El presidente Joe Biden quiere volver a otorgar dinero y permisos a una de las empresas más grandes del país que realiza esta práctica.
La medida es en función de una de las promesas que hizo Biden en la campaña electoral. Luego de que en agosto de 2019 Planned Parenthood se retirara del programa federal de planificación familiar, el gobernante actual insiste en volver a incluirla para que se puedan derivar a nivel nacional todos lo pacientes que quieran realizar un aborto.
La asistencia de este programa es proporcionar más de 286 millones de dólares anuales para subvencionar a las clínicas que atienden a mujeres que no tienen los recursos para realizarse chequeos médicos. De todas formas, desde hace dos años se incluyó un inciso en el que fundamentó que debe usarse para necesidades médicas y no para realizar abortos.
La presidencia anterior, Donald Trump, estableció a su vez que deje de proporcionarse a Planned Parenthood 60 millones de dólares anuales que estaban asociados a este programa familiar, el cual hace décadas utiliza ese dinero para realizar abortos; el presidente actual intenta desde el miércoles deshacer esta medida, aunque se deberá tratar en unos meses.
Biden busca imponer la ley de 1970 que establece el programa de planificación familiar del Título X en el cual se estipula que el aborto es un «método de planificación familiar». Penny Nance, presidenta y directora ejecutiva de Concerned Women for America, manifestó que este gobierno, desde el primer día, comenzó con nuevas medidas, por lo que comentó que “estamos viendo el asalto sistemático contra las políticas pro-vida”.
Nance, a su vez, explicó que es necesario establecer nuevamente posición a favor de la vida en el Congreso norteamericano, ya que lo establecido protege los derechos de los médicos y enfermeros con esta postura. Por lo cual, ella reveló que la política del anterior gobierno permanecerá vigente hasta que se establezca lo contrario.