La Corriente entrevistó a el pastor que formó parte de las jornadas del congreso llevado a cabo en la provincia de Chaco.
En esta entrevista padre e hijo dialogaron acerca del concepto que englobó a los encuentros producidos el 7, 8 y 9 de julio de este mes
La gloria del Uno
La Corriente: El tema central de las jornadas de LAPET 2022, fue “La gloria del Uno” ¿Cómo podrías o englobar este concepto?
Fabian Liendo: Es difícil ponerlo en síntesis, pero la posibilidad de poder comprender esto es lo que va a definir nuestra identidad.
Lo que hizo Dios en su propia creación es crearlo todo en el Uno. Toda la creación está en el Uno, es decir que está en Él. Ese es el diseño original en la realidad dominante, en la buena voluntad de Dios con la creación.
Toda la creación está en el Uno, pero el pecado hizo que el hombre saliera de esa plenitud del Uno, se convirtió en un ser individual y divagó individualmente hasta nuestros días.
Pero en la venida de Cristo se convirtió en esa esperanza de gloria de reunirnos en Él y devolvernos al Uno.
Fabián Liendo
Nos hacemos uno con Dios mediante el Hijo, por eso los hijos de Dios no somos un montón de gente unida, es el Uno, lo cual es distinto y es mucho más que estar juntos, es ser Uno.
Esto significa que no somos un montón de gente que se pone de acuerdo para caminar juntos, sino que somos gente que ya no tiene voluntades propias sino que tiene voluntades sujetas, y cautivas por amor a Cristo, para que solamente la mente de Dios, que es la mente de Cristo, nos gobierne.
Esa mente tiene una sustancia discipular que responde solo a la voluntad del Padre y todos los que estamos en el Uno respondemos a esa única voluntad que modela la sustancia que es su persona y se expresa en la forma de Cristo.
El Hijo nos revela al Padre por el poder del Espíritu Santo lo y esa es la forma en la que se construye a la Iglesia como el hombre nuevo y como el Cristo corporativo, que es una sola mente. Por eso Pablo dice «Tengan una misma mente o un mismo parecer, hablen todos una misma cosa y un mismo sentir».
Recepción del evangelio
La Corriente: ¿Cómo ves a la iglesia de hoy? ¿Creés que este concepto del Uno está siendo manifestado?
Fabian Liendo: Esto es algo que supera completamente no sólo lo imaginado, sino nuestras posibilidades de cualquier tipo de logro. Esto es algo derecho reservado a Dios y es ÉL el que está produciendo esto en todo el mundo.
Hay hambre por el pan de vida, por la Palabra y eso está pasando en todo el mundo. De repente un evangelio como este, que predicamos durante toda la vida, hoy tiene una recepción inimaginable.
Para mí es un asombro del cual todavía estoy tratando de despertar, porque yo me imaginé que iba a partir con el Señor y que nunca iba a ver esta recepción con respecto a la modelación de Cristo en su iglesia. Veíamos una fisonomía mayormente vista de gente que esperaba recibir regalos, que abrazar a la cruz, para
Esto que es infinitamente superior a todo pensamiento humanista, porque es algo divino y solamente puede ser revelado por su Espíritu es lo que estamos empezando a ver, entender y percibir con claridad.
Estar en un evento como este es algo que nunca me ocurrió en la vida y realmente me mantiene en una esperanza enorme de entender cómo comenzó todo este proceso hacia la gloria postrera, donde toda la tierra va a ser en el conocimiento de su gloria.
El evangelio levanta a la persona de Cristo
La Corriente: Yo creo que hoy es tiempo de comunicación de la Palabra eterna y que se está disparando para las naciones.
Fabian Liendo: Muchos de nosotros viajamos como mensajeros durante muchos años por el mundo, predicando un evangelio cristocéntrico que solamente levanta a la persona de Cristo y no levanta hombres. Porque nosotros estamos muertos para que la vida de Cristo sea manifestada y solamente Él sea dado a conocer.
Hoy de repente todos esos viajes que parecían solamente una gota en el océano hoy empiezan a fluir y el río y va hacia el mar. Empezamos a entender que Dios ya estaba gestando algo y que los tiempos de Dios se están acercando para su iglesia, así que de alguna manera lo estamos celebrando y estamos comprometiéndonos a operar en el Uno, renunciando por completo a todos los intereses personales para que nos gane Dios y en definitiva Cristo se ha dado a conocer.