Muchos fueron obligados a huir a las afueras para protegerse luego del estallido militar.
Grupos evangélicos de la aldea Bethel, ubicada en la provincia de Chín, debieron trasladarse desde el norte hacia las afueras de la provincia Yangon, ubicada al sur del país asiático, luego de que el ejército desplazó a las autoridades del Gobierno. La pequeña comunidad, que profesa la fe evangélica en una nación de mayoría budista, se compone por 200 mil personas que que, desde 2018, sufren las consecuencias de los enfrentamientos armados.
Myanmar's displaced Christians rebuild lives on Yangon's outskirts.
— AFP Photo (@AFPphoto) January 24, 2021
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El conflicto entre el ejército de Myanmar y el grupo de Arakán, un grupo radical militante que lucha por su autonomía, dejó cientos de muertos y heridos en los últimos días. Los combates se extendieron al vecino estado de Chin, que tiene una etnia predominantemente cristiana, y los ha obligado a salir de sus aldeas para poder refugiarse en campamentos improvisados en condiciones deplorables.
Los aldeanos debieron actuar rápidamente para poder escapar y sobrevivir, y asistirse entre las familias y congregaciones vecinas. Como se trata de una aldea rural, que tradicionalmente construye sus casas, al reubicarse levantaron un refugio con lo que tenían a mano, martillando postes de bambú que les permitan levantar estructuras de resguardo.
Kan Lwat, testigo del bombardeo y líder de la pequeña comunidad Bethel, integrada por 80 personas que huyeron de los enfrentamientos, contó que “fuimos los anfitriones de esta guerra de dos lados y vimos muchos problemas”.
La presión general sobre los cristianos en Myanmar aumentó durante el período de encuesta de la Lista Mundial de Persecución 2020, con un incremento porcentual de 12.1 (2019) a 12.4 (2020).
PUERTAS ABIERTAS, Lista Mundial de persecución 2021
“Somos la pequeña ciudad bíblica que ofrece refugio a los necesitados”, precisó Lwat. Este poblado en particular es sumamente humilde, por lo que aún esperan algunas donaciones para poder proveerse y adaptar sus refugios. El combate armado no es lo única situación adversa, la pandemia también dejó sin trabajo a muchos de ellos, por lo que varias organizaciones cristianas asisten con ayuda humanitaria a los miembros de Bethel.
Myanmar, antes conocido como Birmania, está a la vista de todo el mundo desde el pasado lunes cuando un golpe de Estado, perpetrado por el Ejército Nacional, detuvo a varios líderes políticos en protesta de lo que ellos consideran un fraude electoral. Mientras tanto, los cristianos se esfuerzan por sobrevivir en un contexto adverso y peligroso.
