Preocupación por la gran cantidad de incendios forestales sufridos en estos dos años.
Desde enero del 2020 hasta esta última semana, las llamas arrasaron el equivalente a cincuenta y nueve veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires, algo que no se registraba hacía veinte años en la Argentina. Según los registros del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), el noventa y cinco por ciento fueron provocados por el hombre.
En dicho período las llamas arrasaron un millón ciento setenta y ocho mil ochenta y ocho hectáreas, esto es once mil setecientos ochenta kilómetros cuadrados, y en lo que va de 2021 ya fueron quemadas veintiseis mil hectáreas. Las provincias más comprometidas fueron Córdoba y Entre Ríos, que acumulan entre ambas el cincuenta y cinco por ciento del total de la forestación carbonizada. Los lugares más afectados por las llamas fueron la zona serrana y el delta del Paraná.
El SNMF remarca que los incendios fueron provocadas por causas antrópicas, esto quiere decir que son originadas por el hombre, principalmente por negligencia o intencionalidad para deforestar. Entre las primeras se encuentra el uso del fuego para la preparación de áreas de pastoreo, el abandono de tierras, las fogatas y las colillas de cigarrillos mal apagadas.
Los incendios generan una alteración significativa en el sistema natural que provoca: la pérdida de biomasa y pérdida de especies características de la región. El impacto más notorio sobre la fauna se presenta en la pérdida de su hábitat, lo que reduce la diversidad y su abundancia relativa, con un efecto que se prolonga en el tiempo luego de que pasan las llamas.
Entre enero y el 13 de febrero de 2021, el SNMF, registra una quema total de 26.157,78 hectáreas. En este período, Ríos Negro encabeza la lista de las provincias más afectadas por los incendios, con nueve mil ochocientas cincuenta y seis hectáreas arrasadas por el fuego. En segundo lugar, se ubica la Pampa con 5.075 hectáreas; Buenos Aires, con 5.050 hectáreas; Mendoza, con 1.985,50 hectáreas; Santa Cruz, con 1.916,19 hectáreas.
En diciembre pasado el Congreso sancionó una ley que desalienta los emprendimientos inmobiliarios y cambios de actividades agrícolas en las zonas incineradas. La medida busca desalentar la quema de tierras que se realizan de forma intencional con fines de explotación económica.