Quisiera empezar con esta pregunta para llevarte a un momento de reflexión, donde nos alejemos de la rutina, de las responsabilidades y podamos pensar en la relación que estamos construyendo hoy en nuestra vida vida.
Las relaciones tóxicas son relaciones en las que ambas partes son incapaces, por alguna razón, de impedir hacerse daño. Es decir, el único fin de estas relaciones es dañarse, conscientemente o inconscientemente. Pero concretamente quiero hablarte de cómo una relación tóxica puede dañar tus emociones. Solo te pido un favor, si estás leyendo esto, hacelo a conciencia pensando en tu vida y en la decisión que vas a tomar.
“Pequeñas decisiones traen grandes ruinas o construyen grandes finales”.
¿Cómo una relación tóxica puede destruir mis emociones?
- Te llevan a la depresión
Muchas veces no nos damos cuenta, pero construimos nuestros noviazgos en la columna de la depresión, estamos con una persona solo por miedo a la soledad, por cuidar nuestro testimonio, por tener miedo a la soltería, por no saber cómo terminar o poner un punto final. En ese instante es cuando tus miedos te dominan y controlan tus sentimientos llevándote a la oscuridad de la depresión.
Tu relación de un momento de alegría pasó a un momento de angustia diario, sin tener un freno alguno. El amor se basa en la alegría de Cristo y no en la angustia terrenal, entonces no estés con una persona solo por dar lugar a esos pensamientos de miedo, porque tarde o temprano vivirás una depresión emocional. Si tu relación te llevó a la depresión, déjame decirte que es momento de partir de esa etapa.
“Jesús te creó para que vivas y construyas relaciones sanas basadas en su plenitud”.
- Te llevan a la esclavitud
Relaciones tóxicas te vuelven dependiente de la otra persona.
En este último tiempo he visto muchas personas buscar a Dios solo para conseguir una pareja y nada más.
¿Cuál es el peligro de ser esclavo emocional de alguien?
- Te olvidás de amarte
- Te volvés una víctima de la manipulación
- Te centrás en tu pareja y no en la voluntad de Cristo
- Tu vida se construye por la decisión de tu pareja y no por las tuyas propias.
¿Jesús quiere esto para tu vida?
La respuesta es contundentemente NO, Jesús te creó para que vivas en libertad, “El amor se construye en la libertad de Jesús y no en la esclavitud de tus malas decisiones”. Merecés una relación donde no seas esclavo de nadie, sino libre pero amando con una responsabilidad y compromiso digno de imitar. Vivir una esclavitud emocional es vivir lejos de los propósitos de Cristo para tu vida.
“Nos volvemos dependientes de esa persona y nos olvidamos de Dios”.
- Destruye tu identidad
Relaciones tóxicas, identidades dañadas.
Sé que suena fuerte, pero como pastor he tenido que aconsejar a muchas personas que llegaron después de transitar un noviazgo tóxico y llegaron con su corazón destruido.
¿Cómo una relación puede destruir mi identidad?
- Palabras
- Pensamientos
- Actitudes
- Formas
No merecés tener un amor basado solo en un daño emocional, no debes tolerar celos innecesarios, preguntas basadas en la obsesión sentimental y mucho menos actitudes ofensivas hacia tu persona.
“Tu identidad no es pasajera, es eterna, por eso Cristo murió por vos”.
Merecés un amor que potencie, fortalezca, cuide y valore tu identidad como hijo o hija de Dios que sos. En conclusión, creo que a través de todo lo que estás leyendo, el único motivo de este artículo es que te des cuenta de lo peligroso de construir relaciones tóxicas y entender que no mereces esto para tu vida. “El amor no daña, el amor construye”.