En Chubut se está viviendo un despertar espiritual fruto de las colonias provenientes de los inmigrantes de Gales que arribaron al país en el siglo XIX. Actualmente queda un remanente de capillas galesas que están plantadas en toda la provincia, símbolos de una nación que extendió el fuego del Espíritu Santo que estaban viviendo localmente a otras geografías. Por eso desde el ministerio de adoración de Centro de Alabanza Rawson (CDA) buscaron trasmitir una experiencia espiritual similar, con sesiones de ministración a Dios, grabadas en las instalaciones anglosajonas.
Para todo el equipo fue más que una serie de ministraciones normal sino que el propósito de ir a las capillas fue la carga de reconocer y honrar a las personas que muchos años atrás trajeron un mover del Espíritu. Cada lugar en el que grabaron tiene una historia que está ligado a nuestra historia. Gracias a la semilla de fe que dejaron depositadas generaciones anteriores hoy se puede disfrutar el resultado de este trabajo.
Facundo Curallan, director del ministerio de adoración de CDA, relata que “el pastor Maximiliano Gianfellici nos dijo que vayamos con cuidado pero sin temor, porque nada puede detener la obra de Dios en la tierra”. Y así lo hicieron, el equipo de Centro de Alabanza Rawson viajó a cada capilla galesa con fe y respetó todos los protocolos sanitarios por que confiaron en que Dios los protegía en medio de este desafío al cual fueron enviados.
Las capillas galesas representan en un aspecto que, la iglesia de Cristo es imparable y trasciende la historia, los años y las geografías. Rawson fue la tierra que acogió a los misioneros y migrantes de gales con toda su cultura y tradiciones. Muchas de esas capillas fueron fundadas en su origen y persisten abiertas a toda la comunidad hasta el día de hoy. Los templos que siguen vigentes son aproximadamente 16 y el ministerio CDA, grabó sus sesiones en las Capillas Bethel, Mohia y Seion.
La sesiones de adoración forman parte de un material que se llama CDA Intimo en el que se grabaron momentos de intimidad con Dios de manera espontánea con una duración de 25 y 40 minutos cada uno. En total son nueve sesiones de adoración de las cuales 6 fueron grabadas en las capillas galesas. Facundo trasmite que “el objetivo de este material es captar todo lo que vivimos con el Espíritu Santo y eso sea de bendición para que persona que lo pueda ver”.
La respuesta que tuvieron los vídeos superaron las expectativas del Centro de Alabanza Rawson, no solamente en la cantidad de visitas y reproducciones sino en el alcance global que tuvieron las sesiones de adoración. Facundo reflexiona que “lo gratificante y lo importante no es cuantas personas lo vieron y fueron alcanzadas sino aquellas personas que pudieron experimentar la presencia del Espíritu Santo en sus vidas” y agrega que “queríamos trasmitir la relevancia que tienen estos lugares que están impregnados de un legado de fe muy fuerte”.
En cada video se puede percibir que el mensaje de cada canción es Jesús y los ámbitos se llenan del conocimiento de su gloria y Curallan expresa que “el avivamiento se respira en el aire. Está latente todo el tiempo.”Cada momento íntimo capturado por las cámaras te llevan a una mayor profundidad en la relación con Dios. Todas las sesiones están marcadas por la impronta de los edilicios arquitectónicos y la frescura del mover del Espíritu Santo. El director de adoración de CDA declara que “el mover de Dios siempre es actual, nunca va a quedar viejo u obsoleto, lo único que necesita es encontrar corazones abiertos a su dirección”.
El proyecto se llevó a cabo con un equipo de producción que está conformado por familiares y amigos. Fernando nos cuenta que “eso hizo que toda la experiencia aún sea más disfrutable, porque no tiene precio servir a Dios entre gente que amas”. No solamente grabaron videos de las sesiones de adoración sino que ministraron junto a las personas que asisten a los templos galeses, compartiendo un momento de adoración al Señor todos juntos y clamando por un nuevo avivamiento para toda la nación.
Un proyecto ambicioso que está latente en los corazones del equipo de adoración de CDA es el deseo de viajar a Gales para sembrar todo lo que Dios está haciendo en toda Latinoamérica. Devolver la pasión por Cristo a esa tierra que fue un precursor de avivamiento y hoy se encuentra apagada espiritualmente. Fernando concluye “nos gustaría sembrar como ellos lo hicieron en nuestra nación décadas atrás, para que en un futuro ellos puedan mirar al pasado y ver lo que otros cosecharon”.