En los tiempos de la iglesia primitiva, igual que hoy, Juan era un nombre muy común. En los registros de las primeras décadas del cristianismo se mencionan al menos 4 personas llamadas Juan: Juan el apóstol, Juan el anciano, Juan el evangelista y Juan de Patmos.
El problema para nosotros es que no podemos saber si todos esos Juanes son el mismo Juan o si son todos diferentes. ¿Será que el apóstol Juan también era conocido como Juan de Patmos? ¿Era simplemente otro apodo de la misma persona? ¿O quizás eran 2, 3 o incluso 4 personas diferentes?
Hace un ratito mencioné a san Ireneo de Lyon, que dijo que el escritor del Evangelio fue el apóstol Juan. Pero ahora tenemos que hablar de otro personaje: el obispo Papías de Hierápolis.
No tenemos muchos detalles sobre su vida, pero sabemos que Papías vivió en la zona que actualmente es Turquía en la primera mitad del siglo II. Papías dijo que no estaba seguro de quién había escrito el evangelio: si había sido el apóstol Juan (como decía Ireneo) o si había sido otro Juan, conocido como “el anciano” o “el presbítero”. Según la tradición, Juan el anciano fue discípulo del Juan el apóstol.
¿Pero qué evidencias apoyan el testimonio de Papías? Existen al menos dos.
En primer lugar, las similitudes que hay entre el evangelio y las 3 cartas de Juan. Cuando leemos 1ra, 2da y 3ra de Juan encontramos un montón de elementos en común con el cuarto evangelio: ideas y palabras que se repiten, temas y preocupaciones similares. ¿Y quién escribió esas cartas? El autor se presenta dos veces con estas palabras: «Yo, Juan, el anciano» (2 Juan 1 y 3 Juan 1).
La pregunta sería ¿Quién era ese anciano? Quizás fue el apóstol Juan hablando de sí mismo como viejo, es posible… pero también podría ser que había otra persona, Juan el anciano, que usaba ese apodo para diferenciarse de otro Juan muy famoso, el apóstol.
Y quizás hay una prueba más que apunta a este personaje. El evangelio dice: «Entre la comunidad de los creyentes corrió el rumor de que el discípulo amado no moriría» (Juan 21:23). ¿Será que este rumor surgió porque el discípulo amado era muy viejo? O sea, guiño, guiño, ¿Juan el anciano?