mail

Suscribite a nuestro boletín

Melodías eternas: La vida y ministerio de Keith Green

Quizás sus canciones marcaron un antes y un después en tu vida. Quizás nunca supiste de él. Pero en esta nota, en el día del aniversario número 41 del fallecimiento de Keith Green, hablaremos de su vida, su música como herramienta para expresar el Evangelio y un legado que inspiró la vida y el ministerio de miles de músicos hasta la actualidad.

«De niño, fue un sueño de estrellato; de adolescente, fue una pasión desesperada por hallar la verdad; como adulto, fue el hambre por conocer a Dios, y antes de su trágica muerte, fue llevar el mensaje del Evangelio hasta el final de la tierra», textual tomada del documental biográfico de Keith Green «Your Love Broke Through».

Keith Green y su historia con Jesús

Keith Green fue un cantante y compositor estadounidense nacido el 21 de octubre de 1953 en Sheepshead Bay, Nueva York. Desde muy pequeño ya maravillaba con un talento innato para la música, aprendiendo a tocar diversos instrumentos como el piano, la guitarra y el bajo, pero su vida no estuvo exenta de desafíos y conflictos, ya que creció en un hogar judío donde la fe en Jesucristo era prácticamente desconocida para él y su familia.

Una adolescencia llena de conflictos internos e insatisfacciones lo llevó a huir de su casa. A los 15 años se subió a una vieja camioneta con 175 dólares y se alejó de Los Ángeles, donde vivía en ese momento, con el fin de realizar un viaje espiritual.

«Hola. Soy Keith Green y estoy huyendo de casa»

Fueron las primeras palabras que escribió en su diario.

Él se embarcaría en un viaje que desarrollaría una lista de cosas que, según él, lo ayudarían a encontrar la respuesta a lo que buscaba. Estamos hablando de finales de la década del ’60, en donde el hippismo estaba en la cresta de la ola.

Keith Green con aproximadamente 15 años.

Allí fue donde se sumergió en comunidades y amistades con las que buscaría, a través de drogas y misticismo, esa verdad que no lo dejaba dormir por las noches. Por más que su carisma y cariño con los demás se veían reflejados en su día a día, Keith vivía en constante frustración y depresión. Pasó por miles de religiones, gurús, amor libre y experiencias vividas con sustancias que solo lo llevaban a un nivel más profundo en su desesperación por no encontrar la respuesta.

«Soy como el que se sienta en la estación del tren y los trenes pasan y yo no me subo a ninguno», escribió Keith.

Su vida tocó fondo cuando experimentó un «mal viaje», causado por las drogas, que derivó en un terror de persecución, ya que sentía que unos seres lo perseguían. Desde ese día, Keith entendió que tras años de búsqueda en lugares que parecían buenos, amigables y espirituales, su vida seguía sin tener sentido.

Como amante de la filosofía, notaba que sentía una cierta atracción hacia Jesús. Solo sabía poco y nada de Él, pero un día leyó el libro de Juan y quedó conmovido.

«Jesús dice que es el único camino, así que lo observaré»,

Dijo en su diario.

Su apasionada búsqueda en las escrituras lo atravesaba cada día más, aún con sus confusiones e incertidumbres. Hasta que un día redactó lo siguiente: «Jesús, eres oficialmente bienvenido en mí. Ahora sé que esta acción me afectará para siempre». Él no comprendía totalmente lo que estaba haciendo, pero sabía que de alguna manera estaba llegando al final de esa lista de cosas que lo llevarían a entender la verdad.

En ese tiempo, Keith conoció a Melody, una chica que lo cautivó desde la primera cita y con la que decidió casarse en 1973. Sus recursos se limitaban a los ingresos recibidos en su carrera musical, que consistía en shows en bares frecuentados, donde cantaba junto a su piano canciones que hablaban de una búsqueda insaciable, pero ahora esas canciones estarían a punto de terminar.

Keith Green junto a su entonces novia Melody.

Tanto Keith como Melody estaban fascinados con Jesús, pero no estaban convencidos con lo que veían en las iglesias y predicadores. Su amigo Randy, que era cristiano, trataba de convencerlo para que asistieran a la iglesia a la cual él iba. Pero Keith aún seguía muy confundido y rechazaba la propuesta.

Un día de 1975, decidieron asistir a un estudio bíblico. En medio del encuentro, tanto Keith como Melody hicieron preguntas muy específicas, bien hechas y complejas. El pastor respondió cada una de ellas y en un determinado momento empezó a hablar específicamente acerca de la salvación, de volver a nacer y dejar la vieja vida atrás, que Dios limpia los pecados por completo y que a través de su hijo tenemos acceso al Padre y su amor incomparable. Hizo un llamado a todos los que se encontraban ahí a decidirse por Cristo y de repente Keith levantó su mano y de rodillas, quebrantado, decidió entregar por completo su vida a Dios.

«Como un soñador tonto, tratando de construir una carretera hacia el cielo

Todas mis esperanzas se derrumbarían, y nunca supe por qué

Hasta hoy, cuando quitaste las nubes que colgaban como cortinas en mis ojos

Bueno, he estado ciego todos estos años desperdiciados y pensé que era tan sabio

Pero luego me tomaste por sorpresa

Fue como despertar del sueño más largo, que real parecía

Hasta que tu amor irrumpió.

He estado perdido en una fantasía, que me cegó

Hasta que tu amor irrumpió».

Estribillo de la canción «Your Love Broke Through» de Keith Green.

Una vida entregada a Jesús

Ese acontecimiento marcó un punto de inflexión en su vida y, desde entonces, su música se convirtió en un vehículo para expresar y compartir su fe con el mundo. Keith Green tenía una voz prodigiosa, sumado a su capacidad mozartiana en el piano. Sus canciones abarcaban una amplia gama de géneros, desde el rock hasta el pop y el folk.

Keith Green tocando en vivo.

La explosión cultural juvenil de los ’70 atrajo a miles de personas a sus presentaciones, las cuales se diferenciaban de cualquier otro músico de la época, debido a que no consistían en solo una jornada de canciones, sino más bien en un mensaje completo dividido por canciones que englobaban todo un show en donde el mensaje principal era el del Evangelio.

Con un lenguaje cercano, amigable y simpático, lograba atravesar los corazones de todas las personas. A través de sus canciones, expresaba su fe, su amor por Dios y su profundo deseo de ver a otros experimentar una relación personal con Jesucristo. Sus letras eran francas y desafiantes, instando a los oyentes a considerar seriamente su fe y a vivir una vida comprometida con Cristo.

«Nos estábamos ahogando en risas, y teníamos mujeres a las que abrazar,

Y esto duró bastante tiempo, mi padre me había dado mucho,

Pero cuando mis bolsillos estuvieron vacíos, todos mis amigos me dejaron pudrirme.

Luego, una hambruna golpeó y drenó la tierra,

Dondequiera que miraba veía hambre, y no había trabajo por ningún lado,

Deambulé por las calles de la ciudad, compitiendo por la comida de estaba tan orgulloso

Finalmente encontré un empleo, alimentando cerdos en una granja,

No me trataron con amabilidad, tuve que dormir en el granero».

Fragmento de la canción «The Prodigal Son Suite» de Keith Green.

Lo que no cambió de forma inmediata fue su público. Muchos de sus seguidores anteriores estaban atraídos por su búsqueda espiritual insaciable y se ofendieron con Keith porque él decía ya haber hallado lo que buscaba.

«La iglesia no tiene esta música. Yo quiero cantarle a gente como yo».

Decía Keith

El 20 de mayo de 1977, lanzó su primer material discográfico titulado «For Him Who Has Ears to Hear» (Para el que tiene oídos para oír). Este álbum no solamente dio inicio a su carrera sino que marcó la manera en que iba a grabar todas las canciones en el estudio, debido a que durante la grabación de este disco los productores no lograban encontrar ese «no sé qué» que Keith transmitía en vivo a la hora de expresar sus canciones. Green grababa por un lado las voces y por el otro el piano continuamente, pero el resultado no tenía vida.

Tapa del disco «For Him Who Has Ears to Hear».

Hasta que en un momento, el productor Bill Maxwell le propuso grabar como si estuviera tocando en vivo: su voz, con su piano en simultáneo. Y ahí estuvo la clave. Su conexión con el piano convertía una canción en un mensaje poderoso. Con esta técnica lograron un sonido real y llenó a Keith de una gran energía en cuanto a su fe.

Ese primer álbum ocupa el quinto lugar en la lista de los 100 mejores álbumes de música cristiana de la revista CCM. Keith Green emergió como uno de los líderes más influyentes de la música cristiana contemporánea.

Al paralelo de su carrera musical, Keith Green también se destacó por su compromiso con el ministerio y la ayuda a los necesitados. Junto a su esposa, Melody, fundó «Últimos Días Ministerio», una organización sin fines de lucro que se dedicaba a compartir el evangelio y proveer asistencia a personas desfavorecidas y apoyar a misioneros en todo el mundo.

Tapa de una revista de The Last Days Ministries.

De repente, Keith se había convertido en una estrella, cosa que no le gustaba en absoluto, ya que estaba muy enfocado en el trabajo ministerial y su familia, ya que tuvo con Melody tres hijos.

«Si no vinieron a que Jesús les hable, mejor váyanse a casa. Porque la razón por la que estoy aquí es para que Él hable», decía en sus conciertos.

Su casa se había llenado ya de 14 personas que ellos habían rescatado de la pobreza. Por lo que decidieron comprar la casa al lado. Pero al cabo de menos de un año llegaron a tener 7 casas con quizás 75 personas, en las que trabajaron con la recuperación de drogadictos, prostitutas, miembros de bandas de moteros, personas sin hogar y muchas niñas embarazadas solteras que necesitaban refugio y seguridad. Brindaron un discipulado que llevó a muchas de esas personas a encontrarse de frente con Cristo y que luego abandonaron la casa para vivir una vida más ordenada dedicada al Señor.

En la actualidad, su ministerio se encuentra más activo que nunca, trabajando fuertemente en contra del aborto y la orfandad.

A lo largo de su carrera musical, lanzó un total de 5 álbumes: «For Him Who Has Ears to Hear» (1977); «No Compromise» (1978); «So You Wanna Go Back to Egypt» (1980); «The Keith Green Collection» (1981); «Songs for the Shepherd» (1982). Realizó giras por todo el país y fue recibido en múltiples programas de televisión.

Desgraciadamente, el 28 de julio de 1982, a la edad de 28 años, él y dos de sus hijos de 3 y 2 años murieron en un trágico accidente de avioneta. Su fallecimiento dejó un vacío en la comunidad cristiana y en la industria musical, pero su legado continúa vivo a través de sus canciones y el impacto que tuvo en la vida de millones de personas.

Muchos de los grandes referentes de la música cristiana, como Michael Smith, Rich Mullins, Petra, Steve Green, Steven Curtis, entre otros que fueron y son inspirados por lo que Cristo hizo en su vida a través de la música.

Hoy se cumplen 41 años de su fallecimiento y esta nota está dedicada a lo que el Señor hizo a través de la vida de este joven que de una manera muy particular comunicó el mensaje del Evangelio con una convicción y pasión sin igual.

Recordamos a aquel músico que después de encontrar a Jesús descansó y se dedicó a compartir las buenas nuevas a través de melodías eternas.

«Él manda gente a tu puerta y le das la espalda y le dices Dios te bendiga, ve en paz. El cielo acaba de llorar. Porque Jesús vino a tu puerta y lo dejaste afuera en la calle».

Fragmento de la canción «Asleep In The Light» de Keith Green.
Rodrigo Acosta
Rodrigo Acosta
Músico, productor y compositor argentino. Forma parte de la banda Fila 9 desde el año 2016 como bajista y segunda voz.

Otras

CRISTIANAS

hola
Enviar Whatsapp
error: Gracias por interesarte en las publicaciones de La Corriente, para su uso o difusión, por favor escribirnos a [email protected]