En la vida de nosotros, los seres humanos, hay temas más o menos relevantes, algunos más superficiales y otros muchos más profundos.

Deberíamos saber cuáles son aquellos asuntos que merecen nuestra atención primaria para poder tratar con ellos a tiempo y no que, por descuidarnos, se transformen luego, en algo muy difícil de solucionar. En esta oportunidad, la falta de perdón.

El perdón no es un concepto superficial. Dios lo toma en serio. Tan en serio que Él no nos ha dado una opción en cuanto al perdón. Y esto amerita nuestra consideración, porque dice claramente el autor de este libro, John MacArthur: no puede haber intimidad con Dios y amor hacia otros en un corazón donde moran la amargura y la falta de perdón.

“PERDÓN: NADA ES MÁS AJENO A LA PECAMINOSA NATURALEZA DEL SER HUMANO”.

Somos demasiado fluctuantes sobre el concepto que tenemos del perdón, porque vamos variando de acuerdo al lugar donde nos encontremos al momento de lidiar con este asunto. Cuando estamos en el extremo receptor de la misericordia, naturalmente, tendemos a tener el perdón en alta estima, como una de las virtudes más excelsas; pero cuando somos la parte agraviada, el perdón parece algo inadmisible. Y,  es muy certero MacArthur, al señalarnos esta verdad en nosotros ya que cuando estamos viviendo tiempos donde, este asunto está en su auge, realmente desconocemos qué hacer, cómo y por sobre todas las cosas por qué.

Es sustancial tener un vasto conocimiento sobre el perdón para poder así transitar el camino sinuoso que se presentará antes de llegar finalmente a la meta, que nos dará como premio la libertad que tanto estamos deseando por haberla perdido al no haber tratado con este tema a tiempo.

Este escrito nos permite comenzar desde las bases, y en cuanto al perdón y la falta de él se trata; es sumamente necesario saber qué piensa Dios al respecto y en qué condición se encuentra la humanidad toda, frente a Él.

“Dios mismo prohíbe expresamente que se declare como justa y recta a una persona pecadora. Pero las escrituras nos dice que Dios sí justifica al impío. Él se niega a tomar en cuenta sus maldades. Él los declara justos, perdonando completamente sus pecados. ¿Se da cuenta por qué el Evangelio es una noticia tan buena?”

Para comenzar, necesitamos el perdón de Dios hacia nosotros, y desde el primer capítulo, el autor nos mostrará las razones, el medio y los resultados a la luz de la Biblia, porque así ha sido establecido por Dios y ese es el único camino hacia la libertad, dejando atrás una vez y para siempre la esclavitud del pecado en nuestras vidas. 

Cuando finalmente hemos avanzado en la lectura de este libro, acerca de cómo estar a cuentas en lo personal con Dios, es tiempo de comenzar a mirar hacia nuestro entorno y ver cómo resolver los asuntos pendientes respecto a la falta de perdón que tenemos con nuestros pares.

Es impensable que un cristiano decida voluntariamente no perdonar. Así comienza un capítulo que marcará la diferencia en el modo de vida de cada uno de nosotros y esto ocurrirá si comprendemos su contenido seriamente, aquello que modificará nuestra conducta de manera permanente.

El escritor transmite seriamente lo grave que es para un hijo de Dios perdonado por gracia inmerecida, no extender perdón hacia sus semejantes y dice:

 “LOS QUE HEMOS SIDO PERDONADOS POR DIOS MISMO, NO TENEMOS NINGÚN DERECHO DE NEGARLE EL PERDÓN A NUESTROS SEMEJANTES”.

Puesto que, Dios nos manda a perdonar a otros, “… perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en CristoEf. 4:32, negarse a hacerlo es un acto de directa desobediencia contra Él. Y acota MacArthur: “permítame decirlo llanamente, negarse a perdonar es un pecado horrible”.

El reflejo de Dios en nosotros se puede ver cuando perdonamos, porque se revela Su carácter mediante nuestras acciones. Y esta es una de aquellas que son esenciales, porque recuerde, de allí tuvimos que partir para poder, antes que nada, sabernos reconciliados con Dios al ser perdonados mediante la obra de Jesucristo.

La Biblia es clara respecto a cuánto desprecia Dios a un hombre o mujer que no tiene un espíritu perdonador. Si acaso, llegado a este punto, ha notado que necesita considerar el perdón hacia alguien en particular, está en el lugar indicado, y créame, la misericordia de Dios y la bondad del Espíritu Santo lo ha guiado hasta este sitio para que no continúe su vida sin haberse librado de este peso tan difícil de sostener y esta atadura tan imposible de desligar por cuenta propia.

“EL PERDÓN CUESTA MUCHO. EL PERDÓN REQUIERE QUE PONGAMOS A UN LADO NUESTRO EGOÍSMO”.

Nuestra naturaleza humana tratará de inclinar nuestra voluntad hacia el lado contrario del perdón y será un tiempo de lucha muy fuerte. Pero, en este libro, encontraremos herramientas que nos ayudarán a pugnar con este tema y no perder la batalla en el intento. Necesitamos la ayuda de Dios.

Cada capítulo, a partir de “Perdonándonos unos a otros” nos ayudará a mirar hacia dentro de nosotros mismos y nos acompañará en este largo y tedioso andar de lucha interna que viviremos para llegar finalmente, a soltar el perdón que Dios nos dice, debemos hacerlo. Pero el propósito es gozar de absoluta libertad y todas las múltiples bendiciones que trae en consecuencia.

“BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS PORQUE ELLOS ALCANZARÁN MISERICORDIA”. Mateo 5:7

No querrá usted perderse la oportunidad de ir de la mano, en este camino, de la Palabra de Dios y la comprensión que tiene el prestigioso comentarista Bíblico John MacArthur sobre el perdón. Este escrito, sin dudas, va a satisfacer todas y cada una de las preguntas que tenga al respecto.

Si está usted leyendo estas líneas, es porque el mismo Espíritu lo ha traído hasta aquí. Lea este maravilloso libro y podrá dar testimonio personal acerca de saberse perdonado y saber perdonar y cuánto obtendrá por ganancia. “La libertad y el poder del perdón”, imposible leerlo tan solo una vez.

john macarthur

Título: La libertad y el poder del perdón

  • Autor: John MacArthur
  • Páginas: 256
  • Año: 1999