Sin duda una de las figuras más reconocidas dentro del ámbito de la literatura cristiana contemporánea. Ministro escritor –como fue catalogado luego de su retiro de las plataformas en 2007– Max Lucado es copastor en la iglesia Oak Hills y autor de más de cincuenta libros, entre los que se encuentran tanto obras del género ficción y como cuentos infantiles. Fue editor general de la Biblia Gracia para el momento y también ha participado en programas de televisión como Fox News Channel, NBC Nightly News y Larry King Live.
“La gracia de Dios tiene consigo algo que empapa. Algo desenfrenado. Es como una resaca de aguas rápidas y revueltas que nos desconcierta por completo. La gracia viene detrás de nosotros”.
Max Lucado
Si hay algo de lo que se habla mucho y conocemos poco, es sobre la gracia. Este “concepto” ha trascendido el mero ámbito eclesiástico y llegado al diccionario del sentido común. Las personas hablan sobre la gracia sin tener real noción de lo que significa y sin vivir en ella. El autor es contundente al afirmar que incluso siendo cristianos son muchos los que caminan bajo un paradigma limitado, equivocado y hasta mundano de la gracia. La gracia en ningún sentido nos conforma. La gracia, en su máximo esplendor, nos basta por completo.
“La misericordia le dio una segunda oportunidad al hijo pródigo. La gracia le hizo una fiesta […] la misericordia perdonó al ladrón en la cruz. La gracia lo escoltó al paraíso”.
Max Lucado
Con un lenguaje sencillo, testimonios conmovedores y destellos de humor y poesía, Max Lucado nos lleva de regreso hacia una de las verdades fundamentales que todo creyente en su humanidad puede llegar a olvidar en la vorágine de la vida: el Señor no pasó por alto nuestros pecados, sino que en «su Santidad» impartió el castigo pero en «su Gracia» fue Jesús quien lo recibió. Así como escribe el autor en el cuarto capítulo: “los intentos de salvación propia no garantizan más que agotamiento”. La gracia es un sitio seguro donde podemos descansar. Un regalo por recibir, no un premio para lograr.
“Él tiene la tendencia a inclinarse. Se agachó para lavar pies, para abrazar niños. Se inclinó para sacar a Pedro del agua, y para orar en el huerto. Se inclinó ante el madero romano contra el que lo flagelaron. Se agachó para cargar la cruz. La gracia tiene que ver con un Dios que se inclina”.
Max Lucado
Nuestros pies siguen empapados por la gracia de Cristo. Se trata de algo inconmensurable que es imposible de contener para uno solo. Como vasos de papel servidos del Mar Mediterráneo, así expresa el autor la forma en que rebosamos de aquel regalo, y que inevitablemente equivale a compartirlo con los demás. Tener gracia implica, por supuesto, llevarla hacia otros. No hay señal más genuina, ni evidencia más patente que ésta.
“No entiendo en absoluto el misterio de la gracia… solo que nos encuentra donde estamos pero no nos deja donde nos encontró”, Anne Lamott.
Max Lucado
Fuimos llamados a vivir una vida moldeada por la Gracia. Donde el bienestar continuo no está asegurado pero sí nuestro corazón. «Más que lo merecido, mucho más que lo imaginado» es un buen subtítulo que resume el extraordinario viaje de la conversión. Como aquel hijo pródigo que llegó de rodillas pretendiendo restitución a través de la servidumbre, Dios nos levanta del suelo, cambia nuestras ropas y nos devuelve la identidad con un lugar en Su Mesa. Dejémonos derribar por su Gracia. Ensordezcamos cada temor con el oleaje interminable de las olas de su Reserva.
“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en ustedes toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abunden para toda buena obra”, 2 Corintios 9:8 RVA-2015.
Ficha técnica
TÍTULO: Gracia: Más que lo merecido, mucho más que lo imaginado
AUTOR: Max Lucado
PÁGINAS: 219
AÑO: 2012