A veces se acerca despacio, como la noche sobre el campo, cuando el ruido baja y el alma queda a la intemperie.
El episodio “El Pastor” de The Chosen no intenta competir con el brillo de la Navidad moderna. No levanta la voz. La baja. Y en ese gesto sencillo nos devuelve una verdad esencial: Navidad es Jesús.
Donde nadie mira, Dios hace foco. La historia se detiene en un pastor. No en un rey, no en un templo, no en los centros del poder religioso.
Un hombre cansado, herido por la vida, acostumbrado a ser invisible. Y, sin embargo, es a él a quien el cielo decide confiarle la noticia más grande.
Dios elige a los que nadie elige
En el mundo del primer siglo, los pastores eran considerados impuros, poco confiables, descartables. The Chosen no lo explica: lo muestra. Y al hacerlo, nos recuerda algo profundo y actual: Dios sigue eligiendo a los que nadie elegiría, a los débiles y probablemente menospreciados de esta sociedad.
No por error. Por amor.
La Navidad empieza donde la esperanza parecía agotada
La Navidad comienza allí donde la esperanza parecía agotada. Dios no espera que estemos bien para acercarse. Se acerca porque no lo estamos.
Un Salvador que no irrumpe, se ofrece. En “El Pastor”, el anuncio no llega con imposición, sino con ternura. El cielo se acerca e irrumpe con gracia.
No exige respuestas elocuentes, no se impone, se revela. No exige: se ofrece.
Jesús no nace para reforzar tradiciones o leyendas. Nace para salvar. Para cargar con lo frágil. Para habitar lo humano.
Por eso, cuando decimos que Navidad es Jesús, estamos diciendo algo más profundo de lo que solemos pensar: — Que sin Él, todo lo demás pierde trascendencia. — Que los regalos temporales no llenan un alma creada para la eternidad. — Que la fiesta no es completa si olvidamos al que la hizo posible.
Una historia para mirar juntos
Este episodio es especialmente valioso para ver en familia, porque deja espacio e invita a la conversación. Después de verlo, quizá aparezcan preguntas sencillas y hondas:
— ¿Por qué Dios eligió nacer así? — ¿A quiénes seguimos dejando afuera hoy? — ¿Dónde creemos que Dios no puede llegar… y, sin embargo, ya está ahí?
No hace falta tener todas las respuestas.
La primera Navidad tampoco las tuvo. Tuvo un pesebre, unos padres que no entendían mucho, una promesa cumplida y corazones dispuestos a escuchar y, por sobre todo, a obedecer la voluntad de Dios.
Una recomendación para esta Navidad
Esta Navidad no se trata de hacer más. Se trata de detenerse. Apagar un rato el ruido.
Sentarse juntos. Mirar esta historia sin apuro. Y dejar que Jesús vuelva a ocupar su lugar.
Recomendamos ver The Chosen – Especial de Navidad: “El Pastor” en familia. Quedarse un rato más después del episodio. Hablar, o simplemente estar.
Cuando todo se aquieta, Dios vuelve a hablar en voz baja. Y sigue diciendo lo mismo desde aquella noche:
Seguramente escuchaste este reconocido himno que suena en las navidades de todas partes del mundo, pero quizás no conocías la historia que se esconde detrás de las melodías en la vida de su autor, nombrado como el padre de la himnología inglesa.
Isaac Watts nació en Southampton el 17 de julio de 1674, fue el primero de los ocho hijos de Isaac Watts y Elizabeth Taunton. Su padre, un diácono independiente, no era miembro oficial de la iglesia de Inglaterra, sino que se adhería a la fe congregacional. Esto era un asunto serio en la época, ya que dependían de la tolerancia del monarca en el trono inglés para practicar libremente su culto, pero siempre se les negaban ciertos derechos civiles y sufrían acoso frecuente por parte del gobierno.
Debido a su independencia, le fue privada la libertad por ser “disidente” de la Iglesia de Inglaterra. Por esta razón, según cuenta la tradición, la madre de Isaac Watts lo amamantó sentada en una gran piedra cerca de la puerta de la prisión, protestando en silencio contra el trato injusto que recibía su marido.
Después de ser liberado, el padre empezó a dar clases particulares a su hijo cuando este tenía cuatro años de edad. Rápidamente el niño Isaac desarrolló una notable habilidad verbal y lingüística. Aprendió latín y progresó rápidamente en conocimientos elementales. Desde muy pequeño era propenso a rimar, recurso que incluso usaba a menudo para conversar. Fue un niño que aprendió a leer casi tan pronto como pudo articular una palabra y que escribió versos a una corta edad.
“Soy un vil trozo de tierra contaminada, así he continuado desde mi nacimiento, a pesar de que la gracia de Jehová me provee todos los días. Como seguramente este monstruo de Satanás me engañará, ven pues, Señor, de las garras de Satanás líbrame. Lávame en tu sangre, oh Cristo, y la gracia divina imparte”.
Uno de los primeros poemas de Isaac Watts de niño/ Fuente: Byte Project
En 1680 a los seis años fue enviado a la escuela gratuita de Southampton. Tres años más tarde, el padre de Isaac fue nuevamente encarcelado por la persecución de los disidentes en Inglaterra y Escocia. Si bien fue liberado a los seis meses, se vio obligado a abandonar a su familia y vivir en Londres durante dos años. El joven Watts continuó en la escuela de gramática y comenzó a aprender griego, francés y hebreo.
Su padre, lejos de casa, escribió una carta a sus hijos exhortándolos a leer con frecuencia las Escrituras y hacer que sus corazones se deleiten en ellas: “Sobre todos los libros y escritos tengan en cuenta la Biblia como el mejor libro y léanla más seguido; guarden la verdad de ella en sus corazones”.
Dos años después de una fuerte experiencia que llevó al joven Isaac a creer en Jesucristo como su Salvador, se la pasó en su casa estudiando las Escrituras y orando. De esa manera, sin saberlo, Dios estaba preparándolo para contribuir al arte, al culto y a la alabanza de todo el mundo.
Watts fue enviado a la Academia Disidente de Stoke Newington, en Londres, hasta 1694, academia a la que era un privilegio asistir. Allí recibió las enseñanzas de Mr. Thomas Rowe, presidente de la institución y ministro independiente. Isaac se aplicó al estudio de los clásicos, la teología y el hebreo, con una diligencia y un éxito poco comunes.
Mr. Thomas Rowe
En esa época, Watts se congregó en la iglesia del profesor Rowe. En diciembre de 1693, a los veinte años de edad hizo por primera vez profesión pública de fe y se volvió miembro de esa comunidad. Sin embargo, en abril de 1694, habiendo terminado con el mayor mérito, su carrera académica, y completado un curso de estudios teológicos, regresó a la casa de su padre en Southampton para descansar, pues se encontraba cansado debido a su aplicación excesiva.
Durante los dos años de su estancia en casa (1694-1696), comenzó a reflexionar sobre las melodías que se entonaban en las congregaciones.
El inicio de un legado musical
Para ese entonces, a fines del siglo XVII, muchas iglesias cristianas cantaban salmos bíblicos en versos. Generalmente la gente tenía poco conocimiento musical y los momentos musicales en el culto consistía en «encajar a la fuerza»los versos de los salmos bíblicos en métrica y rima. Andrew Wilson-Dickson, en Una Breve Historia de la Música Cristiana comenta al respecto diciendo: «Cada línea del salmo era recitado, a menudo cantado, por una voz líder que debía ser contestada por la congregación. Tanto el líder como la congregación tendían a seguir un tiempo propio (usualmente muy largo, quizás de medio minuto por línea)».
Las armonizaciones generalmente se hacían sin el apoyo de algún órgano o instrumento y con improvisación. La velocidad lenta del canto permitía decorar y ornamentar la melodía con notas adicionales, cosa que se hacía en forma espontánea y que generalmente ocurría simultáneamente por varios cantores. Es decir, que casi siempre consistía en improvisaciones.
Esto motivó al joven Isaac Watts cuando un domingo llegaba a casa después de la iglesia quejándose de lo pesado, monótono y sin vida que eran los himnos. Su padre, quién nunca dejó de instruirlo en el camino de Cristo, le dijo, «¡No te quejes y escribe algo mejor!» ,y eso hizo. El domingo de la semana siguiente la congregación cantó un himno «Mirad las Glorias del Cordero». Este se convertiría en el primero de los 750 himnos que Watts compuso para la Iglesia.
Al volver a Londres, en 1696, predicó su primer sermón en la iglesia un 17 de julio de 1698 (día de su cumpleaños) y al año siguiente fue elegido como asistente del Dr. Isaac Chauncy, pastor de la iglesia independiente o congregacional Mark Lane, en Londres. En aquella congregación alguna vez predicó el conocido teólogo puritano John Owen.
En medio de todo lo que estaba viviendo mientras predicaba el Evangelio y dejaba salir aquellas melodías y poemas, ese mismo año en 1699 comenzó a padecer la enfermedad que sufrió durante la mayor parte de su vida. En el verano siguiente volvió a afectarle, y aún más gravemente en 1701. A pesar de esto, por petición de la congregación en Londres, Watts sucedió a Chauncy como pastor principal en 1702, también con un asistente.
Aunque los luteranos alemanes habían estado cantando himnos durante 100 años, Juan Calvino había instado a sus seguidores a cantar solo salmos métricos; Y los protestantes ingleses habían seguido el ejemplo de Calvino.
Watts no rechazó los salmos métricos; simplemente quería verlos más apasionados.“Deberían traducirse de tal manera que tengamos motivos para creer que David los habría compuesto si hubiera vivido en nuestros días”, escribió.
Muchos de sus colegas ingleses no podían entenderlo.
Watts no se disculpó, argumentando que deliberadamente omitió varios salmos y gran parte de otros, conservando porciones “que podrían adaptarse fácil y naturalmente a las diversas ocasiones de la vida cristiana, o que al menos podrían brindarnos algunas hermosas alusiones a los asuntos cristianos”.
Además, donde el salmista luchó con enemigos personales, Watts volvió la invectiva bíblica contra los adversarios espirituales: el pecado, Satanás y la tentación. Finalmente, dijo: “Donde los vuelos de su fe y amor son sublimes, a menudo he hundido las expresiones al alcance de un cristiano común”.
Sin embargo, más que un poeta, Watts también fue un erudito de amplia reputación, especialmente en sus últimos años. Escribió cerca de 30 tratados teológicos; ensayos sobre psicología, astronomía y filosofía; tres volúmenes de sermones; el primer himnario infantil; y un libro de texto sobre lógica que sirvió como trabajo estándar sobre el tema durante generaciones.
Pero su poesía sigue siendo su legado duradero y le valió elogios en ambos lados del Atlántico. Benjamin Franklin publicó su himnario, Cotton Mather mantuvo una larga correspondencia con él y John Wesley lo reconoció como un genio, aunque Watts sostuvo que “Wrestling Jacob” de Charles Wesley valía todos sus propios himnos.
Hasta el día de hoy se reconoce a Isaac Watts como el padre de la Himnología Cristiana. Y no es poca cosa, ya que mientras desarrollaba su ministerio de múltiples formas, continuaba padeciendo aquella terrible enfermedad que lo mantenía acostado en su cama. Con la fuerza que solo podía venir de Dios, continuó trabajando en nuevas melodías, sermones y tratados.
Su enfermedad volvió a hacer mella en su salud al regresar a él con mucha violencia en el otoño de 1712. Una fuerte fiebre y la consiguiente y angustiosa neuralgia lo dominaron hasta el punto de privarlo, en ocasiones, de toda conciencia aparente. Por petición del propio Watts, su asistente, un tal señor Price, fue ordenado su copastor el 3 de marzo de 1713.
Predicaba los domingos siempre y cuando le fuera posible, aunque con gran debilidad, pero solía pasar apartado del púlpito semanas y hasta meses. Para compensar la falta de servicio público, ocupaba su tiempo en la preparación de publicaciones útiles. Preparó y entregó a su iglesia y al mundo varios volúmenes de sermones a lo largo de los últimos veinticinco años de su vida.
Isaac Watts poco a poco fue decayendo en sus fuerzas hasta que murió en la tarde del viernes 25 de noviembre de 1748, a los 75 años. Nunca se casó.
Una gran multitud de personas acompañó el cuerpo hasta su última morada en el cementerio londinense Bunhill Fields, y un monumento a su memoria fue erigido en la abadía de Westminster. Se le suele recordar como el gran reformador del culto público en lo que respecta a la alabanza congregacional, así como el padre de la himnodia evangélica y su principal promotor.
Monumento a Isaac Watts
Hoy, Watts es conocido especialmente por sus himnos. Sin dudas en esta fecha podemos oír con más frecuencia “Al mundo paz”, cuyo nombre original es “Joy the World”. Estas melodías suenan tanto en ámbitos eclesiásticos como seculares, lo que hace que el mensaje del Evangelio pueda llegar a los oídos de miles de personas en todo el mundo
Te compartimos la interpretación que se desarrolló en nuestros estudios para que puedas cantarla y adorar a Dios en las vísperas navideñas.
Cada diciembre, una figura se vuelve omnipresente: un anciano de barba blanca, vestido de rojo, asociado a regalos, consumo y fantasía. Papá Noel —o Santa Claus o Father Christmas— parece haberse adueñado del imaginario navideño.
Sin embargo, para el escritor y apologista cristiano C. S. Lewis, esta figura no debía ocupar el centro del relato, sino cumplir un rol muy distinto: señalar algo más grande que él mismo.
C.S. Lewis
Para todos aquellos que hemos crecido leyendo esta apasionante saga o viendo las adaptaciones cinematográficas de Disney, muchas veces nos hemos detenido en la escena en la que Papá Noel aparece con su trineo regalándoles a los niños elementos claves que necesitarían más adelante en la historia.
“Era un trineo y eran renos con campanas en sus arneses. Pero éstos eran mucho más grandes que los renos de la bruja, y no eran blancos sino de color café… En el asiento del trineo se encontraba una persona a quien reconocieron en el mismo instante en que la vieron. Era un hombre grande con traje rojo, con un capuchón forrado en la piel y con una barba blanca que caía como una cascada sobre su pecho… Algunos de los relatos de Santa Claus en nuestro mundo muestran solo una imagen divertida y feliz. Pero los niños pensaron que era algo muy distinto… tan grande, tan alegre, tan real. Se quedaron inmóviles y se sintieron muy felices, pero también muy solemnes”.
Extracto del libro Las Cronicas de Narnia: El León, La Bruja y El Ropero.
Escena de Papá Noel con los hermanos Pervensie en la adaptación cinematográfica de Disney.
La aparición de este personaje no es un capricho ni una concesión a la cultura popular, sino una decisión profundamente teológica.
Papá Noel en Narnia: una señal, no el protagonista
En la primera entrega de Las Crónicas de Narnia, Papá Noel aparece de manera breve pero significativa. Llega cuando el hechizo de la Bruja Blanca —que había condenado a Narnia a un invierno eterno “sin Navidad”— comienza a romperse. Su presencia anuncia que algo cambió para siempre.
Father Christmas entrega regalos a los hermanos Pevensie, pero no son objetos decorativos ni premios infantiles. Son dones con propósito: armas y herramientas que resultarán decisivas en la batalla final. Nada es accesorio. Nada es mágico por sí mismo.
Lewis deja claro que Papá Noel no es el salvador, sino un mensajero fiel al verdadero Rey: Aslan. Su función es preparar, equipar y anunciar. Exactamente lo contrario del protagonismo que la cultura moderna le asignó.
El desacuerdo con J. R. R. Tolkien y la mezcla de mitologías
La inclusión de Papá Noel fue uno de los puntos de mayor tensión entre C. S. Lewis y J. R. R. Tolkien, escritor del Hobbit, El Señor de Los Anillos y otras obras del universo de la Tierra Media, y gran amigo de Lewis. Este último consideraba incoherente la convivencia de criaturas mitológicas, símbolos cristianos y figuras del folclore moderno en un mismo mundo narrativo.
Lewis, en cambio, sostenía una visión distinta. Para él, las mitologías paganas no eran simples errores humanos, sino anticipos incompletos, luces parciales que encontraban su cumplimiento pleno en Cristo. Veía la historia religiosa de la humanidad como una infancia que madura en la Encarnación.
Desde esa mirada, Papá Noel no competía con el mensaje cristiano: lo servía, siempre que fuera colocado en su lugar correcto.
Navidad, fe y rechazo al espectáculo comercial
Resulta llamativo que Lewis, hoy asociado a relatos navideños, fuera en realidad muy crítico del “espíritu comercial” de la Navidad. En ensayos como Lo que la Navidad significa para mí o Xmas and Christmas, denunció el frenesí del consumo, el intercambio obligado de regalos y la pérdida del sentido espiritual.
Para Lewis, la Navidad no era una fiesta sentimental ni un evento social, sino “el acontecimiento central de la historia de la Tierra”: la Encarnación. Dios haciéndose hombre. Lo invisible volviéndose visible. El Eterno entrando en el tiempo.
En ese marco, Papá Noel solo tenía valor si ayudaba a anunciar esa verdad, no si la reemplazaba.
Recuperar la dignidad perdida de Papá Noel
Lewis sabía que, en su origen, Papá Noel no era una invención publicitaria. Detrás de esa figura estaba San Nicolás de Bari, un obispo cristiano que entregaba regalos a los pobres para celebrar el nacimiento de Cristo.
Al incluirlo en Narnia, Lewis parece intentar rescatar esa función original: no la del ídolo simpático, sino la del anunciante. Por eso, cuando los niños lo ven en la novela, no lo perciben como caricaturesco, sino como alguien imponente, real y solemne. Produce alegría, sí, pero también reverencia.
Porque lo que trae no es el centro de la historia. El centro es otro.
Papá Noel como flecha que apunta a Cristo
En el universo de Lewis, Papá Noel cumple un rol similar al de los símbolos del Antiguo Testamento: prepara, anticipa, señala. No reclama adoración. No busca atención. Cumple su misión y desaparece.
“¡Feliz Navidad! ¡Viva el verdadero Rey!”, grita antes de irse.
Ese Rey no es él. Es Aslan. Y detrás de Aslan, Cristo.
La Navidad según C. S. Lewis
Para Lewis, la Navidad no es algo que se aprende, sino algo que se recibe. No es un concepto, sino una realidad viva. No es nostalgia, sino esperanza. No es un recuerdo del pasado, sino una irrupción divina en el presente.
Por eso, al incluir a Papá Noel en Narnia, no lo exalta: lo descentra. Le quita el trono. Lo devuelve a su lugar. Y desde allí, lo convierte en un testigo silencioso de la verdad más escandalosa del cristianismo:
Dios se hizo hombre.
En estas Navidades podemos hacer lo mismo. Durante muchos años hemos rivalizado contra la cultura de dar regalos, ayudar a los necesitados y juntarnos en familia. Como una vez dijo Gustavo Lara: “Jesús no compite contra Papá Noel”.
No hay competencia contra Cristo y la Verdad encarnada. En cambio, podemos utilizar esta cultura siempre y cuando se dirija al Verdadero Rey. Quizás es un año en donde debemos dejar de buscar y encontrar lo “pagano” de las cosas, cuando en realidad podemos usar nuestros ojos espirituales para llevar todo eso a Cristo y a su Verdad.
Nada —ni la fantasía, ni los mitos, ni los símbolos— tiene sentido si no conduce a Él.
Se viene la primera edición del Panza Fest un evento que reunirá a la escena musical cristiana, en una convocatoria en vivo, con el fin de disfrutar, conectar y compartir desde un espíritu cercano y auténtico a través de la música de distintas bandas y artistas que comparten el mismo mensaje.
El Panza Fest busca trasladar esa esencia al escenario: un punto de encuentro donde bandas, creadores y público comparten una experiencia cálida, marcada por la cercanía y el disfrute colectivo.
Cuáles son las Bandas confirmadas
Rescate
Fila 9
La Feria
Puerto Seguro
Año Cero
Tommy Bueno y Snail Lake
Plátanos
Corto Plazo
ProclamaZion
Cuándo y dónde
El evento se realizará el viernes 27 de diciembre, de 14 a 22 hs, en Complejo Art Media, ubicado en Av. Corrientes 6271 (esquina Dorrego), un espacio de fácil acceso mediante tren, subte y colectivos.
Con una propuesta que combina música, encuentro y valores cristianos, el Panza Fest se presenta como una alternativa diferente dentro de la agenda cultural de fin de año, invitando a vivir una jornada donde el entretenimiento también es un espacio de conexión y sentido.
El actor Kevin Costner, reconocido mundialmente por éxitos como Yellowstone, sorprendió al hablar abiertamente sobre su fe cristiana y cómo la iglesia marcó su infancia, algo que no suele mencionar con frecuencia en entrevistas públicas.
Durante la promoción de su nuevo especial televisivo Kevin Costner Presents: The First Christmas, un programa de dos horas que se centra en el relato bíblico del nacimiento de Jesús, el actor relató que su primer acercamiento a la actuación fue en el coro y en obras de Navidad de la iglesia donde creció. Contó que a los 4 años fue elegido para interpretar a un pastor en una producción navideña, y que esa experiencia marcó tanto su vocación artística como su vínculo con la fe desde pequeño.
Costner destacó que la iglesia fue “el fundamento” de su vida familiar, recordando con emoción cómo su abuela dirigía el coro y su madre formaba parte como cantante. A pesar de los años y su carrera en Hollywood, aseguró que la religión sigue siendo una fuerza que lo acompaña, especialmente en momentos de dificultad personal.
En sus declaraciones, el actor reconoció que no siempre habla públicamente sobre su fe, pero que esta ha sido una constante a lo largo de toda su vida: “Creo que la fe nos sostiene, incluso cuando no podemos explicar qué nos mueve o nos da determinación”, afirmó.
El especial The First Christmas —transmitido originalmente por ABC y disponible en plataformas de streaming— ofrece una mirada humana y profunda al viaje de María y José hacia Belén, invitando tanto a creyentes como a quienes sienten curiosidad por la historia a redescubrir el significado de la Navidad más allá de lo comercial.
Costner expresó su deseo de que la obra sea una oportunidad para reflexionar sobre el verdadero mensaje de la Navidad, y extendió una invitación incluso a quienes no comparten su fe: “Invito también a los escépticos y no creyentes a sentarse y sentir lo que quieran sentir”, dijo, destacando que la historia perdura porque su mensaje trasciende generaciones.
Más de 2.000 cristianos marcharon en Nueva Delhi contra la creciente persecución religiosa en India
En Nueva Delhi, alrededor de 2.000 cristianos provenientes de distintas regiones de la India se congregaron para denunciar públicamente el aumento de la discriminación, la violencia y las restricciones a la libertad religiosa. La concentración formó parte de la “Convención Cristiana Nacional”, un encuentro que reunió a creyentes de más de 200 denominaciones con un objetivo común: defender el derecho constitucional a la fe en un contexto cada vez más hostil.
Denuncian aumento de ataques, discriminación y leyes restrictivas
Los participantes advirtieron sobre un clima de persecución creciente, alimentado por leyes discriminatorias y la presión de movimientos nacionalistas radicales. Solo en este año se registraron casos de impedimentos para entierros cristianos, agresiones a misioneros, boicots a comercios, desalojos forzados y negación de servicios básicos. Estos hechos preocupan a líderes cristianos y organizaciones de derechos humanos, que observan un deterioro de las garantías democráticas en el país.
Según datos de Open Doors, India ocupa actualmente el puesto 11 entre los países con mayor persecución a cristianos, superando incluso a Arabia Saudita y China. En amplias zonas del territorio, ser seguidor de Cristo se ha vuelto una condición peligrosa, al punto de que muchos creyentes son tratados como extraños en su propia nación.
Un aumento del 500% en ataques contra cristianos en la última década
Durante la convención se destacó una estadística alarmante: entre 2014 y 2024, los ataques contra cristianos crecieron un 500%. Organizaciones como United Christian Forum registraron un aumento de poco más de un centenar de incidentes a más de 800 ataques anuales.
A pesar de esta escalada, menos del 20% de los casos llega a ser investigado por la policía, lo que alimenta la impunidad, fortalece a los agresores y profundiza el temor en las comunidades cristianas.
Estos ataques incluyen vandalización de templos, golpizas a pastores, hostigamiento a iglesias y agresiones colectivas. Muchos hechos se cometen sin consecuencias legales, lo que envía un mensaje tácito de permisividad.
Leyes “anti-conversión”: una herramienta para perseguir a los cristianos
Uno de los temas más críticos es el uso de las leyes “anti-conversión”. Aunque estas normativas buscan impedir conversiones forzadas, en la práctica se utilizan para criminalizar a quienes desean convertirse libremente al cristianismo. En varios estados, basta el rumor de una “conversión forzada” para que grupos radicales ataquen templos o creyentes, muchas veces con total impunidad.
Dalits cristianos: discriminación doble y pobreza estructural
Los oradores también denunciaron la desigualdad que enfrentan los dalits cristianos y musulmanes, excluidos de beneficios sociales que sí reciben otros dalits. Esta discriminación perpetúa la pobreza generacional y empuja a muchos a regresar al hinduismo por necesidad económica, lo que vulnera su libertad religiosa.
La demanda de igualdad jurídica y económica para los dalits fue uno de los ejes centrales de la convención.
Un manifiesto por la libertad religiosa y la igualdad ante la ley
Como resultado del encuentro, se elaboró un manifiesto nacional en defensa de los cristianos y de todas las personas perseguidas por su fe. El documento exige:
Garantizar plenamente la libertad religiosa.
Investigar y sancionar los crímenes de odio.
Revisar y eliminar leyes discriminatorias.
Proteger a comunidades vulnerables frente a la violencia.
El texto será entregado al primer ministro de India y a líderes políticos de peso.
Un clamor que trasciende fronteras
Mervyn Thomas, fundador de Christian Solidarity Worldwide, expresó su respaldo a los cristianos indios. Afirmó que su organización se suma al pedido para que el gobierno respete la constitución, asegure la rendición de cuentas de los agresores y revise leyes que dañan a las minorías religiosas. Sus palabras conectan el reclamo indio con una causa global: la defensa de la libertad religiosa y la justicia para los perseguidos.
En esta oportunidad les traigo una película que probablemente no todos recuerdan, Joseph: King of Dreams, en español: José: El rey de los sueños. Quizás otros no saben que DreamWorks Picture y su división de animación es un famoso estudio de cine estadounidense fundado por Steven Spielberg, Jeffrey Katzenberg y David Geffen, conocidos por icónicas producciones como Shrek y muchas más, pero antes se animaron a contar una historia bíblica con música épica y animación de los 2000.
Pero esta película es una joya escondida, especialmente para quienes hoy intentan redescubrir su fe entre cargas, expectativas y frustraciones.
Porque José, el soñador favorito de su padre, también pasó por algo que muchos jóvenes sienten hoy: ser traicionado, tocar fondo, perderlo todo… y aún así escuchar a Dios en medio del silencio.
2. Breve reseña
La película sigue la historia de José, hijo de Jacob, vendido por sus hermanos, llevado a Egipto como esclavo, acusado injustamente y encarcelado. Sin embargo, Dios lo levanta hasta convertirlo en gobernador del país más poderoso del mundo antiguo.
La trama es fiel al Génesis, pero tiene matices que enfatizan momentos emocionales que ayudan a entender el proceso interior de José: orgullo → caída → quebrantamiento → fe renovada.
La película muestra a un José joven, talentoso y “lleno de futuro”… antes de ser triturado por la vida.
Y en mi opinión —lejos de ser una experta en el mundo del cine animado— aparece la escena clave que produce un giro rotundo en el destino de José.
3. La canción: “Mejor que yo” — El momento donde José vuelve a creer
La canción “Better Than I” (en español “Mejor que yo”) es, probablemente, una de las mejores representaciones musicales de lo que significa rendirse a Dios bajo la gracia.
Contexto de la escena:
José está en prisión, totalmente devastado: ● perdió su hogar, ● perdió su identidad, ● perdió el “plan perfecto” que él creía que Dios tenía, ● perdió incluso la ilusión de ser usado por Dios.
Lo único que no perdió… fue que Dios seguía ahí.
La canción inicia cuando José reconoce que no entiende nada. Y esa es la puerta que la gracia usa para entrar.
Tema central de la canción:
Rendirse no es fracasar. Rendirse es entender que Dios escribe historias que nosotros jamás sabríamos escribir.
Mientras canta, José pasa de la confusión a la confianza: “Mejor que yo, Tú sabes qué es lo mejor para mí.”
Ese momento es un regreso a la fe, pero no a una fe basada en esfuerzos humanos o autocontrol, sino a la fe en la verdad de quién es Dios y en su descanso.
José deja de luchar para “hacer que todo funcione”, y empieza a confiar en quien sí sabe lo que hace.
Esto es puro Nuevo Pacto:
Bajo la ley: “Yo debo acertar, debo brillar, debo cumplir.”
Bajo la gracia: “Cristo vive en mí. Yo descanso, Él obra. Yo no entiendo, Él sí sabe.”
José no vuelve a creer porque ve resultados. Vuelve a creer porque ve a Dios en su quebranto.
Y ese es un mensaje que principalmente cada adolescente y joven necesita escuchar hoy más que nunca.
4. Lo que revela la escena sobre nuestra fe hoy
Muchos jóvenes viven con este peso constante: “Dios tiene un plan para mi vida… y yo no quiero arruinarlo.”
Pero Joseph: King of Dreams nos recuerda algo diferente:
✔ Dios solo tiene un gran plan. ✔ Dios no te abandona cuando todo se desarma. ✔ Dios no necesita tus fuerzas; necesita tu rendición. ✔ Dios no pierde el control cuando vos perdés el control.
La canción no habla de “hacerlo mejor”, sino de: “Dios, si estás haciendo algo que no entiendo, voy a confiar en que tus pensamientos son de bien y no de mal para darnos una esperanza.”
Eso es Evangelio. Eso es Nuevo Pacto. Eso es Cristo obrando donde yo ya no puedo.
5. Cierre — Aplicación práctica
Tu vida tal vez no se parece al sueño que imaginaste.
Quizás, como José, sentís que terminaste en lugares que nunca elegiste: traiciones, ansiedad, puertas cerradas, confusiones, silencios que ensordecen.
Pero quiero recordarte estas verdades:
No es tu sueño lo que sostiene tu vida. Es Dios. No es tu fuerza la que te levanta. Es Cristo viviendo en vos. No es tu entendimiento teológico el que guía la historia. Es la guianza del Espíritu la que conduce a los nacidos del viento.
Y quizá esa sea la razón por la que esta película —tal vez olvidada, simple, antigua— nos sigue hablándonos hoy:
Porque hay cosas que solo se ven cuando uno se rinde.
Y ahí, justamente ahí, es cuando el Espíritu Santo desenlaza las páginas más profundas de nuestro transitar por esta tierra.
La vida de Alejandro Espínola no fue sencilla, y a pesar de levantarse muchas veces, un diagnóstico, una enfermedad, una situación le haría replantearse si iba a poder volver a levantarse una vez más.
Su infancia siempre estuvo marcada por contrastes. Creció en un hogar herido, donde la ausencia de su padre y un entorno cargado de tristeza lo formaron en una cultura pesimista. Lo recuerda sin rodeos: el tango sonaba mucho en su casa desde que amanecía hasta que caía la noche, una música que, según él, fue moldeando su manera de pensar. Llena de melancolía y tristeza.
Pero todo cambió cuando conoció a Cristo. “Cada vez que te cruces con Cristo, tu vida va a cambiar para siempre”, dice hoy con certeza. Se convirtió siendo muy joven,“16 para 17”, y atrapó el Evangelio con la fuerza de quien encuentra aire después de vivir bajo el agua.
Una fe que se construye desde la herida
Apenas comenzó su vida cristiana, Alejandro se encontró con una barrera interna que lo incomodaba cada vez que abría la Biblia: su dificultad para creer.
Le impactaba la vida de los héroes bíblicos, hombres y mujeres cuya fe movía montañas. “Veía que Abraham le creyó a Dios y le fue contado por justicia… Moisés, David… y siempre el patrón era el mismo: alguien que le cree a Dios con todo su corazón”.
Pero él no podía. Lo atribuía a su formación, a los dolores de su infancia, a la manera en que fue enseñado a mirar la vida. Hasta que un versículo lo sacudió: “sin fe es imposible agradar a Dios”. Ese día entró en un tiempo profundo de búsqueda: ayuno, vigilia, oración… una súplica intensa para que Dios transformara su interior y lo hiciera un hombre de fe.
El comienzo de lo impensado
Tiempo después conoció a Vivi, se enamoraron y se casaron muy jóvenes: “a los 21”. Comenzaron su matrimonio sirviendo al Señor… hasta que, poco más de un año después, la vida dio un giro inesperado y brutal.
Una tarde común, Alejandro sintió un fuerte dolor de estómago. Oró, tomó medicación, intentó descansar. Nada funcionó. Llamaron a un médico, quien le ofreció una pastilla para aliviarlo en 48 horas o una inyección para dejarlo bien al día siguiente. Eligió la inyección.
Cuando despertó, el estómago ya no le dolía. La pierna sí. Pero no era un dolor normal: no podía moverla.
En la clínica lo internaron de urgencia. Le dieron calmantes “muy fuertes”, pero el dolor seguía aumentando. Los estudios no arrojaban respuestas. Hasta que un cardiólogo entró y le dijo: “Algo no está bien en tu pierna. Vamos a tener que hacerte una biopsia.”
Fue trasladado de urgencia a otro lugar y al llegar a la nueva clínica, apenas tocaron su pierna, comenzaron a gritar: “¡Está crepitando! ¡Está crepitando!”
Lo que tenía eragangrena gaseosa, la más agresiva de todas. Una infección que avanza donde no hay oxígeno. Una sentencia de muerte.
Los médicos abrieron su pierna para que el oxígeno destruyera la bacteria… pero no funcionó. Luego descubrieron que la infección se había extendido a su espalda: “Lo que estaba en la pierna ahora estaba en la espalda.” Tuvieron que abrirlo sin anestesia, “como las hojas de un libro”, compara él.
El cirujano —desesperado— salió de la clínica casi llorando. Necesitaba un respiro. Pero allí, en plena avenida, sucedió un encuentro que cambió la historia.
Un viejo compañero de la facultad lo llamó por su nombre. El médico, quebrado, le contó: “Tengo un muchacho de 21 años, todo abierto, se me muere. No tengo nada más por hacer.”
Su amigo le respondió: “¿Por qué no lo llevas a una cámara hiperbárica? Hay una sola en la Argentina. Allí le van a dar oxígeno superior al que respiramos; quizá destruya la gangrena.”
El cirujano volvió corriendo, habló con la dirección, pidieron una ambulancia y lo trasladaron.
Durante 40 días estuvo internado, sometido a cirugías dolorosas y curaciones extremas. Cuando finalmente lograron estabilizarlo, llegó el diagnóstico que nadie quiere escuchar: los músculos necesarios para caminar habían sido destruidos por completo.
Su pronóstico era definitivo: Alejandro quedaría inválido de por vida. Aquellas muletas que le entregó el fisioterapeuta serían —según él— “sus mejores amigas para siempre”. Esa frase lo dejó sin aire. No era solo perder la movilidad: era perder su vida como la conocía.
Entre sus oraciones no se encontraba solamente la súplica de volver a caminar, sino entender el sentido de lo que estaba viviendo.
“Estas muletas van a ser tus mejores amigas para siempre”.
La noticia era más que información, era una desesperanza total, que lo llevaría a reeducar toda su vida como la conocía hasta ese momento. Cuando lo pasaron a rehabilitación, nadie esperaba demasiado, y su fisoterapeuta le entregó sus muletas y le prometió que luego de Navidad le iba a enseñar a usarlas.
En una víspera de Navidad, donde todo se suponía que debía estar entre festejos y alegría, Alejandro enfrentaba no solo el dolor físico, sino la caída profunda de todos sus sueños.
“Yo miraba esas muletas y las odiaba con todo mi corazón. Miraba los adornos de Navidad en la casa y pensaba que es una época de fiesta, una época de regalos y yo pensaba ‘Señor, ¿este es mi regalo de Navidad? ¿Estas muletas?’ y mientras las miraba y las odiaba cada vez más empecé a ver como una película delante de mis ojos y me vi cuando era un joven recién convertido», recuerda Alejandro
«Me había dado cuenta que yo no podía creer y que Dios me había traído hasta aquí para que en este cruce de caminos de la vida yo pudiera entender que solamente creyendo podía volver a caminar. Así que empecé a arrastrarme en el piso, intente levantarme como pude, puse esas muletas debajo de mis brazos y le pedí al Señor Jesús que me regalara la posibilidad de volver a caminar. Y recuerdo hasta el día de hoy: El Señor me dijo “Si crees verás la gloria de Dios”, relata Alejandro.
Dije ‘Yo quiero creer, Señor”, solté mis muletas y como si un muerto resucitara, las piernas cobraron fuerza y empecé a caminar.
Se puso de pie, soltó las muletas y dio un paso. Luego otro. Y otro más.
Desde ese día, nunca dejó de caminar.
Junto a su esposa viajó al hospital donde había estado internado, y al llegar caminando, nadie podía creer lo que veía. Décadas más tarde, médicos y especialistas que revisaron su caso continúan coincidiendo en la misma conclusión: su recuperación no tiene explicación clínica.
Un suceso único, documentado con imágenes médicas y testimonios profesionales. Ese día quedó en evidencia que Dios no solo lo había salvado: lo había reconstruido.
Un hombre que camina porque Dios lo levantó
Hoy, cuando él camina, no camina por él. Camina por Aquel que lo levantó cuando todo estaba terminado. Hoy predica no solo a través de su testimonio, sino en su vida diaria como padre y pastor de la iglesia Centro Internacional Adoración en Luján, Buenos Aires, Argentina.
Incluso pudo poner por escrito su proceso en su libro “Derribado pero no destruido”, que cuenta con el prólogo del reconocido evangelista Carlos Annacondia donde narra cómo aquel joven declarado inválido terminó caminando por el mundo contando lo que vivió.
Su historia hoy es sobre una batalla perdida… que el cielo decidió ganar, que hoy en día afianza su propósito y misión de llevar el Evangelio compartiendo su testimonio.
Más de 100 cadetes se bautizaron y entregaron su vida a Cristo en la escuela de policía
Las autoridades del Instituto de Educación Superior de Formación Policial y Seguridad Pública del Chaco celebraron el “II° Bautismo Cristiano Masivo”, un evento de fe que reunió a alumnos y cadetes de la Escuela de Policía provincial. La jornada, marcada por la adoración y el compromiso espiritual, se convirtió en uno de los actos cristianos más convocantes dentro de la formación policial en la provincia.
Un acto público de fe que crece año a año
La actividad tuvo lugar en la Plaza de Armas del instituto y contó con la presencia de familiares, docentes y autoridades del Ministerio de Seguridad. Más de 100 jóvenes futuros policías dieron testimonio público de su fe en Jesucristo mediante el bautismo en aguas, en una ceremonia que triplicó la participación del año anterior.
Videos difundidos en redes sociales muestran a los cadetes descendiendo a las aguas, orando, alabando y celebrando este paso de fe. El crecimiento de la convocatoria posiciona al bautismo masivo como una de las actividades espirituales más significativas dentro del calendario institucional.
El ministro de Seguridad destacó el impacto espiritual en la formación policial
El ministro de Seguridad del Chaco, Hugo Matkovich, subrayó la trascendencia del evento y el notorio aumento de participantes. En diálogo con NG Federal, expresó: “El año pasado eran 11 o 12, hoy son 100 chicos y chicas”, destacando la devoción y transformación espiritual que experimentan los estudiantes.
Según Matkovich, estas instancias forman parte de una política integral donde seguridad, salud, educación y producción avanzan en conjunto. Para el funcionario, fortalecer la fe y los valores cristianos en los futuros agentes contribuye a formar servidores públicos íntegros y comprometidos con el prójimo.
Valores, protección espiritual y formación integral
El ministro también valoró el rol de los docentes y formadores de la Escuela de Policía. Señaló que la instrucción no solo incluye preparación técnica, sino también acompañamiento humano y espiritual: “Siempre es mejor contar con la protección espiritual cuando se elige una profesión tan arriesgada como la policía”, afirmó.
En las imágenes compartidas por el ISSP Chaco y por cuentas afines a la policía provincial, se observa a los jóvenes uniformados abrazando a familiares y compañeros tras su bautismo, en un ambiente de profunda emoción y gratitud a Dios. Muchos testimonios indican que este paso representa “un nuevo comienzo” marcado por la fe y la responsabilidad de servir a la comunidad.
Un evento voluntario y centrado en la fe cristiana
Desde el instituto remarcaron que el bautismo fue una actividad voluntaria, destinada exclusivamente a quienes profesan la fe cristiana. La organización estuvo a cargo de referentes de culto, del Centro de Estudiantes y del cuerpo directivo. La jornada incluyó tiempos de oración, lecturas bíblicas y cantos de alabanza, según muestran los videos publicados.
En redes sociales, usuarios y familiares celebraron la iniciativa, destacando que la formación de los futuros agentes también debe contemplar su fortalecimiento espiritual. Más de 400 personas acompañaron el acto, lo que demuestra el interés creciente por este tipo de actividades en el ámbito policial.
Fe, servicio y esperanza para la sociedad
Para muchos, un bautismo masivo en la formación policial recuerda que “no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Los jóvenes llamados a cuidar la vida de otros reconocen que primero necesitan ser transformados ellos mismos por Cristo.
En tiempos marcados por la violencia y la inseguridad, contar con policías que fundamentan su vocación en el evangelio representa una señal de esperanza para miles de familias. La fe cristiana, lejos de ser un simple rito, se convierte en el cimiento que forma agentes capaces de ejercer su autoridad con humildad, justicia y misericordia.
El actor de “Los Diez Mandamientos”, Sidney Sampaio, se bautiza y declara su fe en Cristo
El actor brasileño Sidney Sampaio, reconocido internacionalmente por interpretar a Josué en las exitosas novelas bíblicas “Los Diez Mandamientos” y “La Tierra Prometida”, vivió un momento decisivo en su vida espiritual al ser bautizado en las aguas y confesar públicamente su fe en Jesucristo. El hecho, que rápidamente se volvió tendencia en redes sociales, marca el inicio de una nueva etapa en su caminar con Dios y generó una fuerte repercusión en el público cristiano.
Un bautismo que emocionó a miles
En el video compartido en sus redes sociales, se puede ver a Sidney entrar al agua profundamente conmovido, declarando su decisión de seguir a Cristo. Según los portales que difundieron el momento, el bautismo ocurrió el domingo 8, en un ambiente de adoración, alegría y gratitud a Dios. El gesto impactó especialmente porque, durante años, millones lo vieron interpretar héroes de la fe en televisión, y hoy lo contemplan viviendo su propio encuentro con Jesús.
“Todo se hizo nuevo”: el mensaje que conmovió al público
Acompañando el video, el actor escribió: “Las cosas viejas pasaron, todo se hizo nuevo”, afirmando que se siente amado, cuidado y protegido por Aquel que nunca duerme. También expresó que Jesús, quien lo amó primero, tiene para él los sueños y propósitos más hermosos, concluyendo con una frase que resonó en miles de corazones: “Soy de Él y Él es mío, mi mejor Amigo, Jesús”.
Este mensaje, cargado de identidad y restauración, reflejó una profunda comprensión de la obra transformadora de Dios.
Más de 70 mil reacciones y miles de mensajes de apoyo
La publicación superó rápidamente las 70.000 reacciones, mostrando el alcance del testimonio del actor. En los comentarios abundaron las oraciones, los mensajes de ánimo y las expresiones de gratitud a Dios por su decisión.
“¡Gloria a Dios, fue tu mejor elección! Jesús te ama mucho”, escribió una seguidora, sintetizando el sentimiento del público. Otro admirador comentó: “Qué bendición maravillosa cuando alguien entrega su vida al Señor Jesús. El Reino de Dios está de fiesta”.
Incluso una usuaria reveló que había orado específicamente por la conversión del actor: “¡Oré por esto, Sidney! Que Dios te bendiga cada día más”. Este detalle recuerda el impacto silencioso y persistente de la intercesión.
De interpretar héroes de la fe a iniciar su propio camino espiritual
Antes de este momento decisivo, Sidney Sampaio ya era conocido por su trayectoria en la televisión brasileña. Debutó en la serie juvenil “Malhação” y participó en producciones como “Alma Gemela”, “Páginas da Vida” y “Caras & Bocas”.
Con el tiempo, su carrera tomó un giro significativo al interpretar personajes bíblicos, especialmente Josué, líder marcado por la obediencia, la valentía y la fe. Muchos seguidores ven ahora una conexión profunda entre esos papeles y la decisión espiritual que acaba de tomar: de representar historias de héroes bíblicos, Sidney inicia ahora una verdadera jornada de discipulado con Cristo.
Un recordatorio del poder transformador del Evangelio
El bautismo de Sidney Sampaio evidencia que la gracia de Dios alcanza también a quienes viven bajo los reflectores de la fama. En un ambiente donde abundan presiones y contradicciones, su confesión pública de fe se alza como un testimonio poderoso de que Jesús sigue llamando, restaurando y levantando vidas.
El Evangelio no distingue escenario ni profesión: cuando un corazón se rinde a Cristo, todo puede hacerse nuevo.