La estrella de la famosa serie sitcom contó cómo se dejó encontrar por Dios en el momento más oscuro de su vida.
Matthew (mejor conocido como Chandler Bing, por su personaje en la reconocida serie Friends, que finalizó en 2004) conmocionó al mundo ultimamente con su historia sobre su conocida batalla de años con las drogas y el alcohol. Recientemente, expuso detalles sobre su camino hacia la recuperación, a partir de una oración sincera a Dios, que jugó un papel clave en su búsqueda por dejar las adicciones.
Su personaje en Friends era sarcástico, encantador, siempre dispuesto a pasar un buen rato, y aunque Perry fue capaz de actuar frente a la cámara, detrás de escena vivió una tortuosa batalla.
«Para cuando tenía 18 años, bebía todos los días. En ese momento bebía mucho con amigos, y luego, a la 1:45, decía ‘Me voy a casa’, y corría a una licorería, compraba una botella de vodka y bebía todo lo que había bebido con los otros muchachos esa noche», le dijo a Diane Sawyer, en una entrevista con Nightline.
Perry trató de ocultar su creciente adicción a amigos, familiares y compañeros de trabajo durante muchos años. Entonces, un día, se enfrentó a su coprotagonista Jennifer Aniston.
«Estoy realmente agradecido con ella por eso», relata él. En sus memorias, Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing, Perry comenta que cree haberse desmayado varias veces porque no recuerda haber filmado algunas escenas.
Cuenta que, en un momento, llegó a tomar hasta 55 pastillas de Vicodin al día. “Me la pasaba en una habitación oscura, reuniéndome con nada más que traficantes de drogas, completamente solo, durante meses», compartió. “La adicción es una obsesión de tu mente que te dice: ‘ahora dame todo lo que me diste antes y más’”, dijo el actor
Una sobredosis de opioides provocó la explosión del colon y una estadía prolongada en el hospital, informa el Daily Citizen. «Me dieron un 2% de posibilidades de sobrevivir a la noche», dijo Perry a Bill Maher, de HBO. «No me dijeron eso, obviamente, porque yo no estaba realmente allí, pero le dijeron a mi familia. Y me pusieron en una cosa llamada ECMO [máquina de oxigenación por membrana extracorpórea]. Cinco personas estaban en ECMO esa noche, y las otras cuatro murieron, y de alguna manera, lo logré”.
En su desesperación por ser libre de las adicciones, probó todos los métodos, pero no fue hasta que tuvo un encuentro con Dios que su vida dio un giro.
«‘Dios, por favor, ayúdame”, susurré. ‘Muéstrame qué estás aquí. Dios, por favor ayúdame'».
Relata Perry en sus memorias.
Continuó: «Mientras estaba arrodillado, la luz lentamente comenzó a hacerse más y más grande hasta que fue tan grande que abarcó toda la habitación. ¿Qué estaba pasando? ¿Y por qué comenzaba a sentirme mejor?».
«Empecé a llorar», explicó. «Realmente comencé a llorar, ese tipo de llanto incontrolable que sacudía los hombros. No estaba llorando porque estaba triste. Estaba llorando porque, por primera vez en mi vida, me sentía bien. Me sentía seguro. Décadas de lucha con Dios, y lucha con la vida y la tristeza, todo estaba siendo arrastrado, como un río de dolor que se pierde en el olvido».
«Había entrado en la presencia de Dios. Estaba seguro de ello. Y esta vez había orado por lo correcto: ayuda», dijo Perry.
Perry acredita ese encuentro con Dios como la razón por la que se mantuvo sobrio durante los siguientes dos años. «Dios me había mostrado una pizca de lo que podría ser la vida. Me había salvado ese día y para todos los días, pase lo que pase. Me había convertido en un buscador, no solo de la sobriedad y la verdad, sino también de Él», escribió Perry.
El ministro cristiano Shawn Bolz, fundador de Bolz Ministries, a menudo cubre las conexiones entre la fe y la industria del entretenimiento. Bolz compartió en un podcast reciente que está emocionado de ver lo que Dios haría en la vida de Perry.
«Guau, ¡qué historia!», dijo. «Piensas en una persona como Matthew Perry, que ha pasado por tanto públicamente, y ahora Dios está operando en él», añadió.
La vida del actor que vimos en la serie ya no existe. Hoy nos encontramos con una persona rota que decidió renunciar a su vida para entregarla a Cristo, y, como resultado, fue libre de sus adicciones. Hoy, Matthew Perry contribuye a causas y fundaciones que trabajan sobre las adicciones. Publicó su libro autobiográfico en donde relata su experiencia con Dios y se encarga de visibilizar este problema en los grandes medios de comunicación.