El destacado astronauta Pat Forrester, quien realizó tres misiones espaciales y desempeñó un papel clave en la construcción de la Estación Espacial Internacional, sorprendió al mundo al anunciar su decisión de dejar la NASA para dedicarse por completo al servicio de las iglesias. Su historia es un testimonio vivo de cómo Dios puede redirigir las prioridades, incluso de quienes han alcanzado las metas más altas en sus carreras.
De las estrellas al púlpito
Pat saludando a la camara en el espacio.
Pat Forrester vivió un sueño que pocos pueden imaginar: volar al espacio y observar la inmensidad del universo. Como astronauta de la NASA, participó en tres misiones espaciales: STS-105 (2001), STS-117 (2007) y STS-128 (2009). Además, en 2017 alcanzó el cargo más prestigioso para un astronauta activo: jefe de la oficina de astronautas, desde donde dirigía las operaciones de todo el equipo.
Sin embargo, mientras se encontraba en la cúspide de su carrera, comenzó a sentir una inquietud interior que lo llevó a replantearse el propósito de su vida. Durante una de sus misiones, mientras contemplaba la belleza de la Tierra desde el espacio, reflexionó profundamente: «¿Esto es todo lo que Dios tiene para mi vida?». Esa pregunta resonó en su corazón y marcó el inicio de un cambio radical.
Tras jubilarse como astronauta en 2021, Forrester tomó un camino inusual para alguien con su trayectoria: comenzó una pasantía pastoral en la Iglesia Bautista Capitol Hill (CHBC) en Washington, D.C. Allí, rodeado de jóvenes seminaristas, profundizó su fe y desarrolló una pasión por la predicación expositiva. «Amaba mi trabajo en la NASA, pero sentía que Dios me llamaba a algo más profundo y significativo», compartió en una entrevista reciente.
La predicación expositiva de la CHBC no solo transformó la vida de Pat, sino también la de su esposa, Diana, quien encontró en la comunidad de fe un modelo de vida centrado en Cristo. Inspirados por la comunión en esa iglesia, decidieron mudarse a Washington para servir activamente en el ministerio.
Al concluir su pasantía pastoral, Pat aceptó un rol como asesor de líderes en la NASA, pero nuevamente sintió que su llamado estaba más allá del ámbito profesional. Este año, tomó una decisión aún más audaz: dejó su trabajo en la NASA para unirse a 9Marks, un ministerio dedicado a fortalecer iglesias locales en todo el mundo. Ahora trabaja como recaudador de fondos, utilizando sus habilidades y experiencia para apoyar la expansión del Evangelio.
«Mi tiempo en la NASA me enseñó a trabajar con excelencia y dedicación, pero ahora quiero usar esos talentos para algo eterno: el reino de Dios», afirmó Forrester.
Una de las experiencias que más marcó a Pat durante sus viajes espaciales fue la sensación de pequeñez frente a la inmensidad del cosmos. Desde la órbita terrestre, pudo ver la gloria de la creación, pero también comprendió que los logros humanos son efímeros si no están alineados con los propósitos de Dios.
«Cuando estás en el espacio, te das cuenta de lo pequeño que eres y de lo grande que es nuestro Creador. Eso cambió mi perspectiva sobre lo que realmente importa», expresó.
Para su esposa, Diana, el cambio de vida de Pat también fue un desafío, pero hoy lo ve como una bendición: «Es un privilegio ver cómo Dios usa la historia de Pat para inspirar a otros y edificar Su iglesia».
La historia de Pat Forrester es una invitación a replantearnos nuestras prioridades. No importa cuán altos sean nuestros logros o cuán lejos lleguemos, el verdadero propósito de la vida no se encuentra en las metas terrenales, sino en vivir para la gloria de Dios. Su decisión de dejar una carrera brillante para servir en el ministerio es un acto de obediencia que nos desafía a considerar si estamos dispuestos a escuchar y responder al llamado de Dios, incluso cuando eso implique cambios radicales.
Hoy, Pat Forrester dedica sus días a trabajar con iglesias locales, enseñar sobre la importancia de la predicación bíblica y movilizar recursos para la obra misionera. Aunque dejó atrás la NASA, no ha dejado de mirar hacia las alturas, esta vez con una perspectiva eterna.
«El espacio es majestuoso, pero nada se compara con la grandeza de servir a Cristo y ser parte de Su misión» , concluye Forrester.
Su historia es una inspiración para todos aquellos que buscan encontrar el propósito de Dios en sus vidas, recordándonos que el verdadero éxito no está en las alturas que alcanzamos, sino en la profundidad de nuestra relación con el Creador.
La Iglesia Bautista más antigua de la Argentina, emplazada en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, realizó una cena navideña gratis para familias y vecinos de los barrios de Montserrat, Constitución, San Telmo y Balvanera.
La Iglesia Bautista más antigua de la Argentina, emplazada en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, realizó una cena navideña gratis para familias y vecinos de los barrios de Montserrat, Constitución, San Telmo y Balvanera.
La cena tuvo lugar el martes 24 de diciembre a las 21 hs. Lo distintivo del acontecimiento fue que se realizó en la calle frente a su edificio de la Avenida Independencia 1555 (entre las calles Luis Sáenz Peña y Virrey Cevallos).
Las cenas de “Navidad Solidaria” se realizan anualmente desde 2001, con las personas más carenciadas de los barrios aledaños.
Carlos Mraida, pastor principal de la Iglesia del Centro, explicó que la iniciativa fue “poder honrar la dignidad de las personas que se encuentran solas en esta gran ciudad, y a otras tantas que en este momento están en dificultad material, ofreciéndoles el amor, la compañía y el servicio de una mesa navideña ‘en familia’.
La iniciativa formó parte del profundo trabajo social que las iglesias evangélicas realizan en la ciudad y en el país, asistiendo y promoviendo a millones de argentinos”.
Del evento participaron alrededor de 200 voluntarios, para servir a aproximadamente 500 comensales que tuvieron la posibilidad de festejar y vivir un tiempo especial en familia, rememorando juntos el nacimiento del Señor Jesús.
El menú fue una entrada, un plato principal, postre, pan dulce y sidra sin alcohol para el brindis.
Sobre la Iglesia del Centro
La Iglesia del Centro es la primera Iglesia bautista de Argentina y segunda en Latinoamérica, con una comunidad de fe que ha trabajado sin interrupciones en el centro porteño a lo largo de sus 141 años de historia.
Sus miembros sirven con dedicación: desde programas de ayuda social hasta eventos comunitarios, la congregación mantiene viva la llama del servicio, llevando consuelo y esperanza a aquellos que más lo necesitan gracias al Centro Crecer, donde se ofrece contención gratuita a las familias y vecinos de barrio en áreas como apoyo escolar, banco de alimentos, talleres culturales, escuelas deportivas y centro de robótica.
El sábado 21 de diciembre, el reconocido actor Denzel Washington, de 69 años, marcó un hito en su vida espiritual al ser bautizado en la Iglesia de Dios en Cristo (COGIC, por sus siglas en inglés), ubicada en Harlem, Nueva York. Durante la ceremonia, también recibió una licencia de ministro, un paso que lo acerca a una futura ordenación como pastor.
El sábado 21 de diciembre, el reconocido actor Denzel Washington, de 69 años, marcó un hito en su vida espiritual al ser bautizado en la Iglesia de Dios en Cristo (COGIC, por sus siglas en inglés), ubicada en Harlem, Nueva York. Durante la ceremonia, también recibió una licencia de ministro, un paso que lo acerca a una futura ordenación como pastor.
El evento fue transmitido en vivo a través de Facebook, donde se pudo ver a Denzel vestido de manera sencilla con una camiseta gris y pantalones deportivos negros, compartiendo abiertamente su testimonio de fe. En su discurso, recordó un momento crucial de su juventud, cuando una cristiana llamada Ruth Green profetizó sobre su vida mientras él estaba en el salón de belleza de su madre: “Vas a viajar por el mundo y predicarle a millones de personas”.
Denzel añadió: “Mi madre escribió aquella profecía, y 50 años después, mira lo que ha hecho Dios conmigo. Si Él puede hacer esto por mí, no hay nada que no pueda hacer por ti. El cielo es literalmente el límite y no hay límites para el cielo”.
El desafío de vivir la fe en Hollywood
La noticia de su bautismo llega poco después de que el ganador del Oscar hablara abiertamente sobre las dificultades de expresar su fe en Hollywood. En una reciente entrevista, Denzel señaló que el ambiente en la industria del entretenimiento no siempre es receptivo hacia quienes viven abiertamente su cristianismo.
«Cuando me veis, veis lo mejor que puedo hacer con lo que me ha dado mi Señor y Salvador. No tengo miedo ni me importa lo que piensen los demás», afirmó. También reconoció que hablar de su fe podría no ser bien recibido en ese medio: «Sé que no se puede hablar así y ganar Oscars. No se puede decir eso en esta ciudad”.
Un momento clave en su vida espiritual
El actor compartió que una visita a la iglesia pentecostal West Angeles en Los Ángeles, por recomendación de su colega Robert Townsend, marcó un antes y un después en su vida espiritual. Allí experimentó lo que describió como “el momento más importante de mi vida”, cuando fue lleno del Espíritu Santo.
En sus propias palabras, Denzel expresó:“Las cosas que decía sobre Dios cuando era niño, simplemente recitándolas en la iglesia, ahora sé que son reales. Dios es amor. Dios es el único y verdadero camino. Es mi deber ensalzar a Dios y asegurarme de que todos con quienes hable entiendan que Él es quien me ha cuidado”.
El apoyo de su familia y el ejemplo a seguir
Pauletta Washington, esposa de Denzel, estuvo presente en este momento especial, visiblemente emocionada. En su intervención, destacó el crecimiento espiritual de su esposo y el impacto positivo en su familia: “Cuarenta y seis años después, aquí sigo, de pie junto a él, como Dios quiere que sea. Estoy muy orgullosa de ti. Eres la cabeza de nuestra casa y has dado un gran ejemplo a nuestros hijos, que ahora son adultos que saben la diferencia entre el bien y el mal porque se la hemos mostrado”.
Tras la ceremonia, Denzel posó con su licencia de ministro y certificado de bautismo, sellando este nuevo capítulo en su vida.
Aunque Denzel aún no es un ministro ordenado, su paso hacia el ministerio refleja un compromiso cada vez mayor con su fe. Si se concreta su ordenación, se uniría a la lista de celebridades que han asumido roles ministeriales, como Adele, Dwayne Johnson y Tom Hanks, según datos de la Iglesia de la Vida Universal.
Con este nuevo rumbo, Denzel Washington no solo deja un legado en la industria del cine, sino también en la vida espiritual de quienes se inspiran en su ejemplo de fe y dedicación.
Son varias las naciones en las que no se permite celebrar el nacimiento de Cristo este 25 de diciembre. En esta nota las conoceremos.
El mes de diciembre, a nivel cultural en la historia, se conoce como una fecha en la que se festeja el nacimientode Jesús en la Tierra. Si bien la Biblia no establece la fecha exacta en que nació Jesús, el 25 de diciembre los cristianos rememoramos el hecho de que Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. Sin embargo, en algunos países, por motivos políticos o religiosos, no está permitida dicha celebración.
Corea del Norte
Este es uno de los lugares en los cuales está prohibido realizar este festejo. La organización cristianaPuertas Abiertas detalló en un informe que por más de siete décadas no se han permitido las celebraciones navideñas y las sustituyeron por el cumpleaños de Kim Jong-suk, la esposa del primer dictador norcoreano, Kim Il-sung.
La nación desde el 2002 está en el lugar número uno en la lista de persecución a cristianos. “Cualquier acto que no muestre una completa lealtad a la familia Kim conlleva un castigo que, en la mayoría de los casos, es la muerte”, detalla el informe de Puertas Abiertas.
La ONG establece que el aislamiento en este territorio es tan grande que muchas personas ni siquiera escucharon de Jesús. En consecuencia, misioneros que actualmente viven allí destacan que “a veces es posible celebrar una reunión en áreas remotas con un grupo de 10 a 20 personas. Muy ocasionalmente, es posible que los cristianos vayan discretamente a las montañas y celebren un ‘servicio’ en un lugar secreto. Entonces podría haber hasta 60 o 70 norcoreanos reunidos”.
Datos publicados en Puertas Abiertas
China
Este es otro de los lugares de Asia donde tampoco se permite celebrar Navidad. Las autoridades del país en el 2018 establecieron para todos los ciudadanos que no pueden promover celebraciones occidentales, ya que no están acordes con la cultura y las tradiciones chinas.
Durante la conferencia de ese año en el que se estableció esta medida, el presidente de la República, Xi Jinping, expresó en ese comunicado que las fiestas cristianas no estarán permitidas porque el objetivo es”guiar y educar a los ciudadanos chinos con los valores fundamentales socialistas”.
El país se encuentra en el numero 17 de persecución a cristianos, según el informe de Puertas Abiertas. Las familias y las comunidades locales son los que muchas veces delatan a los creyentes en Cristo. Además, las restricciones nuevas sobre internet, las redes sociales, las organizaciones no gubernamentales y la nueva legislación de 2018 sobre la religión, son otros factores que afectan estrictamente al limitar la libertad de las personas, por lo que cada vez más iglesias son cerradas.
Hong Kong es uno de los pocos lugares en China donde está permitido el festejo de la Navidad, debido a que esta ciudad maneja un mayor nivel de autonomía con respecto al poder central, ya que hasta 1997 fue colonia británica.
Somalia
Es un país del oriente de África en el cual la población es musulmana, por eso las autoridades desde 2009 ordenaron la «sharía», que es la ley islámica, y en 2015 determinaron que cualquier celebración o evento por fuera de ésta estaba prohibido en el país. Este lugar también se encuentra en la lista de persecución a cristianos, y la seguridad del Estado detendrá a quienes festejen Navidad, solo para algunos extranjeros hay excepciones si celebran en ambientes cerrados, pero no se permite en los hoteles o sitios públicos.
Brunéi
Este es otro país de Asia en el cual no se permite festejar Navidad a nadie, ni siquiera a quienes vayan de visita a su territorio. La nación musulmana, desde 2014, impuso desde el Estado la prohibición de esta celebración, y quienes festejen serán castigados con cinco años de prisión, 20.000 dólares estadounidenses y la posibilidad de recibir la pena de muerte por infracciones de la ley islámica.
Tayikistán
Takistán es otro país musulmán que tiene estrictas normas sobre la Navidad. Este lugar está ubicado en Asia central y es limítrofe con Afganistán, Uzbekistán, Kirguistán y China. Aunque su gobierno se define como laico, Emomali Rahmon es el único líder desde la separación de la Unión Soviética en 1991, ya que fue reelegido en 1999, 2006, 2013 y la última en 2020. Él fue quien prohibió las festividades que tengan que ver con Navidad, Año Nuevo, así como cumpleaños y bodas por fuera del islam.
El caso de Arabia Saudita también se define como un progreso lento de prohibición, ya que en 2015 el jeque Mohammed Al-Oraifi ordenó a los musulmanes no saludar a los cristianos por este día ya que sería respaldar su fe. A su vez, el Comité Saudí para la Promoción de la Virtud y de la Prevención del Vicio tenía órdenes de buscar y capturar a todo aquel que decore su hogar con símbolos navideños, llevando la prohibición al ámbito privado.
Desde Puertas Abiertas, junto a otras organizaciones cristianas, incentivan a todos los creyentes a festejar el nacimiento de Jesús y sobre todo, orar por la protección de los misioneros que se encuentran en estos lugares u otros territorios con el objetivo de dar a conocer la Palabra.
Los cristianos ponemos nuestra atención en recordar las referencias que tenemos en la Biblia acerca del nacimiento de Jesús. La anunciación a María del hijo que tendría y las profecías que en los tiempos previos fueron dadas por medio de los profetas.
Isaías en sus escritos plasmó muchos detalles de la persona de Jesús y su crucifixión. Todo el capítulo 53 detalla los aspectos y sucesos que acontecieron y el anuncio de su llegada también lo hallamos en su libro:
Sí, Emanuel, que se traduce como ‘Dios con nosotros’, y es lo que Él hizo al enviar a su Hijo a nacer en nuestro medio para enseñarnos y mostrarnos la persona del Padre. El ángel anunció a María la voluntad de Dios de que había sido la elegida para traer al mundo a ese Hijo, nuestro Salvador. El evangelio de Lucas lo relata en su primer capítulo:
No conocemos la fecha exacta del nacimiento del Señor, por alguna razón no está registrada de ese modo en las escrituras. Sin embargo está documentado el tiempo de su muerte y resurrección.
se puede entender que el propósito de su nacimiento fue y sigue siendo la misión sublime de traernos la salvación.
Él vino a redimirnos con su muerte y con su resurrección nos llevó a vida eterna. Este suceso poderoso que se conmemora en el festejo de la Pascua sí es una fiesta ordenada en las Escrituras y ubicada en el calendario sin dificultad.
Diferente sustancialmente al hecho de celebrar el nacimiento del Señor el 25 de diciembre. Esto tiene su origen en la tradición pagana de los romanos, quienes en el solsticio de invierno —entre los días 21 y 23 de diciembre, el día más corto y en consecuencia más oscuro del año en el hemisferio norte—, conmemoraban la fiesta del Natalis Solis Invicti, asociada al nacimiento de Apolo.
Si tenemos en cuenta el reemplazo de calendario juliano, con sus desfasajes, al gregoriano se explica este corrimiento en días. Coincidía además con las fiestas saturnales, cuando al finalizar las cosechas, los romanos se tomaban descanso, se visitaban y entregaban regalos ofreciendo al dios Saturno —dios de la agricultura y las cosechas— sus sacrificios en agradecimiento por la producción futura de sus sembradíos.
La connotación de estas fiestas, sumadas a la necesidad de convertir a los romanos paganos, se sugiere que es el motivo por el cual el papa Julio I, entre los años 337-352 en los que rigió a la Iglesia, eligió esta fecha para celebrar el nacimiento de Jesucristo.
Previamente a este suceso, el emperador romano Constantino I fue quien en el año 313 promulgó el edicto de Milán declarando que se permitiese a los cristianos seguir la fe de su elección.
Se asociaron para entonces a los valores cristianos, que ya abundaban en la sociedad, los principios que acompañaban estas celebraciones: la alegría, el nuevo nacimiento de la naturaleza, la nueva luz, la igualdad de clases debido a que los esclavos podían intercambiar lugares con sus amos, y uno era elegido rey durante el transcurso del festival, siendo también los ricos los que repartían regalos a los pobres.
Posteriormente, en el año 440, el papa León Magno estableció esta fecha para la conmemoración de la Natividad. Casi un siglo más tarde, en 529, el emperador Justiniano la declaró oficialmente festividad del Imperio romano.
En aquellos tiempos ya se reconocía el error al instaurar esta fecha, pero la usaban de todos modos como una forma de calmar las aguas bravías que ocasionaban las reyertas entre cristianos y paganos. Estos conocían, de su historia reciente, que en tiempos anteriores a Constantino apresaban y torturaban cristianos de las formas más crueles imaginables.
¿Podemos conocer la fecha en qué nació Jesucristo?
Existe un modo de acercarnos al tiempo probable del nacimiento de Jesús. En la misma Biblia se encuentra la pista para ubicar la fecha con bastante precisión. La clave está en la referencia “de la clase de Abdías”, orden sacerdotal a la que pertenecía Zacarías, lo cual se puede leer en Lucas 1:5 (RVR1960).
Este registro bíblico tan sencillo permite trazar en la Escritura el camino que lleva a deducir la fecha natal del Señor Jesucristo. Podemos acercarnos al tema para cerrarlo con contundente precisión, y llegaremos usando la Biblia y siguiendo este recorrido propuesto.
Se exponen tres consideraciones básicas de acuerdo a las Escrituras.
Lo que no pudo suceder.
Lo que sí pudo suceder.
Lo que sucedió.
1. El Mesías no pudo haber nacido en invierno, el 25 de diciembre es el albor de esta estación en el hemisferio norte donde se encuentra Belén, el lugar del alumbramiento. Lucas 2:1-21 relata el suceso de los pastores que velaban durante la vigilia de la noche con sus rebaño, a ellos los ángeles les anunciaron el nacimiento:
Por el contexto histórico se conoce que estos rebaños de Belén eran llevados al templo de Jerusalén para ser sacrificados, eran corderos perfectos y sin mancha, tipificando esta condición al cordero perfecto Jesucristo. Los pastores, judíos creyentes, sabían que prestaban un servicio a Dios con este cuidado, no podrían haber estado en la noche invernal cuidando a las ovejas fuera de sus corrales.
2. La Escritura nos da precisa información de que Juan el Bautista, primo del Señor, era seis meses mayor que Jesús. Si conocemos el tiempo del embarazo de Elisabet, su madre, esposa del sacerdote Zacarías, podremos acercarnos a la fecha:
Este grupo se había instituido en los tiempos del rey David, quien estableció veinticuatro órdenes sacerdotales para ministrar en el templo. El grupo u orden a la cual pertenecía Zacarías, la de Abdías, había caído en la octava suerte, por lo cual le correspondía servir en el mes cuarto del año lunar del calendario hebreo.
Es previsible decir que en cuanto terminó su servicio, regresado a su casa, fue cuando su esposa quedó embarazada. Esto debió ocurrir a mediados del mes de Tammus, que corresponde a junio-julio.
Nueve meses después, a mediados del mes de Nisán, del siguiente año, coincidiendo con la Pascua hebrea nacería Juan, apodado el Bautista, quien abriría el camino al Señor. Seis meses después nacería Jesús.
El evangelio de Lucas da muchas referencias sobre la anunciación del ángel a Zacarías y a María, además de lo manifestado específicamente por el ángel a María respecto de su parienta, por lo cual se sabe la diferencia en meses entre ambos embarazos:
Era entonces el mes de Tevet, el décimo del año lunar hebreo, coincidente con diciembre-enero, lo que permite deducir que Jesús nacería nueve meses después, en el mes de Tishrei, séptimo mes, septiembre-octubre de nuestro calendario.
El pueblo de Israel tiene varias celebraciones en el año, todas ellas símbolos del plan de Dios para la humanidad.
La fiesta de los Tabernáculos o Enramadas, que representa el reinado de Cristo en la Tierra se celebra en el mes séptimo, de Tishrei, es la última en el calendario de las solemnidades del año y, en el orden profético, representa los acontecimientos que se sucederán inmediatamente después del Advenimiento:
Es de vital interés señalar que el evangelio de Juan se refiere al Señor como el verbo de Dios que vino y habitó, literalmente ‘tabernaculizó’, entre nosotros.
También en los sucesos de la transfiguración de Jesús, relatado en los evangelios, Pedro le propone al Señor, hacer tres “enramadas” y habitar allí juntos con Moisés y Elías, quienes se habían presentado en esa situación tan transcendente ocurrida en el Monte Tabor o Monte de la Transfiguración al cual habían subido a orar.
Definitivamente el tabernáculo representaba, desde la liberación de los hebreos de la esclavitud en Egipto, el lugar de habitación donde moraba Dios con ellos. Coincidiendo con estas consideraciones tenemos que esta solemnidad se festeja el 15 de septiembre, la fecha en que muy probablemente haya nacido nuestro Salvador.
Cuando éramos niños, esta temporada del año generaba mucha expectativa y alegría en nuestros corazones. Quizás porque sabíamos que los regalos, las cenas familiares, los paquetes navideños y los programas especiales en las iglesias estaban a la puerta.
A medida que crecemos, nuestra perspectiva va cambiando y empezamos a ver la Navidad desde un punto de vista más “espiritual”. Claramente tenemos otro entendimiento del “por qué” de esta fiesta. Pero tengo la sensación que, con el pasar de los años, deja de ser significativo y nos inclinamos a la tendencia de ver la Navidad simplemente como una efeméride más o un hecho histórico importante dentro de la agenda. Donde vemos a Jesús nacer en diciembre y lo vemos morir y resucitar entre marzo y abril. Y así pasamos año tras año, recordando fechas y haciendo las mismas cosas.
Escuché estos días atrás una frase que dice: “la vida es eso que pasa entre Navidad y Navidad”. Que triste que ese sea nuestro lema. Una fiesta más, o solamente recordar este suceso una vez al año y continuar como si nada hasta el próximo 24 de diciembre.
Sin embargo, creo necesario utilizar este medio para que todos aquellos que hemos perdido el norte respecto a esta fiesta celebrada durante tanto tiempo, podamos encender ese corazón de niño, pero esta vez no por la alegría de algo que podemos recibir, sino por la plenitud de la persona en quien podemos vivir.
Dios tiene un diseño original. Dicho diseño es Dios en totalidad con su creación. No obstante, el pecado tergiversó ese diseño, lo corrompió y para utilizar terminología que nos resulte familiar a todos nosotros, esto generó una grieta entre el hombre y esa plenitud.
Durante siglos, el hombre esperó y deseó que esa grieta fuera cerrada con el cumplimento de una profecía que declaraba que llegaría el día en que un Mesías cambiaría esa realidad. Para muchos ese día tardaba, hasta que finalmente una generación tuvo la dicha de ver al tan anhelado Mesías, que se puso a sí mismo como camino al Padre. Desde entonces, esa grieta fue reducida a una persona: Jesús. Ese nacimiento, esa muerte y esa resurrección le dan sentido al pasado, al presente y al futuro. De pronto, toda humanidad destituida de la gracia, se encuentra con la gracia encarnada, un Cristo glorificado que vuelve a unir a Dios con el hombre.
“Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios; pero son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que proveyó Cristo Jesús, (…)”. Romanos 3:23-24 RVC
Frente a esta gloriosa realidad me pregunto, ¿Cuándo fue el día en que convertimos una realidad eterna en una efeméride? ¿Qué pasaría si, hipotéticamente, volviéramos a ese estado de separación? ¿Extrañaríamos y valoraríamos su sacrificio? ¿O seguiríamos nuestras vidas como si nada hubiera pasado?
Es bueno tener una fecha específica para poder unirnos en común acuerdo y celebrar ese Emmanuel, Dios con nosotros. Pero debemos evitar ser conscientes de esto solo un día al año, porque Jesús no se quedó en un pesebre, tampoco en una cruz. Él resucitó y Él volverá, pero mientras tanto, por medio del Espíritu Santo, es formado en nosotros para ser expresado a todas las generaciones.
“Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.” Filipenses 1:6 NTV
Discutir sobre el día que debería celebrarse su nacimiento es perder el tiempo, cuando tenemos la posibilidad de vivir en Él y ya no verlo de lejos, sino habitar en su plenitud cada segundo de nuestra existencia.
La historia no se terminó junto a los pastores, la estrella de Belén o la corona de espinos. Todo esto fue parte de una historia que Dios continúa escribiendo. Congelarnos en un momento histórico nos lleva a ver un Dios limitado, cuando en realidad esto es solo el comienzo de una historia de amor del Padre, con su diseño original por medio de su Hijo, quien estuvo desde el momento cero.
Que estas fiestas y todas las que vengan por delante sean tiempos de regocijo y alegría, pero que cada instante de tu vida se convierta en una expresión viva del Hijo. Es mi deseo que eso que pasa entre Navidad y Navidad sea Cristo en vos y en mí. Esperanza de Gloria.
“A estos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.” Colosenses 1:27 NVI
El 24 de diciembre de 1914 marcó un hito histórico, cuando la Navidad provocó la primera tregua extraoficial e inesperada de la Primera Guerra Mundial, conocida como “Tregua de Navidad”.
Este relato cuenta cómo un mensaje universal que nació en Belén con más de dos mil años de antigüedad, a través de un villancico y un partido de fútbol, hizo olvidar a ingleses y alemanes la tragedia, los disparos y las explosiones, para cambiarlo todo por un grato sentimiento que, por unas horas, superó el dolor de la terrible guerra.
Se conoce como Tregua de Navidad a un breve alto el fuego no oficial que ocurrió entre las tropas del Imperio alemán y el Imperio británico, estacionadas en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial, durante la Navidad de 1914.
Los ciudadanos ucranianos oran en diferentes puntos del país
Comenzó, de forma espontánea, en la víspera de la Navidad de 1914, cuando las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras; luego continuaron con su celebración cantando villancicos, específicamente, el conocido mundialmente Stille Nacht(Noche de paz). Mientras tanto, las tropas británicas desde sus trincheras respondieron con la versión inglesa del mismo himno, Silent Night.
Ambos lados continuaron el intercambio gritando saludos y felicitaciones de Navidad los unos a los otros. Luego, se realizó un encuentro en terreno neutral, donde pequeños regalos fueron intercambiados entre ambas tropas.
Sucedió lo impensado esa noche, y en ese lugar, la artillería permaneció silenciosa a ambos lados durante esas horas. La tregua también permitió que los caídos recientes fueran recuperados desde detrás de las líneas y enterrados, en medio de ceremonias en que lloraron juntos las pérdidas y se ofrecieron su mutuo respeto.
Se tiene registros de un entierro en particular en este parate, durante el cual soldados británicos y alemanes se reunieron para leer el Salmo 23:
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre. Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta. Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con perfume mi cabeza; has llenado mi copa a rebosar. La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre.
La tregua se propagó hacia otras áreas, y hay muchas historias e imágenes de partidos de fútbol entre las fuerzas de uno y otro bando. En muchos sectores, este alto solo duró esa noche, pero en algunas otras áreas, se prolongó hasta el día de Año Nuevo, e incluso hasta el mes de febrero.
Esta tregua quedó simbolizada a través de un par de esculturas; una de ellas se encuentra en Gran Bretaña y eterniza a dos soldados, uno inglés y otro alemán, y en el medio, una pelota de fútbol. Se llama All together now y es obra de Andy Edwards, de Stoke. Otra fue inaugurada en Bélgica, cuando se cumplió el centenario del inicio de la Gran Guerra.
Fue una tregua espontánea, no oficial, condenada por los altos mandos, que terminantemente prohibían confraternizar con el enemigo. En aquellos días, un soldado alemán escribiría a su familia: «Qué maravilloso y qué extraño al mismo tiempo. Al fin de cuentas, debajo de los uniformes éramos todos iguales».
La noche del 17 de diciembre en la Usina del Arte no fue solo el cierre de un año lleno de música y arte; fue también una semilla de esperanza sembrada en los corazones de cientos de niños. Quienes llevaron un juguete esa noche, quizás no imaginaron hasta dónde llegaría su gesto.
El sábado 21 de diciembre, a las 10 de la mañana, el equipo de De Repente Lo Vi, junto a Gabriel Mraida, ministro de Desarrollo Humano y Hábitat en la Ciudad de Buenos Aires, llevaron esos regalos al Centro de Inclusión Social “América”, en el barrio de Constitución. Allí los esperaban más de mil niños, quienes, con entusiasmo, estaban creando tarjetas navideñas decorativas.
Sobre esta jornada, Miqueas Velizexpresó: “La experiencia fue hermosa, la disfrutamos muchísimo. Por la mañana, estuvimos con el equipo de De Repente Lo Vi entregando una parte de los juguetes, porque realmente había muchísimo. Lo más gratificante fue ver el rostro de los chicos: algunos con asombro, otros con alegría y otros emocionados. Muchos de ellos venían de situaciones muy difíciles, rescatados de familias complicadas o de la situación de calle. Poder llevarles este regalo fue una forma de expresar el amor de Cristo”.
Miqueas también destacó el impacto de la generosidad en esta jornada: “Cuando Cristo crece en nosotros, la generosidad crece en nosotros. Esto no fue simplemente entregar juguetes, sino que fue una expresión de Cristo a través de la Iglesia. Cada regalo tenía un rostro, y esa expresión de amor y compasión fue evidente en cada niño. Ver la alegría en sus caras fue una experiencia que quedará grabada en nuestros corazones”.}
Centro de Inclusión Social “América”
El Centro de Inclusión Social “América” no es solo un refugio, sino un hogar temporal donde las familias encuentran contención integral. Este espacio trabaja para brindar alojamiento, alimentación, acceso a la educación y actividades recreativas que promueven la autonomía y la reinserción social.
Gracias a la colaboración con ONGs, iglesias y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, estos centros no solo buscan cubrir necesidades inmediatas, sino también acompañar procesos de transformación que permitan a cada persona reconstruir su vida.
El evento cerró con la sonrisa de más de 1.100 niños que abrazaron con ilusión sus nuevos juguetes. Para quienes participaron en la Usina del Arte, ese acto pequeño de llevar un regalo se convirtió en una chispa de esperanza para los más vulnerables.
“Así que en todo, traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes” (Mateo 7:12). Este versículo resonó como un eco en esta jornada solidaria, recordándonos que el amor de Dios se expresa en los gestos más simples y, a la vez, más poderosos.
DesdeLa Corriente, agradecemos a todos los que hicieron posible este encuentro y a Dios por darnos el privilegio de expresar su vida en acción.
Diciembre tiene una particularidad, no importa de que parte del mundo seas, que tan bien o mal está la situación económica de tu nación, las ideas políticas o religiosas, todo se torna de un tinte festivo inevitable. Vemos anuncios de un personaje icónico conocido por: Papa Noel, Santa Claus, Pere Neuel, San Nicolás, etc.
Las casas y las calles se visten de luces de colores, guirnaldas, árboles, gorros y en muchas partes se escuchan villancicos, coros gospel e himnos clásicos como “a mundo paz” o “Gloria a Dios en las alturas”. Esto anuncia una sola cosa, la navidad está llegando.
Los creyentes, se encuentran siempre en la tensión de saber que esta fecha no es el nacimiento de Jesús pero sin embargo no deja de ser una eventualidad importante para recordar que el Hijo de Dios se encarnó en un hombre y habitó entre nosotros.
Entre la vorágine de comprar regalos, comidas y eventos en las iglesias, surge una pregunta más profunda entre los creyentes o ateos e incluso los agnósticos ¿Qué es realmente la navidad?
Hoy te quiero compartir algunos puntos que explica Brennan Mannin en su libro “León y cordero” que me sirvieron para entender un poco más este evento histórico.
Lo invisible se hace visible
Una vez al año la época de Navidad sacude con fuerza tanto el ámbito religioso como el secular de la vida: de repente, Jesucristo está en todas partes. Este Dios que antes era desconocido para el ser humano, y que parecía que interactuaba con el hombre de manera alejada, estando en alguna parte su trono, ahora se hizo humilde y nació en los suburbios de una ciudad olvidada en medio oriente.
Esto que parece una historia de Disney, es un mensaje de amor profundo y fuerte. Jesús, el Dios por el cuál existen todas las cosas, ahora es un hombre más que sufre, que se estresa, que ríe, que come, que bebe, pero no peca. Lo ilimitado de Dios, se limitó a caminar en un ser humano. Lo invisible de su deidad, se hizo visible en un hombre.
Y cada mes de diciembre esa verdad revelada toma una potencia irremediable, porque aunque el marketing y las empresas quieran vendernos que la imagen de navidad es un viejo con barba blanca, vestido de rojos, todos en el mundo sabe que en esa fecha Jesús de alguna manera toma relevancia en cada hogar, y se hace visible en cada rincón del mundo, en la mesas o en los pesebres que adornan el living, porque de alguna manera misteriosa Dios sigue invitando a la humanidad a celebrar que la salvación llegó al mundo por medio de su hijo.
No puedes mirar para otro lado
Durante aproximadamente un mes, su presencia es ineludible. Puede que lo aceptes o lo rechaces, lo proclames o lo niegues, pero no puedes ignorarlo. Es una realidad. De alguna manera inexplicable a Dios le plació en su soberanía que el hombre tenga una fecha en donde se haga memoria del nacimiento más esperado por el cielo y la tierra.
¿Pero qué significa la Navidad?
Brennan Manning explica que la Navidad anuncia esta magnífica verdad:Jesucristo es nuestro futuro absoluto y nada puede separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús. Lo cuál ese nacimiento nos da un ancla en nuestra esperanza. Lo que parecía lejano, imposible, ahora es real. No solamente en un evento histórico sino que la vida de Cristo puede nacer en nuestros corazones. Allí donde no hay pompas, donde no hay lujos, ni muchas personas esperando que suceda un milagro. El padre nos afirma en este natalicio que él nos ama para siempre y por eso vino a este mundo, para darse a conocer.
Aceptar que fuimos aceptados
Una experiencia semejante no es el resultado de una reflexión o de un esfuerzo espiritual. Es un fruto del Espíritu que normalmente madura en oración. Tal vez, aceptar que somos aceptados por un Dios perfecto, puro, justo, sin ninguna oscuridad o maldad, nos pone en una situación de ruptura por nuestras falencias y pecados. Pero, Cristo es el puente que une esa distancia insalvable entre el Padre eterno y nosotros. El desafío que tenemos cada día es creer que esa VIDA divina va creciendo y llenando nuestro interior. La oración es un mecanismo que nos ayuda a tomar conciencia de esta realidad espiritual.
Entonces ¿Qué buscas de la Navidad?
Como toda novedad en este mundo surgen algunos peligros, primero: la superficialidad de creer que todo esto se trata de una fiesta comercial y caer en la trampa del sistema del mundo pero por otro lado se activa la hiperactividad religiosa. Queremos hacer más actividades para tener más espiritualidad y eso nos aleja del regalo de la gracia.
En esta épocano necesitamos buscar más a Dios en oración. Sino ser hallados en Él. No podríamos buscarlo a menos que Él ya nos haya encontrado. La navidad es Libertad por esoJesús llegó al mundo proclamando el Evangelio de la libertad a los cautivos. Exhorta y desafía a sus seguidores a ingresar a su Reino y a ser libres mediante el amor de su Padre.
No es algo que se aprende
La Navidad es algo más que un concepto teológico. Los conceptos por sí solos están muertos. La Navidad es la revelación de la libertad de Dios.
La Navidad es vida
No celebramos el nacimiento de una persona que alguna vez existió, tales como estrellas de rock o próceres sino que festejamos el hecho de que Dios decidió nacer en una choza humilde sin demasiados lujos ni mucho para ofrecer en los suburbios de nuestro corazones.
Entre el 19 y el 25 de enero, la ciudad de Córdoba, Argentina, abrirá sus puertas a más de 2,000 jóvenes de seis países, que llegarán con un mismo propósito: ser equipados y enviados a cumplir el llamado de Dios en sus vidas.
Bajo el lema “Cumple tu destino”, inspirado en el desafío de 2 Timoteo 4:5, esta edición especial del CIMA reunirá no solo a jóvenes apasionados por el Reino, sino también a 60 reconocidos oradores internacionales, líderes y referentes en misiones, evangelismo y discipulado.
El programa de CIMA 2025 ha sido diseñado para desafiar y capacitar a los asistentes en diversas áreas. Más de 50 plenarias generales y paralelas abordarán temas esenciales como el evangelismo creativo, los desafíos culturales del Norte de África, la misión en contextos islámicos, adicciones y la historia de la misión. Estas sesiones no solo informarán, sino que inspirarán a los participantes a abrazar el propósito de Dios para sus vidas.
Además, 30 talleres prácticos continuos les permitirán desarrollar herramientas concretas para el servicio misionero, mientras que 40 actividades multiculturales fomentarán la integración, el aprendizaje y la unidad entre jóvenes de distintas culturas y naciones.
Un día clave será la “Operación Cima”, una jornada de evangelismo e impacto en la ciudad de Córdoba. Las calles, plazas y comunidades se llenarán de jóvenes llevando el mensaje de Jesús a través de acciones concretas de amor y servicio.
Pero el impacto del CIMA no se limita al evento en sí. Aquellos que deseen extender su experiencia podrán sumarse a “Experimenta”, prácticas misioneras opcionales de corto plazo en cuatro continentes. Estas experiencias llevarán a los participantes a las fronteras del evangelio, enfrentando desafíos reales en contextos misioneros de alto impacto.
CIMA: Una historia de obediencia y transformación
CIMA nació como un sueño, pero se ha convertido en un movimiento. Desde sus primeras ediciones, ha sido un lugar en donde generaciones de jóvenes han sido desafiadas a dejar atrás la comodidad y abrazar el propósito eterno de Dios.
Las ediciones anteriores han dejado un legado de vidas transformadas, iglesias movilizadas y comunidades alcanzadas. Historias de jóvenes que encontraron su lugar en el cuerpo de Cristo en los encuentros de CIMA y hoy sirven en los rincones más remotos del mundo y son testimonio del impacto eterno de este movimiento.
En 2025, Córdoba será el escenario donde Dios seguirá escribiendo estas historias. El CIMA Regional no será solo un evento, sino un espacio en donde miles de jóvenes rendirán su vida al servicio de Cristo, listos para cumplir el llamamiento.
El CIMA Regional 2025 es mucho más que una oportunidad de aprendizaje; es un encuentro con nuestro destino, Cristo y su expresión en nosotros.
Para más información sobre el programa, los oradores confirmados y cómo participar ingresá aquí