. Él sigue estando en control, sigue sentado en el Trono a pesar de que momentáneamente no lo podamos sentir así.

No somos definidos por lo que sentimos, sino por su amor. Fuimos pensados desde antes de la fundación del mundo, por lo que a Dios no le sorprenden nuestros problemas. Está buscando que crezcamos en salud integral, no anulando nuestras emociones sino aprendiendo a ser más parecidos a Cristo.

Hoy puede ser el día para renovar y flexibilizar creencias. Busquemos ayuda en personas que estén capacitadas para darnos herramientas. Expresemos, pongamos en palabras lo que nos pasa para luego encontrar soluciones. Tal vez, por tanto sobrepensar, nos olvidamos de accionar. Todavía estamos a tiempo de volver a experimentar la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.

Otras

CRISTIANAS

hola
Enviar Whatsapp
error: Gracias por interesarte en las publicaciones de La Corriente, para su uso o difusión, por favor escribirnos a [email protected]