Cuando estudiaba la materia de cosmovisión bíblica aprendí a ponerle nombre a dos paradigmas que todos tenemos pero que pocos podemos discernir.
Debemos aprender a reconocer dos pensamientos engañosos que gobiernan a la humanidad y que pueden estar influenciando nuestras almas. De la misma manera que Jericó y Hai estaban bien atrincheradas y protegidas, así estos dos pensamientos se ocultan dentro de nosotros, detrás de la apariencia de piedad.
Toda la humanidad está influenciada por uno de estos dos paradigmas y lamentablemente tengo que decir que gran parte de los que nos llamamos cristianos tenemos algún grado de estos pensamientos.
El pensamiento animista
- Viene de ánima, de espíritu, intangible.
- Este pensamiento sostiene que toda realidad es espiritual y que lo tangible es una mera ilusión, no existe o no es importante.
- Su énfasis está en lo espiritual, en el ánima de las cosas, no valora lo material. Por ejemplo, el hinduismo, chamanismo y muchas religiones aborígenes.
- Piensan que todo es un sueño en la mente de Dios. Así como cuando despertamos y lo que soñamos no existe y no es real.
- Para este pensamiento lo único real es el ámbito espiritual y se pone por debajo todo lo que es materia. Basta observar cómo viven los individuos y comunidades de creencia animista y veremos cómo descuidan la administración de lo físico y ponderan lo espiritual. Por ejemplo, este pensamiento que podemos observar en todo el mundo abunda en gran concentración en India, Sudán del Sur, Burkina Faso, Myanmar, Ruanda y, por supuesto, en todo lugar donde se espiritualizan todas las cosas.
«Lamentablemente mucho de nuestro pensamiento tiene algún grado de animismo, este paradigma abunda entre los cristianos más de lo que sospechamos».
El pensamiento secular
El segundo de estos pensamientos sostiene todo lo contrario, lo único que importa es lo que se puede ver y tocar. No creen en una realidad espiritual o si existe no creen poder conocerla. No existe Dios, ni ángeles ni demonios, solo existe la naturaleza que se puede ver y tocar. En otras palabras, 2 + 2 es 4. La fe tiene muy poca y casi nula cabida en este pensamiento.
Solo existe la materia. Y creen que la materia proviene de la tierra, por lo tanto, piensan que los recursos son limitados. En este paradigma el hombre solo piensa en su boca y su estómago y en cómo lograr lo que necesita para vivir. Es altamente materialista.
«El secularismo niega al creador, cree en el darwinismo y cree que somos solo un animal evolucionado».
En la Biblia podemos ver a los saduceos afectados por este pensamiento secular, ellos no creían en la resurrección de los muertos, ni en ángeles ni en demonios. Hoy en día vemos a la mayoría de los políticos y ministros de economía dominados por este pensamiento.
Así mismo, también muchas personas que se denominan creyentes son dominadas por este paradigma mental. Las personas dominadas por este principado mental tienen mucha dificultad para vivir en fe.
El masón Thomas Malthus (creador de la teoría maltusiana) asegura que los recursos se suman mientras los seres humanos se multiplican exponencialmente, por esa causa cree que todo recurso está escaseando y va a escasear cada vez más y por ende se debe controlar la natalidad y la población mundial. Este pensamiento domina la doctrina socialista y comunista y es la causa del control y la disminución poblacional que predican estas doctrinas políticas.
«¿Te das cuenta de que nuestra lucha no es contra políticos, gobernantes o partidos políticos? Siempre fue, como dijo Pablo, contra principados y potestades».
El presidente de Argentina dijo a un periodista, el 12 de abril del 2020, que es un verdadero problema que los jubilados vivan tanto tiempo y habló del daño que esto le ha hecho a la economía argentina. Aquí vemos claramente cómo el paradigma secular rige en el pensamiento de los gobernantes.
El pensamiento secular sostiene que el problema es la mala distribución de la riqueza y que los ricos tienen lo que le corresponde a los pobres, esta es también la base del pensamiento socialista comunista (quitarles a unos para darles a otros) y muchos cristianos han comprado esta teoría.
Si observamos el resultado de ambos pensamientos, solo ha dado como resultado
- Injusticia
- Miseria
- Pobreza
- La quita de las libertades más básicas en la sociedad
- Un capitalismo salvaje
- Un mundo insensible
- Una lucha de clases, ricos versus pobres
- Un mundo con la ausencia del pensamiento divino
La raíz de toda pobreza son las mentiras. La ignorancia y estos dos paradigmas mantienen pobre a la mayor parte del mundo.
Pero existe otro paradigma, el pensamiento de Dios, y de él hablaremos en la próxima entrega.