Facundo Dening, líder y voz de Corto Plazo, se encuentra actualmente residiendo en la ciudad de Córdoba. Desde allí no solo sigue produciendo para la banda, sino que también este último tiempo se abocó a compartir con otros su talento para la composición.
Durante el 2020, cuando iniciamos los períodos de cuarentena y aislamiento, muchos fueron aquellos que comenzaron a emprender de una manera diferente. Fue allí donde nacieron los Talleres de Composición online, abierto a todo el mundo que quiera adoptar las herramientas prácticas que se brindan, liberar el potencial creativo y expresar emociones, sentimientos o ideas.
Estos se dividen en cuatro clases de una hora y media por semana y, entre cada una, hay que realizar ejercicios prácticos que deben entregarse a la clase siguiente (el próximo taller inicia la segunda quincena de marzo, estás a tiempo de anotarte).
Nos comenta Facundo: “Trato de que la clase dure una hora y media, pero muchas veces sucede que los chicos están muy comprometidos y comienzan a compartir sus dudas, experiencias o composiciones y se extiende un rato más, es lindo porque yo aprendo de ellos también”.
Puede que te preguntes si necesitas tener conocimientos previos para ser parte. Bueno, si bien no es un requisito excluyente, es mucho más provechoso si cuentas con una base musical que lo facilite (saber qué es una escala mayor o una escala menor, algunos acordes o notas musicales). No obstante, el taller va desde lo más básico a lo más complejo con un panorama amplio que le servirá a quien no sabe nada o a quien sabe mucho, por igual.
Incluso, según nos cuenta Facundo, algunos de los que han participado eran personas con mucho conocimiento, recibidos de conservatorios y que estos talleres les sirvieron para mejorar su nivel compositivo. Además, existe la opción de dividirlos por niveles de conocimiento, así que de una forma o de otra, puedes encontrar tu lugar.
Algunos de los temas que se ven son: melodía, armonía, letra, ritmo, entre otros elementos que intervienen en una canción.
LC: Nos contabas que la decisión de hacer estas clases semanalmente es para darle tiempo a los alumnos a que encuentren inspiración cuando deben hacer algo relacionado con las letras. Lo entiendo del lado del alumno, pero tú tienes otra experiencia, una trayectoria, ¿qué te inspira, o cuáles son los tiempos que te tomas para componer?
FD: La inspiración es algo muy extraño que a veces no logro comprender muy bien, la manera en que a veces viene con todo, y a veces se va y no vuelve nunca más. Yo trato de no forzar nada, suele venir alguna frase, o alguna idea a partir de algo que leí o escuché, y la anoto. Y si a partir de ese momento no se me ocurre más nada, corto ahí.
Me inspiran muchas cosas, lo cotidiano. A veces me encuentro hablando con Dios mientras lavo los platos, y las veces que más fuerte siento al Señor es haciendo cualquier cosa del día a día.
Muchas veces estoy durmiendo y me despierto y me baja “data” y bueno, me tengo que levantar, tomar el celu y anotarlo. Tuve que aprender de eso en medio de mi arrepentimiento: tener ideas buenísimas, y por no levantarme a anotar, al otro día no las recuerdo y esas no vuelven nunca más.
LC: ¿Y cómo es ese proceso, nace la melodía primero o la letra?
FD: Quizá la idea de la letra la tengo, pero no me sale componer una canción a partir de ello, mi forma de componer es siempre a partir de una melodía. Me es difícil hacerlo a la inversa, quizá lo logre pero me va a llevar más trabajo.
LC: Y basándonos en esto que decís, si surge la inspiración a través de melodías, ¿puede ser que encuentren nacimiento esas letras por medio de los ensayos, en medio de la sinergia del grupo?
FD: Si, ni hablar, es difícil lograr eso, pero los años de tocar juntos, como es por ejemplo con Corto Plazo, ayuda a fluir muchísimo.
Misi es un gran arreglador y armonizador (Misael Amaria, guitarra principal de la banda). Yo no soy un gran guitarrista y de pronto le digo que se me ocurrió una melodía, y él la ejecuta de mil formas y colores que es increíble.
Hacer una canción es un arte que involucra dos artes, el de la escritura y el de la música y que todo tenga una congruencia y un sentido, todo eso lo vemos también en el taller.
LC: ¿Qué define a un buen compositor?
FD: Bueno, dentro del curso hablo de esto, no es que haya malas ideas, sino que hay ideas que aplican más que otras. Yo les digo que escriban de todo, no importa si parece ridículo, porque aprendemos así, equivocándonos. No creo que haya malos o buenos compositores, sino que son personas que aplicaron mejor sus ideas que otras.
Lo que yo busco en un cantautor es honestidad. Percibo la honestidad en lo que se dice y lo que se vive, ser auténtico. Me ha pasado de artistas que suenan “mal” quizás, por el presupuesto o por gusto, pero si encuentro honestidad me encanta.
LC: ¿Qué pasa con las canciones que son “pegadizas”? Esas que, aunque no te gusten, se instalan en tu cabeza y no puedes dejar de cantarlas. ¿Es marketing o es parte de un elemento en la composición que lo logra?
FD: Está pensado totalmente adrede y buscado, sí. Es lo que se llama “hook ” que en inglés se traduce como ‘gancho’. Todas las canciones deben tener un hook, es un patrón, una frase melódica superpegadiza que muchas veces la vas a encontrar repetida a lo largo de la canción o en el estribillo, a veces en la intro, a veces en el coro.
Pero toda canción que quiera, por así decirse, instalarse, debe tenerlo, utiliza el recurso de la repetición, pero pensado para que suene todo el tiempo en tu cabeza. Hoy en día, si es una buena melodía, no importa lo que digas, funciona; lastimosamente el mercado se maneja de esa manera. En mi caso siempre priorizo la letra. Hoy las canciones no dicen nada o dicen cualquier cosa, pero ganan por la buena melodía.
“Pongo mucho énfasis en ser auténticos y no una copia de absolutamente nada”
El cupo de los talleres es limitado, por ende, es mejor estar atentos para anotarse a tiempo. Para la inscripción y cualquier duda se deben comunicar con Facundo por medio de sus redes sociales.