“Negar que la maternidad tiene base biológica es una jugada peligrosa para desarmar a la familia y dejarnos más vulnerables al control del sistema”.
La maternidad, un pilar fundamental en la construcción de la familia, está siendo cuestionada como nunca antes. María José Binetti, investigadora del CONICET, compartió recientemente en el programa GUADAVIBES cómo la Universidad de Buenos Aires aplica una política de género que, según ella, busca desbiologizar conceptos esenciales como el sexo y la maternidad. Durante su intervención, afirmó:
«El sexo y la sexualidad nos atraviesan como personas de manera integral. No es ni biológico ni cultural; es un atravesamiento transversal».
Hoy, hablar de diferencia sexual o de maternidad es visto por algunos como biologicista o esencialista. Sin embargo, Binetti argumenta que la maternidad no puede desligarse de su base biológica, ya que lo humano abarca lo biológico, lo psicosocial y lo espiritual:
«No trabajo con la categoría de género, sino con la categoría de diferencia sexual».
La ideología Woke y la desbiologización de la maternidad
La ideología Woke sostiene que las identidades deben desligarse de los constructos biológicos, postulando que el sexo es únicamente una percepción individual. Para esta corriente, la maternidad se convierte en un concepto cultural que puede ser redefinido, pero ¿cuáles son las consecuencias de esta perspectiva?
Según Binetti, desbiologizar la maternidad equivale a atacar directamente la institución de la familia. Esto no amplía derechos, sino que introduce confusión y división. Sin un reconocimiento de la biología humana, conceptos como el «sexo legal» terminan eliminados, dejando paso a nuevas categorías basadas únicamente en la autopercepción.
¿Por qué quieren borrar la maternidad?
Negar el vínculo biológico entre madre e hijo debilita a la familia y da lugar al control estatal. Sin familias fuertes, los individuos quedan más expuestos a ser manipulados por sistemas que buscan manejar emociones, creencias y valores.
«Si te sacan la idea de madre, te sacan el concepto de familia», explica Binetti.
La maternidad: un diseño divino
Para quienes valoramos la verdad bíblica, la maternidad es mucho más que un rol: es una misión sagrada. La Palabra de Dios nos enseña su importancia a través de pasajes como Isaías 66:13:
«Como madre que consuela a su hijo, así os consolaré yo».
También en Salmos 127:3 leemos:
«Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa».
La maternidad no es un constructo cultural ni un capricho ideológico; es un vínculo diseñado por Dios que trasciende cualquier discurso humano. Protegerla es defender la verdad, la humanidad y el diseño divino.
Conclusión
Frente a las ideologías que buscan desnaturalizar la maternidad, los cristianos somos llamados a resistir y proclamar la verdad de Dios. No se trata solo de defender nuestras convicciones, sino de avanzar en la construcción de familias fuertes, arraigadas en los valores del Reino de Dios.
Porque al final, no hay ideología que pueda contra la verdad eterna y el diseño perfecto de nuestro Creador.