La tragedia ocurrida en Corea del Sur ha sido un evento sin precedentes debido a la magnitud de los hechos y a la cantidad de personas que fueron damnificadas por lo sucedido, esto trajo que los principales líderes cristianos del país pidan oración por su territorio en medio del dolor que atraviesan decenas de familias que perdieron a sus seres queridos. Esta mañana, la Policía surcoreana admitió que hubo «errores» a la hora de tomar medidas que hubieran prevenido la tragedia de Halloween en Itaewon.
El último informe que dispuso la Sede Central de Medidas de Seguridad y Desastres de Corea del Sur elevó a 155 los fallecidos y a 152 los heridos como consecuencia de la estampida humana que se produjo la noche del sábado, durante una celebración de Halloween en el barrio de Itaewon, en Seúl.
Hasta el momento, fueron identificados un total de 55 hombres y 100 mujeres como víctimas de esta tragedia, con un promedio de edad rondando los 20 años, aunque muchos igualmente superaban los 40, según informaron fuentes oficiales de las autoridades y la agencia de noticias Yonhap.
Las iglesias cristianas ubicadas en Seúl, la capital de Corea, han parado sus reuniones para dedicar un momento en memoria de los fallecidos, orar por su población y rendirles un pequeño homenaje. Encabezando esta iniciativa, el líder de Iglesias Cristianas Unidas en Corea (UCCK), Young-mo Ryu, pidió que las personas tengan tiempo de orar para que las familias de los afectados puedan superar este dolor tan pronto como sea posible.
También la comunidad internacional compartió mensajes de solidaridad con el pueblo surcoreano por esta tragedia, en la que 26 de los fallecidos eran extranjeros, nativos de Estados Unidos, Francia, Vietnam, Uzbekistán, Noruega, Kazajistán, Sri Lanka, Tailandia, Australia y Austria, además de otras nacionalidades que aún no fueron confirmadas. Ante este duro momento, Corea del Sur decretó luto oficial hasta el sábado próximo, en memoria de las víctimas.
Young-mo Ryu comentó: “Expresamos nuestras más profundas condolencias a las víctimas y sus familias en duelo en esta impactante tragedia. También oramos para que los heridos se recuperen lo antes posible. Oro para que el consuelo de Dios esté con las familias afligidas que han sufrido, y expresamos nuestras más profundas condolencias junto con el pueblo de Corea”
A su vez también el pastor Song Tae-seop, perteneciente también a las Iglesias Cristianas Unidas en Corea, destacó como uno de los puntos más trágicos de lo ocurrido que la mayoría de las víctimas eran jóvenes que apenas llegaban a veinte años. Lamentando lo sucedido y poniéndose a disposición de las familias afectadas.
Otro pastor que dio su opinión acerca de lo sucedido fue Han Gyo-yeon, “No puedo creer cómo pudo ocurrir un desastre tan terrible en medio de Seúl en el siglo XXI”, dijo. Además fue claro con las autoridades, pidiendo nuevas medidas de seguridad de forma integrales y sistemáticas.
El reverendo Soon-chang Lee de la Iglesia Presbiteriana de Corea (PCK), fue quien también advirtió que, “Lo ocurrido es lamentable pero también es una lección para que este tipo de eventos no vuelvan a dejar tragedias de tal magnitud”.
Todos fueron coincidentes en pedir al mundo que sus oraciones vayan dirigidas hacia Corea del Sur ante este duro momento que ha puesto en luto al país, cada día que pasa se conocen nuevas víctimas, ubicando este trágico suceso como uno de los peores desastres en la historia.
En el día de ayer, el presidente coreano Yoon Suk Yeol recordó lo sucedido en la noche del sábado y comentó, «Es horrible, esta tragedia nunca debió haber sucedido. Como presidente, mi responsabilidad es la seguridad de la vida de los ciudadanos, por lo que me pesa el corazón y batallo para hacer frente a este duelo. Vamos a investigar minuciosamente el caso y hacer mejoras fundamentales para que accidentes similares no tengan lugar en el futuro», le confirmó al diario Korean Times.