La fidelidad es una de las bases más fuertes para construir un matrimonio. Junto con la confianza, el respeto, la comunicación y el amor como pilares de una pareja, la fidelidad mutua es uno de los requisitos para que esta se sostenga y sea estable. Si bien la infidelidad es uno de los problemas más desafiantes se ha visto a lo largo de la experiencia clínica, y en la nuestra en nuestros consultorios en @cti.psicologia, cómo las parejas, a pesar del inmenso dolor que sienten, pueden superarla y aun así, salir fortalecidas. 

¿A qué llamamos infidelidad? ¿Qué se considera como tal? 

Estas son preguntas que suelen surgir en varias consultas, ¿es necesario el contacto sexual o basta con que se produzca una unión emocional? La definición del concepto de infidelidad es muy escurridiza, es muy subjetiva, y va a depender de qué es lo que sienta la persona engañada.

Créditos: Freepik

Amén de esto, hay dos factores determinantes que definen a la infidelidad, uno es el secreto y el otro es la intimidad compartida. Cuando hablamos de secreto, nos referimos a mantener un vínculo con una potencial pareja fuera del vínculo matrimonial, esto se mantiene oculto y los une a esta otra persona.

Por otro lado, la intimidad compartida hace referencia a mantener cualquier tipo de intimidad con una persona que no es tu pareja, esta intimidad no tiene que ser únicamente física, sino también puede ser emocional.

Compartir momentos con alguien que no es tu cónyuge, abrir tu corazón a un tercero y quedar emocionalmente atado, eso también puede ser considerado como infidelidad. 

La gran pregunta que muchos se hacen es, ¿se puede restaurar un matrimonio luego de una situación así? ¿La confianza puede volver a construirse? ¿Cómo?  Estas son las grandes incógnitas que tienen los matrimonios que están atravesando una situación como esta. En primer lugar, queremos decirte que hay esperanza, que sí se puede levantar un matrimonio que ha sido zarandeado por este tipo de situaciones, y que todo va a depender de la actitud de ambos para ser restaurados. 

El proceso será largo, y siempre se atraviesa mejor con la ayuda de personas capacitadas para esto. Se trabajan temas como el perdón, la confianza y la transparencia en el vínculo. Tanto quien fue engañado como quien traicionó la confianza, serán confrontados a trabajar aspectos personales en pos de tener un matrimonio íntegro y sano. 

Algunas claves para lograrlo son, primero, tener una actitud completamente sincera, donde haya transparencia y donde puedan aclarar todo lo que se requiera en la pareja. En segundo lugar, es importante que puedan interiorizarse en el tema, que puedan consultar con algún profesional que pueda orientarlos para tomar decisiones correctas, que exploren sobre lo que representa la infidelidad para cada uno, y que se respeten aun si piensan diferente. 

En tercer lugar, tengan paciencia, sepan esperar los tiempos, no intenten apurar el procesamiento de la información de su cónyuge, cada uno tendrá sus modos para aceptar lo que pasó y poder darle un significado. Y, por último, rompan cualquier tipo de vínculo que perjudique su relación.

Eviten cualquier situación que pueda hacerlos dudar de la transparencia y confianza que están tratando de construir. 

Se comienza de cero

Superar una infidelidad es, en parte, saber fundamentar de nuevo la relación sobre las bases de la confianza. Por eso, una vez que la pareja ha expuesto la situación y debatido ampliamente sobre el tema dejando al margen resentimientos iniciales, es necesario dejar claro que si se dan una segunda oportunidad se está partiendo de cero mediante un compromiso asumido por ambas partes. Esto implica que la persona que ha sido infiel sea consecuente con la oportunidad que se le está brindando y no vuelva a cometer el mismo error. 

Pero la otra parte también debe hacer el esfuerzo de continuar sin mirar atrás, evitando mencionar lo sucedido y caer en acusaciones o reproches, pues uno de los principales problemas a los que las parejas suelen enfrentarse tras haber vivido este tipo de situaciones es al clásico “perdono, pero no olvido”. Éste es el último eslabón dentro de la cadena, y sólo una vez que se llega a perdonar es que podemos comenzar a construir nuevamente. 

El perdón es una decisión basada en la acción.

Para finalizar, entendemos que, como muchas veces, la infidelidad puede nacer en el pensamiento o en una idea. Es fundamental que podamos aprender a gobernar y controlarlos. Seamos personas responsables en aceptar nuestras vulnerabilidades y no permitamos que este pensamiento o esta idea se procese tomando forma en nuestras emociones. De este modo será mucho más difícil ponerle freno. 

Creemos firmemente que Dios nos dotó de la capacidad para elegir y para tener la mente de Cristo, aprendiendo a controlar nuestros pensamientos. Es un camino por recorrer y, desde nuestros consultorios, damos herramientas para que esto suceda. Hemos visto en innumerables oportunidades la mano de Dios obrando en matrimonios que están dispuestos a ser ayudados. 

Fundadora y directora del Centro Terapéutico Integral. Psicóloga Clínica (UCA). Trabaja con adultos, parejas y familias. Posgrado en Centro Privado de Psicoterapias. Diplomatura en Terapia Cognitiva Conductual (Centro de Terapia Cognitiva).