Kendra Harrison, conocida como Keni, nació en Clayton, Estados Unidos, el 18 de septiembre de 1992. Es una deportista que compite en atletismo, especialista en las carreras de vallas. Ganó una medalla de plata en el Campeonato Mundial de Atletismo de 2019 y una medalla de oro en el Campeonato Mundial de Atletismo en Pista Cubierta de 2018.
Su historia se volvió viral luego de los pasados Juegos Olímpicos 2020 realizados en Tokio, Japón. Tras obtener la de plata en la prueba de 100 m con vallas, agradeció a Dios después de asegurar una medalla.
Harrison ganó representando a los Estados Unidos, y en una entrevista con NBC posterior al evento, proclamó que “toda la gloria va para Dios solo por el hecho de haber tenido esta oportunidad”.
Además, sucedió que cinco años atrás, Keni, como se la conoce, entró a las pruebas de selección olímpicas como la favorita. Sin embargo, terminó en sexto lugar, lo cual impidió que compitiera en los Juegos Olímpicos de Verano en el 2016.
Dos semanas después de las pruebas olímpicas del 2016, Harrison rompió el récord en obstáculos. Seguido de esto, publicó un tweet con el video de ella rompiendo el récord mundial en el 2016, acompañado de la nota: “Soy un testimonio andante de cuán realmente increíble es Dios”.
Parte del video de Harrison en las pruebas olímpicas y en la competencia donde rompió el récord mundial, incluidos en el reporte de NBC, revelan que la atleta en ambas ocasiones llevaba una cruz en su cuello.
Adicionalmente, Kendra portó la cruz mientras hablaba con NBC News vía video en la parte final de la entrevista y también en la pieza del video que el noticiero exhibió mientras practicaba para los Juegos de Tokio.
Toda la gloria va para Dios solo por el hecho de haber tenido esta oportunidad
Kendra Harrison
“Aprendo de mis errores”, le dijo a NBC, de acuerdo a Christian Headlines. “El hecho de que sean mis primeros Juegos Olímpicos y llegar aquí, a este podio mundial, y representar a mi país con lo mejor de mis habilidades: toda la gloria va para Dios solo por el hecho de haber tenido esta oportunidad; el solo obtener una medalla de plata en esta plataforma, es sorprendente”.
Este comunicado posterior a la victoria no fue la primera vez que Harrison puso su fe en público. Su biografía de Twitter muestra la frase “Yo amo a Jesús”. En el 2018, ella le dijo a Athletics Weekly que el salto con obstáculos ha “permitido que mi fe cristiana crezca”.
La atleta, además, comentó: “Tener mi fe me ha permitido levantarme demasiadas veces cuando caí en este deporte. Sin este regalo que Dios me ha dado, no estaría donde estoy ahora”.
Harrison tiene una historia de vida dura, ya que nació dos meses prematura y fue adoptada cuando solo era una bebé. Con todo, está agradecida a su familia de diez hermanos por su apoyo.
“Ser adoptada y criada en una familia tan grande, y que mis hermanos vean el camino que he estado recorriendo… Espero que se enorgullezcan”, dijo Harrison.
Los comentarios de Harrison tras la participación que le hizo merecedora de una medalla de plata llegan junto con los de otros olímpicos que también han usado esta plataforma para darle crédito a su fe en Dios por los logros en las Olimpiadas.
Tal es el caso de la vallista y velocista Sydney McLaughlin, que a principios de este verano, tras asegurar un lugar para los Juegos de Tokio, dio “toda la gloria a Dios”, en una entrevista con NBC Sports.
“Honestamente, esta temporada, el solo trabajar con mi entrenador nuevo y mi nuevo sistema de soporte es realmente fe y confiar en el proceso”, dice ella. “No puedo pedir nada más, y realmente es un regalo de Dios”.