¿Por qué la Escritura le llama a la Ley del Antiguo Pacto “ministerio de muerte”? ¿Acaso un Dios de vida puede producir muerte también?

¿Por qué los mandamientos dados a Moisés Pablo los llama “ministerio de condenación”? La misma ley que en el hombre produjo muerte y condenación es la ley que cumplida en Jesús produjo vida y salvación.

Es muy normal, al leer las Escrituras, confundir Antiguo y Nuevo Testamento con Antiguo y Nuevo Pacto. En la Biblia nos encontramos con dos grandes divisiones, usted las conoce: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento y si bien la palabra “testamento” cuando se escribió en el hebreo más antiguo uno de sus significados es “pacto” entendemos que los “Pactos de Dios” están claramente marcados en las escrituras. 

El llamado Antiguo Pacto comienza puntualmente cuando Moisés baja del monte con los mandamientos, lo que también llamamos “la ley”, esta ley nada solucionó, por el contrario, el pueblo de Israel experimentó un grado mayor de rebeldía y frustración al comprobar que era prácticamente imposible obedecer en su totalidad los mandamientos de Dios expresados en esas tablas de piedra. 

«ERA IMPOSIBLE POR MEDIO DE LA LEY QUE EL HOMBRE SE ACERCARA AL DIOS DE LA VIDA»

Pastor Marcelo Roldán

El apóstol Pablo explica a la iglesia en Corinto: “Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe”, Gálatas 3:23,24.

La fe de la que habla el apóstol Pablo no es un acto de coraje, sino una sustancia que expresa al Hijo, a Cristo. La ley fue nuestro “pedagogo”, nos cuidó al ponernos límites, pero era imposible cumplirla para el hombre, porque la ley nos manda a hacer algo que solo puede ser hecho por naturaleza, no por acciones humanas disciplinadas. 

«LA LEY DEMANDA ALGO EN EL HOMBRE QUE NO PUEDE SER PRODUCIDO POR ACCIONES HUMANAS, SOLO POR NATURALEZA»

Pastor Marcelo Roldán

Por esto Jesús vino a la tierra, a cumplir la ley y absorberla en sí mismo (Mateo 5:17) al cumplir la ley por completo, ir a la cruz y resucitar, la ley funciona en nosotros, pero no como una “letra externa” sino como una ley de vida en nosotros por medio del Espíritu de Dios.

“Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu?”, 2 Corintios 3:4 al 8.

  • Pablo certifica a la iglesia que toda nuestra competencia no proviene de nuestras capacidades, dones o talentos, sino que proviene de Dios. Y esto no menoscaba la capacitación y preparación que los tiempos que vivimos nos demandan. Pero eleva la esencia desde donde hacemos lo que hacemos. 
  • La competencia con la que Dios nos capacitó es para ser ministros de un nuevo pacto, este pacto es del Espíritu y por el Espíritu, mientras que el antiguo pacto era por la letra grabada en tablas de piedras. 
  • El apóstol Pablo, con autoridad, imputa a la letra como “asesina”, es decir, que produce muerte cuando queremos usarla para llegar a Dios. Esto significa que pone en un estado de sueño al espíritu, por esto en las escrituras “morir” está relacionado a “dormir”. Todo el que crea que puede acercarse a Dios por el conocimiento adormecerá su espíritu y el alma tomará el lugar de hincharse por medio de un conocimiento humano.
  • Las letras grabadas en piedras son llamadas “ministerio de muerte” porque vino a mostrarnos que estábamos muertos en delitos y pecados, pero Dios con su gran amor nos dio vida (Efesios 2:4,5).
  • La gloria que se había fijado en el rostro de Moisés era perecedera, porque la única gloria duradera estaba reservada para ser expresada a través del Hijo, Cristo en nosotros (Romanos 8:18 y 1 Corintios 2:7). 
  • Llamar a la ley, como lo hace el apóstol Pablo, “ministerio de muerte” nos da a entender que la ley como agente externo administraba muerte, porque el hombre estaba muerto en su espíritu desde que Adán eligió comer del árbol del conocimiento antes que del árbol de la vida en el huerto, que era la sombra de Cristo. 


«SI VIVIMOS BAJO LA LEY, DEBEMOS CUMPLIRLA AL PIE DE LA LETRA Y AUN ASÍ MANIFESTAREMOS MUERTE PERO SI ESTAMOS BAJO LA GRACIA CONOCEREMOS MÁS A CRISTO Y MANIFESTAREMOS VIDA»

Pastor Marcelo Roldán
Esposo y padre de dos hijos. Director y pastor presidente en “Vivir en Libertad” Asamblea de Dios, en Buenos Aires, Argentina. Desarrollador y generador de múltiples materiales para diferentes instituciones bíblicas, teológicas y áreas pedagógicas, enfocado en sus enseñanzas a aportar un mayor caudal de entendimiento acerca de los asuntos del Reino de Dios y el señorío de Cristo.