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Generación Zoe, la empresa acusada de estafa piramidal también tenía su propia iglesia

La organización habría usado las estructuras discipulares de muchas congregaciones para captar a más personas en sus redes de mercadeo y además, está siendo investigada como posible institución coercitiva.

Leonardo Cositorto, es el nombre que viene sonando estos días en todos los medios de comunicación y no es para menos. Está acusado de ser la mente intelectual y física de lo que podría ser una de las estafas mas importantes de Argentina y otros países latinoamericanos. Hoy se encuentra prófugo y con un pedido de captura de la Organización Internacional de Policía Criminal, también conocida como la INTERPOL, por presunta asociación ilícita, esquema ponzi, fraude, entre otras posibles causas delictivas, a lo que también se le suma la denuncia por formar una posible secta.

Hace aproximadamente un mes este medio publicó la carta en la que ACIERA había advertido sobre este tipo de práctica engañosa que estaba infiltrándose en muchas congregaciones, engañando a líderes y discípulos con una promesa de prosperidad inmediata y ganancias exorbitantes. Este viernes la fiscal Juliana Companys solicitó el allanamiento de una de las oficinas en la que operaba la empresa en Villa María, localidad de Córdoba, Argentina. Hasta ahora hay al menos diez detenidos que esperan ser juzgados.

Pastor ora por Leonardo Cositorto. Imagen difundida por un video en Youtube,

¿Qué es generación Zoe y que ofrecía?

Es un Holding, conglomerado de empresas, que ofrecía en varios países de Latinoamérica: coaching ontológico y espiritual, educación financiera, ventas de cursos, trading en cripto monedas. Pero también tenían locales gastronómicos, tiendas de mascotas y concesionarias que al parecer fueron inaugurados y nunca se pusieron en funcionamiento.

Cómo mencionamos en una nota anterior, un esquema ponzi, se basa en atraer a múltiples inversores con la ilusión de ofrecerles ganancias de manera rápida, aunque poco clara. Este sistema lleva a las víctimas a creer que las ganancias provienen de actividades comerciales legítimas (por ejemplo, ventas de productos y/o inversiones exitosas), y desconocen que otros inversores son la fuente de los fondos.

Esta empresa, que también tenía su criptomoneda propia «Zoe Cash», ofrecía una rentabilidad en dólares, de casi un 7.5 % mensual, lo cuál analizado anualmente, prometía una ganancia de casi el cien por ciento. Una cifra exorbitante, cuando comúnmente los retornos anuales en inversiones como plazo fijos o carteras diversificadas varían entre el 1 al 5% anual.

En enero pasado, la Comisión Nacional de Valores (CNV) inició un sumario administrativo a Generación Zoe S.A., Universidad del Trading S.A. y Leonardo Nelson Cositorto por la posible realización de oferta pública e intermediación irregular en el ámbito del mercado de capitales.

Denuncia a la iglesia del grupo Zoe

Leonardo Cositorto además de tener participaciones en clubes del ascenso argentino como “Deportivo Español”, más un equipo propio en Villa María, Córdoba, “Zoe Atletic Club”, también contaba con su propia congregación, llamada “Aviva Zoe”, ubicada en el barrio de Nuñez, según lo que se logra ver en su página web. Sin embargo, deshabilitaron todas las redes sociales, respecto a la iglesia de dicha empresa.

El primero en denunciar hace aproximadamente un año atrás a esta entidad como una posible secta o una organización coercitiva, fue Pablo Salum, una ex victima de este tipo de instituciones “pseudos religiosas” en el que manipulan de una manera total a sus víctimas.

El denunciante declaró ante diferentes medios argentinos que “nuestra denuncia no está direccionada exclusivamente hacia el tema del fraude piramidal, lo que nosotros denunciamos primero, es que operan como organización coercitiva. Una organización coercitiva, es una organización destinada y creada a vulnerar los derechos, a fraudes, a esclavizar a las víctimas para despojarlas de sus bienes o a explotarlas laboralmente”.

Imagen tomada de sus redes sociales antes de eliminarlas.

También se sospecha que Generación Zoe haya utilizado el «coaching espiritual» en varias congregaciones para aprovecharse de la estructura de discipulado que tienen las iglesias para crecer exponencialmente.

Leonardo Cositorto también acumula denuncias y pedidos de quiebras e investigaciones desde el 2001, hoy encontrándose prófugo y escondido, con un pedido de captura internacional, sigue pidiendo por Zoom sin escrúpulo alguno, dinero y confianza a sus seguidores, mientras calumnia a todos sus desertores y denunciantes.

Mientras se espera que la justicia esclarezca el caso, Cositorto anunció que se retiraría del liderazgo de la organización en marzo, según levantaron medios locales.

Abrazar y orar

Muchos personas, entre ellos hermanos en la fe sufrieron el daño, aunque todavía hay gente que apoya la organización porque tiene la esperanza de que todo esto sea un mal entendido.

Sin embargo, entre los pastores crece la preocupación de que muchas personas que de buena fe depositaron su confianza, no solo en la empresa sino en la institución religiosa, terminen lastimadas o afectadas en su vida económica, emocional y espiritual. Como Iglesia del Señor nos toca orar, abrazar y contener a todas las personas que fueron dañadas por esta situación.

Redacción
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