¿Sabías que el 53% de los usuarios de internet juegan en línea? Ya sea porque están aburridos o para convivir con amigos, sea cual sea la razón, los juegos se han convertido en una parte importante de la vida de muchas personas, a tal punto que más de la mitad de la población mundial realiza esta actividad.

Por lo general, los usuarios prefieren los juegos de rol, donde pueden proyectarse mediante un avatar y actuar como ellos quieren, sin rendirle cuentas a nadie, y los de acción multijugador, donde el nivel de violencia suele ser bastante alto. Dicho esto, no debería sorprendernos que los riesgos de nuestra vida diaria se extiendan también a la virtualidad.

Antes de continuar, debo aclarar que los juegos en línea no constituyen en sí un riesgo, más bien, son las personas que se encuentran tras los avatares de quienes deberíamos tener más cuidado, como suele ocurrir en internet, no todos son quienes dicen ser.

Ahora bien, ya tenemos claro que este pasatiempo nos permite crear una interacción social de calidad, pero es momento de estar conscientes de su lado oscuro, es decir, los peligros a los que nos exponemos, principalmente los menores de edad:  

1. Grooming

Este es el término utilizado para definir el acoso que sufren los menores con el objetivo de ser chantajeados para fines sexuales, empleando técnicas de persuasión para así ganarse la confianza del jugador y no ser vistos como unos simples extraños.

En muchos casos, engañan a la víctima ofreciéndoles mejorar el rendimiento de sus personajes a cambio de recibir información personal o fotografías íntimas y de índole sexual.

¿Como evitarlo?

Explicándole al niño o adolescente que toda la información que cuenten sobre ellos mismos a desconocidos podría ser usada con fines malintencionados.

2. Robo de identidad

Ocurre cuando los cibercriminales logran robar los datos sensibles de los usuarios, para así venderlos en el mercado negro. Esta actividad puede ser de manera directa, a través de links enviados, o por descargas de juegos en sitios no oficiales.

¿Cómo evitarlo?

Asegúrate de que los nombres de usuario y las contraseñas no sean los mismos para distintos juegos y sitios de juegos, no coloques tu nombre real como nombre de usuario, tampoco ofrezcas información sobre tu ubicación ni edad.

3. Gastos ocultos

Últimamente están de moda los videojuegos “freemium”, lo que significa que te proporcionan cierto contenido gratis, pero posteriormente tienes que pagar para acceder a otras partes de él. Es aquí donde el ansia por lograr avanzar puede desembocar en grandes gastos, sin que nos demos cuenta de lo que hacemos.

¿Cómo evitarlo?

No guardes el número de tu tarjeta de crédito dentro del juego, así los pagos no se realizarán de forma automática.  Esto da la oportunidad de pensar dos veces antes de actuar, permitiendo así tener un mayor control sobre el gasto real relacionado con aquel.

Obviamente, la manera más efectiva de evitar estos peligros es siendo muy precavidos y en el caso de los niños, mediante el diálogo y la concientización, así estarán preparados para que eviten estas amenazas. 

Así que, no bajes la guardia, observa las señales de advertencia, conoce los riesgos e interésate activamente por los hábitos de juego en línea que están de moda.