En Corea del Sur hay un movimiento creciente para orar por la libertad de sus vecinos del norte en medio de la incertidumbre
Desde que terminó la Guerra de Corea en 1953, Corea del Norte se ha convertido en una de las dictaduras más peligrosas del mundo. La frontera entre las “Coreas” está llena de barreras para mantener alejados a los infiltrados norcoreanos.
Hace setenta años, se firmó un armisticio para dividir Corea del Norte y Corea del Sur. Ahora, millones de coreanos oran por la reunificación del país.
Yong Hee Lee, presidente del Movimiento de Oración Esther, comentó: “Oramos todas las noches por la liberación de ese pueblo coreano, y todos los miembros del país deben gritar juntos por la libertad de ellos”.
Cada noche, durante los últimos 17 años, desde las 10 pm. hasta las 3 am, los intercesores del Movimiento de ‘Oración Esther’ se han reunido para orar.
El presidente del movimiento dice que después de enterarse del horror en Corea del Norte, le pidió a Dios que le diera un corazón con carga por la gente de allí: “Durante días, no puedo comer, no puedo dormir, pensando en lo que sucede en Corea del Norte. Los niños están preparados para morir. Entonces, decidí que hasta que esas personas coreanas puedan escuchar libremente el Evangelio, todas las noches haré una reunión de oración continua, para interceder por ellos”.
Actualmente Corea del Norte se encuentra entre los peores en muchas de las categorías mundiales relacionadas con la calidad de vida: ocupa el puesto más bajo en democracia, libertad económica y libertad de expresión; es el más alto en esclavitud y soborno, y por último, es el número uno en la persecución cristiana.
Durante décadas, Corea del Norte ha estado dirigida por un culto a la personalidad de tres generaciones de líderes: “no tienen la oportunidad de escuchar el Evangelio, y además tienen que idolatrar a su dictador. Oramos por ellos, para poder liberarlos de la esclavitud a la que están sometidos”, dijo Lee.
Sostiene que los campos de prisioneros en el norte se parecen a los campos de exterminio nazis. Dibujos hechos por personas que viven allí muestran algunos de los horrores que sufren en ese lugar. Los guardias ponen a niñas pequeñas sobre el fuego y algunos prisioneros, muchos de ellos cristianos, son sometidos a experimentos químicos.
“Cuando hablo sobre la situación político-económica, no hay respuesta. Tan delicada, tan compleja. Por eso, simplemente le pido al Señor: ‘Tú eres la respuesta perfecta. Abre tu sabiduría’. Entonces, confío perfectamente en el Señor. Él está abriendo puertas”, expresó el presidente.
En el 70° aniversario de la división de la península de Corea, el profesor Lee comparó este tiempo con el momento en que los judíos fueron liberados de Babilonia. Está pidiendo a los cristianos de todo el mundo que se unan a la oración para que el pueblo de Corea del Norte sea libre.
“Animo a todos los miembros de las iglesias en el mundo a orar juntos por el pueblo de Corea del Norte. Este es el momento, el Señor romperá la guerra y destruirá la autoridad de muerte sobre Corea del Norte, y entonces el Señor salvará a ese pueblo coreano”, concluyó.