Un grupo comando del ejército desbarató una red de iglesias que funcionaban en las casas y fueron acusadas de proselitismo religioso.
La agencia de noticias Fars, vinculada directamente al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, publicó un informe en el que narra cómo los soldados anónimos de Imam Zaman llevaron a cabo una operación coordinada en la que desarmaron una red de cristianos que se encontraba en varias provincias de Irán.
El Gobierno iraní considera a las iglesias cristianas que se reúnen en las casas cómo sionistas, sectas o grupos enemigos que atentan contra la religión y el estado oficial. Sin embargo, aquellos que tienen ascendencia siria o armenia son tratados de maneras más amistosas, porque ser mas ortodoxas y no tienen como objetivo la evangelización en esa región.
Todavía no hay información precisa de cuantos cristianos fueron detenidos o cuando ocurrieron los arrestos, así como tampoco dónde se encuentran actualmente. Desde distintos organismos internacionales que defienden la libertad religiosa exigieron que el régimen iraní que informe el paradero y la situación legal de los creyentes apresados.
Comunidado ONU
Días atrás las Naciones Unidas publicó un documento en el que le exigía al gobierno de Irán que brinde información sobre la persecución a la comunidad cristiana. En el texto se denunció al país de Medio Oriente por la criminalización de las religiones no oficiales y el avasallamiento sobre la libertad de expresión.
Como respuesta al comunicado del organismo internacional, el Consejo Superior de Derechos Humanos de la República Islámica de Irán negó absolutamente las acusaciones contra las violaciones a los derechos internacionales. Sin embargo, semanas después se multiplicó exponencialmente el ataque y la persecución a las iglesias en hogares cristianos.
La comunidad internacional espera que la ONU intervenga de una manera más drástica y sancione al país islámico por las reiteradas violaciones a los derechos humanos que ejerce sobre aquellos que profesan la fe en Jesucristo.