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El Arrepentimiento Encarcelado

Marcos 1:14-15 (NBLA): “Después que Juan había sido encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio de Dios. «El tiempo se ha cumplido», decía, «y el reino de Dios se ha acercado; arrepiéntanse y crean en el Evangelio».”

Juan no fue arrestado solo por hablar demasiado, sino por predicar demasiado claro. Su mensaje de arrepentimiento era una amenaza para los orgullosos, para los cómodos en su pecado, para los que aman más su imagen que su alma. Y aunque la historia nos dice que fue Herodes quien mandó arrestarlo, espiritualmente fue el mundo el que decidió callarlo.

Y es que el mensaje del arrepentimiento es una clara denuncia del cielo hacia las malas obras que el hombre, por naturaleza, comete. El pecado nos acompaña desde la concepción; somos atraídos a esas malas obras como si fuera una “ley” en nuestros miembros (Romanos 7:23).

Encarcelar a Juan fue el intento del mundo por encarcelar el arrepentimiento, por esconder la vergüenza que trae el pecado cuando es expuesto.

Así que todos los que han querido —y quieran— denunciar el pecado que condena al hombre, sufrirán persecución, carcelaria y, en casos extremos, la muerte.

Algunos hombres que fueron perseguidos por predicar el arrepentimiento

Bíblicos

  • Juan el BautistaEncarcelado y decapitado por denunciar el pecado de Herodes (Mateo 14:3-10).
  • JeremíasEncarcelado, azotado y arrojado a una cisterna por confrontar al pueblo y a los líderes (Jeremías 37–38).
  • ElíasPerseguido por Acab y Jezabel por denunciar la idolatría de Israel (1 Reyes 18:17-18; 19:2).
  • EstebanApedreado por confrontar a los líderes religiosos con su dureza de corazón (Hechos 7).
  • Pedro y JuanEncarcelados por predicar a Cristo y llamar al arrepentimiento (Hechos 4:1-3; 5:17-18).
  • PabloEncarcelado repetidas veces por predicar el evangelio del arrepentimiento (Hechos 16; 21–28).

Históricos

  • Policarpo de Esmirna – Mártir del siglo II; quemado vivo por negarse a negar a Cristo.
  • Juan Hus – Reformador checo del siglo XV; quemado en la hoguera por denunciar el pecado en la Iglesia.
  • William Tyndale – Traductor de la Biblia al inglés; estrangulado y quemado en 1536 por proclamar la verdad.
  • Pastores y misioneros actuales – En lugares como Corea del Norte, China, Irán y otros países, siguen siendo encarcelados y ejecutados por llamar al arrepentimiento y proclamar a Cristo.

El arrepentimiento no es una propuesta, no es una ideología más del montón. Es un mandato de Dios, que juzgará al mundo por sus obras. Es un mandamiento a todo hombre y en todo lugar:

Hechos 17:30-31: “Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de ignorancia, Dios manda ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan. Porque Él ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia…”

Por lo tanto, quien ignora el mensaje, quien persigue el mensaje y quien intenta destruir el mensaje, en realidad está desobedeciendo el mandamiento de Dios.

Pero este mandamiento, lejos de ser una carga o una penitencia impuesta desde lejos, viene envuelto en gracia.
El que nos llama al arrepentimiento no nos grita desde el cielo… vino a nuestro encuentro.
El Reino no se anunció desde un trono distante… el Reino se acercó en la ternura y firmeza de Cristo.

Él no solo nos dice: “Arrepiéntanse”, también nos susurra con amor: “Crean en el Evangelio.”
O como podríamos decirlo hoy: “Arrepiéntanse… y crean que han sido perdonados por medio de Cristo.”

Ese Evangelio no es una amenaza, es una invitación gloriosa:
A dejar lo que te mata, y abrazar al que te da vida.
A soltar la culpa, y recibir el perdón.
A volver al Padre, que salió a buscarte.

Si hoy el mensaje de arrepentimiento te incomoda, dale gracias a Dios por esa incomodidad, porque eso significa que Su Palabra está viva en vos, está golpeando la puerta.
Y detrás de esa puerta, no hay castigo… hay gracia.

“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”Lucas 19:10.

Sebastian De Montreal
Sebastian De Montrealhttps://www.instagram.com/sebademontreal/
El pastor Sebastian Gimenez reside en Paramount, California junto a su esposa Jessica y sus hijos Leah y Valentin. Es parte del equipo pastoral de la Iglesia Reformada Emmanuel, y es pastor ordenado de la RCA.

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