La historia de Jonás, de un hombre al cual se lo tragó un pez gigante por tres días, es, probablemente, la historia favorita de las Escuelas Dominicales.
Sin embargo, pocas veces nos centramos en el hecho de que, gracias a la obediencia de Jonás, “a los golpes”, si se puede decir, toda una ciudad se arrepintió de sus malos caminos. Cuando se observa la cantidad estimada de personas arrepentidas, nos damos cuenta de que no es poca la labor que realizó el rebelde profeta.
Como varias cosas escritas en la Biblia, genera algunas confusiones lo escrito en ella. No porque sea falso —aunque hay personas que afirmen tales cosas— sino porque podría obedecer a la escritura típica de la época.
Jonás y las confusiones que genera
En resumidas cuentas, la historia de este profeta es la siguiente: Jonás fue mandado a predicar en Nínive, orden que no cumplió y se fue a Tarsis. En el camino en barco se desató una gran tormenta, donde el resto de los marineros empezaron a tirar sus ídolos, intentando calmar el mar.
Sin embargo, Jonás asumió la culpa y pidió que se lo tirara al mar. Allí se lo tragó un gran pez, y lo tuvo tres días en su vientre. Allí se arrepintió y fue a Nínive a predicar que se arrepintieran de sus pecados. La ciudad se arrepintió y Dios, al final, no los castigó. Jonás se enojó y se sentó a las afueras de la ciudad, enojado con Nínive y con Dios.
El libro de Jonás genera varias repercusiones. Hay varios detalles y datos que generan largas discusiones sobre este libro profético. No sólo el hecho de estar tres días en el vientre de un pez grande sino por otros datos más.
El primer mito que todos, quizás, hemos repetido reiteradamente, es que no estuvo en el vientre de una ballena. La Biblia y sus diferentes versiones refieren a un pez grande.
Según la Biblia de Estudio Arqueológica, Versión NVI, hay otros aspectos en los que genera incertidumbre este libro (pág. 1511):
- Lo poco probable que un hombre sea tragado por un gran pez, dejando de lado si es una ballena o lo que fuera. Es dudoso que un ser vivo permanezca varios días sin ser digerido, lo que pone a prueba lo que creemos, es decir, nuestra fe.
- No existen otros registros históricos, fuera de los relatos bíblicos, que testifiquen una conversión en masa de la ciudad de Nínive.
- Las descripciones de la ciudad no concuerdan ciento por ciento con las excavaciones arqueológicas sobre la misma. Esto lo explicaré más abajo.
La Nínive arqueológica y la bíblica de Jonás
El relato bíblico cuenta que se necesitaban tres días para recorrer por completo la ciudad. Sin embargo, comparando con los resultados científicos, este tamaño sería exagerado (“Comentario arqueológico de la Biblia” de Baez-Camargo, 1979: pág. 204). Diversos comentaristas aportan al respecto que, en las excavaciones realizadas, tomando el diámetro que podría haber ocupado la ciudad, ésta se recorría en hora y media caminando.
Esto no contrastaría con lo expresado por Jonás, donde da una idea de una ciudad más grande, si se tienen en cuenta los alrededores fuera de las murallas de la ciudad. Esto abarcaría a zonas rurales o campestres, lo que, según el arqueólogo, se podría llamar “la Gran Nínive”. Además, podría abarcar otras pequeñas ciudades o aldeas alrededor de esta. Es lógico que, por cuestión de tiempo, algunos de estos lugares pueden haber desaparecido.
Cómo hay que verlo al libro de Jonás
Luego de todo esto que hemos analizado, lo del pez gigante, el tamaño de Nínive y la masiva conversión, pareciera ser que no se puede comprobar por otros medios extrabíblicos. Cualquiera podría pensar que se trata de un libro engañoso o mentiroso. Sin embargo, no es de tal manera.
Coincidiendo con lo que dice la Biblia Arqueológica antes mencionada, parece ser que este libro fue escrito mucho tiempo –años o quizás siglos— después de que estas cosas ocurrieron. En el momento en que se recopiló, la información que se tenía parece haber sufrido deformaciones —en gran medida, evidentemente—.
Lo más probable que haya sucedido es que se trató de escribir este libro profético, de modo de exaltar al pueblo israelita como un pueblo fiel, que lleva la verdad y que, por ello, logra grandes conversiones.
También se puede observar las dos caras: un pueblo fiel y uno pagano.
Sin embargo, el mensaje más importante de Jonás es que la voluntad de Dios se cumple, sí o sí, y que tiene misericordia y compasión por cualquier pueblo de la tierra.