Las iglesias descriptas en el último libro de la Biblia han sido utilizadas muchísimas veces como parte de prédicas, mensajes, libros, etc. Como sucede con el resto del libro, estas están cargadas de mucha simbología y características naturales pero que representan algo sobrenatural. 

Hay muchas interpretaciones con respecto a estas iglesias y lo que representan. Una de las que, personalmente, más he escuchado es que cada una de ellas representa a la iglesia global, en distintas etapas históricas. 

El número de ellas, el siete, por ejemplo, también es representativo, debido a que este número se utiliza varias veces en las Escrituras. La cantidad de lámparas que había delante del trono es un claro ejemplo de ello. Por lo tanto, no es que solo estuvieran interesados en siete iglesias, sino que forma parte de la interpretación que se hace en todo el libro. Dejando de lado la escatología —el estudio del fin de los tiempos— me gustaría concentrarme en algunos detalles interesantes de ellas. 

Iglesias turcas

Lo interesante de esta serie de iglesias es que todas ellas se encuentran en el actual país de Turquía. Como dice la Biblia Arqueológica NVI, lo más probable es que se eligieran estas localidades debido a que se podían recorrer a caballo en un camino casi recto.

Todas ellas estaban localizadas en la parte oeste del país, casi en la frontera con la actual Grecia. Estas eran zonas complejas debido a que tenían mezclas de la herencia griega, romana —junto con sus ídolos y costumbres paganas— y, por último, el cristianismo que estaba creciendo cada vez más. La “mezcla” no termina allí, sino que, en el siglo decimoquinto, tendrá lugar la invasión musulmana. 

Mapa: www.churchofjesuschrist.org

Las características naturales como ejemplo de lo espiritual

Al parecer, estas ciudades tenían particularidades geográficas que representaban a lo que estaban viviendo sus iglesias. 

Como dice la Biblia antes referenciada, la “sinagoga de Satanás”, que se menciona en los capítulos 2:9 y 3:9, puede referirse al culto imperial a la estatua del emperador, en el cual los cristianos no participaban, lo que los dejaba al descubierto. El trono de Satanás, en la iglesia de Pérgamo, parece indicar la estatua del emperador, la cual se encontraba en dicha ciudad. 

Esta zona del país ha sufrido varios terremotos y sismos a lo largo de su historia. Es por esto por lo que Filadelfia pudo tener la promesa de ser parte del templo de Dios y nunca más sacarlos de ahí. ¿Por qué esta promesa? Debido a que los filadelfos vivieron mucho tiempo alejados de las ciudades, por temor a nuevos temblores. 

En Laodicea, eran comunes las aguas termales del terreno. También tenían acueductos cercanos, con agua fresca, que abastecía a la ciudad. Por esto, ellos entendieron perfectamente la advertencia de ser fríos o calientes, no tibios. 

Sin registros de los primeros cristianos

De estas ciudades se sabe su ubicación actual, pero hay un problema: no hay registros arqueológicos de los cristianos en ellas. Esto no significa que lo que diga la Biblia sea incorrecto, sino que las sucesivas guerras y el descuido han hecho su parte. 

Como afirma Báez-Camargo en su libro Comentario arqueológico de la Biblia, en la ciudad de Esmirna no se encuentra casi ningún registro arqueológico que dé testimonio de la iglesia que iba a recibir “la corona de vida” (Caribe, 1979). En cuanto a Pérgamo, solo hay iglesias de la época bizantina, es decir, 400 o 500 años después de que fuera escrito el Apocalipsis. Sí hay restos de la gran ciudad romana, con sus murallas, templos o anfiteatros. 

Tiatira también conserva solo algunas columnas de mármol, pero nada importante o significativo. También son de la época del Imperio bizantino y ya contienen algunas características diferentes a la iglesia primitiva. Por ejemplo, imágenes de santos u otro tipo de parecido, a la que le rendían culto. 

En cuanto a Filadelfia, solo hay ruinas de una iglesia del siglo XI d. C. Nada cercano referido a los primeros siglos cristianos.  Adeemás, en la ciudad de Sardis (Sardes) sí hay una iglesia de los primeros siglos, de característica cristiana. Sin embargo, esta es muy pequeña. Como curiosidad hay que mencionar que estaba cerca de un templo romano dedicado a la diosa Artemisa. 

Actuales ruinas de la ciudad Sardis. Crédito: viatorimperi

Para concluir, y espero no haberlos abrumado con información arqueológica, Laodicea tampoco contiene grandes ejemplos de cristianismo de los primeros siglos. Solo hay una posible teoría de donde podría haber estado una iglesia cristiana. La ciudad fue abandonada en el siglo tercero o cuarto. 

¿Qué sucedió en estos lugares? Como dije antes, pues mucho tiempo. Pero también, al estar cerca de Grecia, fueron saqueadas o destruidas por la guerra greco-turca de 1922. En muchos de estos lugares, aún se siguen realizando excavaciones que quizás encuentren restos cristianos. 

Guido Márquez
Soy de Mendoza, Argentina. Profesor de Historia y casi Licenciado en Turismo. Espero que en mis notas no encuentres respuestas, sino preguntas. Que puedas mirar al pasado para enriquecerte, no para aburrirte.