En la institución, la mitad de los profesionales aseguraron que aludirán a la objeción de conciencia.
Luego de entrar en vigor la ley que despenaliza el aborto en Argentina, el municipio de Ezeiza informó que cuentan con toda la estructura necesaria para llevar a cabo las intervenciones en el Hospital Zonal Alberto Antranik Eunerkian. Sin embargo, el 50% de ginecólogos y obstetricias del centro médico se manifestaron en contra de la nueva disposición.
El director del Hospital Eunerkian, Juan Ciruzzi, declaró al diario Clarín que “entre el servicio de Ginecología y Obstetricia, que son los que participan en estos casos, hay un 50% que se declaró objetor de conciencia” y agregó “sin embargo, si existe una complicación médica en el proceso de interrupción, como una hemorragia o infección, los médicos deberán atenderla más allá de ser objetores”.
Desde Hospital Zonal Alberto Antranik Eunerkian animaron a que las mujeres que tienen embarazos no deseados, con menos de 14 semanas de desarrollo, concurran para iniciar un tratamiento inducido por misoprostol
Ante la negativa significativa de los profesionales de salud, las autoridades del hospital optaron por tener en cuenta a los médicos que se expresaron a favor de la ley para realizar abortos. Pero Ciruzzi explicó que “en caso de existir un conflicto de intereses entre la paciente y los adultos, siempre se tiene en cuenta el interés superior del paciente».
El director detalló cómo se lleva a cabo el protocolo para una intervención de este tipo “se hace un estudio de laboratorio para confirmar el embarazo y a partir de eso se realiza lo que se llama una consejería. Se informa al paciente cuales son las posibles complicaciones y se asegura la privacidad. Se lleva a cabo la contención, respetando la autonomía de su decisión, y a partir de ahí, si acuerda con la interrupción, se cita al paciente en un lapso de diez días».
Este grupo de ginecólogos y obstetricias buscan marcar un precedente a nivel nacional para inspirar a todos sus colegas a defender sus convicciones y creencias en favor de las dos vidas.
A pesar de que los procedimientos proponen darle un marco de contención y seguridad sanitaria a la mujer que decide abortar, todas estas garantías y procedimientos no resguardan la vida del niño por nacer, legalizando y creando un protocolo para la muerte de los niños.