Prefectura rescató a dos familias que estuvieron a la deriva por más de siete horas.
El jefe del personal naval de Entre Ríos, Hugo Alegre, informó a la prensa local que se realizó un operativo durante el domingo a la noche, a partir de dos llamados con mucha interferencia que se recibieron en la central de emergencia náuticas. Los prefectos corroboraron el faltante de flotas en embarcaderos de la zona y, luego de detectarse la desaparición de un catamarán, se inició la búsqueda a partir de las 21 horas.
Leonardo Versalli estaba a cargo de la embarcación que se hundió, en la que se encontraba con sus tres hijos y un amigo que lo acompañaba junto a sus dos niños. Los cincos menores, de entre 7 y 14 años de edad, permanecieron más de seis horas aferrados a una conservadora para no morir ahogados.
Versalli detalló a radio Chajarí que “en el regreso por el lago a Federación, cerca de las 21:30 horas, sintieron un golpe en uno de los flotadores de su catamarán y este se comenzó a hundir rápidamente, primero de un costado y luego en su totalidad “.
A pesar de que la embarcación era segura, y el agua estaba tranquila, creen que chocaron con un tronco u otro elemento contundente, y eso habría sido lo que rompió el flotador del buque. “Tuvimos un Dios aparte, veíamos que las embarcaciones pasaban cerca pero no nos veían”, describió el timonel de la embarcación.
Todos aferrados a la pequeña conservadora, y con los chalecos salvavidas puestos, patalearon constantemente en un intento de llegar hasta tierra firme. Sin embargo, todavía se encontraban a más de mil metros de la costa cuando una embarcación de Prefectura logró divisarlos pese a la oscuridad de la noche. La fuerza naval rescató a los dos hombres y los cincos niños alrededor de las 3 de la madrugada.
Como bien dijo Leonardo Versalli, tuvieron un Dios aparte que no permitió que esta historia termine en tragedia.