El primer desafío de liderar en nuestro país se presenta en un ministerio como JuCUM en Venezuela es el de los altos costos de vida que diariamente fluctúan.
Es una incertidumbre constante no saber cuánto será el presupuesto para alimentación en un mes ya que el cambio es diario. El segundo es que no muchos sienten el llamado de venir a trabajar de misioneros a este país por la inseguridad, la economía y los cambios políticos constantes.
No todo puede ser malo. Gracias a que hemos escuchado a Dios y hemos obedecido a su llamado, hoy estamos establecidos en el centro geográfico de la ciudad de Caracas y tenemos una casa hermosa que Dios nos permitió adquirir. Además junto al ministerio desarrollamos la Escuela de Discipulado y Entrenamiento (DTS, por sus siglas en inglés); la Escuela de Estudio Bíblico (BCC); Evangelismo a través de las Artes y los Medios; misericordia llevando alimentos a familias que están en situación de calle; discipulando a niños a través del deporte; impulso misionero en iglesias de la ciudad; viajes misioneros dentro y fuera de Venezuela, entre otros.
Cada martes y viernes nos movemos a dos localidades de la ciudad, donde tenemos la oportunidad de bendecir a unos 350 adultos mayores con nuestro programa Alimento de Amor Dorado. Se los bendice con el almuerzo, una rica “sopita de Dios”, que recibimos del ministerio Gleanings for the Hungry de YWAM Colorado. Por mes estamos entregando 1500 platos de sopa y vamos por más, queremos hacerlo a diario.
«Con nuestro programa Alimento de Amor, cada mes logramos bendecir a 40 familias con bolsas de mercadería y de esa manera ayudamos un poco en la dura realidad que se vive como país».
Leda y Robert Monrroy-Romero, directores Ywam Jucum Caracas
Como familia misionera hemos tenido hermosos momentos, y sabemos que Dios seguirá siendo fiel. Nosotros estamos convencidos de que nuestro lugar es aquí, Dios nos dio hermosas palabras de confirmación para ello: “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón” (Salmo 37:4).
Con esta palabra nos cautivó, nos ha mantenido en nuestro andar misional, nunca nos ha faltado alimento, protección y cuidado. También nos habló que seremos restauradores de portillos y que haremos transitables aquellos lugares que otros hicieron intransitables.
Por ello todo nuestro enfoque ministerial está abocado al entrenamiento, discipulado y evangelismo por medio de la misericordia, buscando reconciliar nuestros hermanos venezolanos con su creador.
Momentos de ruptura
“Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito” (Romanos 8:28).
En el año 2017, a finales de febrero, mi esposa tenía dos meses de embarazo de nuestro segundo hijo y comenzó un desangramiento repentino. Luego de varias horas, fuimos al médico donde nos confirmaron que habíamos perdido nuestro bebé. Fue un momento de confusión, de preguntas sin respuesta, de mucho dolor, incluso de reproches hacia Dios.
Al pasar los días la única respuesta de su parte fue “Enseñen corazón paternal a sus estudiantes”. En medio de dudas lo hicimos y en la última charla, que lleva por nombre “Padres en el Señor”, mientras ministrábamos a los veinticuatro participantes, vino su voz con tanto amor y tanto dolor como el que yo había sentido, y me dijo: “Hijo, me dolió tanto como a ti la pérdida de tu hijo. Ahora mira a estos, ellos son mis hijos, tus hijos, no permitas que mueran. Te amo y confío en ti” .
«las dudas, los reproches se volcaron en adoración y en entender que al Señor también le dolió, Él también sufrió con nosotros en ese momento y quería consolarnos»
Leda y Robert Monrroy-Romero, directores Ywam Jucum Caracas
Y, a pesar de la pérdida, a pesar de mis reproches y dudas hacia Él, decidía confiar en mí y entregarme estos hijos para cuidarlos, amarlos y pastorearlos con su corazón paternal.
Un momento de duelo profundo se convirtió en un desafío como Abram y pasé de ser (Robert) padre enaltecido a ser Abraham, Padre de Naciones. No niego que a veces recuerdo con sentimiento qué sería de nuestro hijo o hija. Un año después el Señor nos bendijo con la llegada de Eirene (su nombre en griego significa ‘paz en medio de la tempestad’) y luego con Nehemías (‘el consuelo de Dios’).
Ese fue uno de los momentos en que nos sentimos tan vulnerables, pero después, al refugiarnos en Él, nos fortaleció y multiplicó. Nuestra responsabilidad ha crecido ya que ahora también formamos parte del ACT Venezuela (Círculo de Liderazgo de Venezuela). Dios nos ha hecho un llamado como familia a servir desde la ciudad de Caracas a las naciones, ser puentes que conectan, ser quienes establecen plataformas donde otros puedan crecer y proyectarse.
Como familia pastoral del ministerio tenemos tres desafíos para este tiempo:
1) Desafío espiritual: poder contar con “socios de oración e intercesión” por nuestro matrimonio, familia y ministerio.
2) Desafío en finanzas, ministerial/familiar: contar con varias personas que oren a Dios y se comprometan en apoyarnos (mensual o trimestralmente) con la suma de dinero que el Señor ponga en su corazón, y de esa manera poder suplir con las necesidades básicas que tenemos (comida, artículos de higiene personal, etc.).
3) Desafío de un nuevo auto para movilizarnos: hace unas semanas vendimos nuestro auto y ahora estamos por adquirir una camioneta que un hermano de la fe nos ofrece por debajo del precio del mercado. Tenemos en este momento 1400 US$, la camioneta nos la ofrecen por 2500 US$ (el precio en el mercado es de 4500 US$).
Queremos invitarte a que ores específicamente por estos tres desafíos que te presentamos y que puedas ser parte con tu oración o tu ofrenda (Promesa de FE) en nuestro ministerio. Escríbenos a nuestros WhatsApp:
Leda: +584249092967 / Robert: +584127351750
Si deseas hacer un aporte (no importa la cantidad) escríbenos y te hacemos llegar nuestra información bancaria. Si deseas ser quien ora por nosotros, escríbenos y empezamos a caminar juntos. Gracias por ser de bendición para nuestra familia, nuestro ministerio y nuestra hermosa nación.
Somos la familia Monrroy-Romero. Por más de quince años estamos sirviendo al Señor en la base de JuCUM-YWAM Caracas, Venezuela, como directores de ministerio. Somos padres de tres hermosos niños: Hannah (3años), Eirene (2 años) y Nehemías de 8 meses quienes nos acompañan en todas las actividades, porque entendemos que Dios nos llamó como familia a abrir caminos que otros han hecho intransitables, para así discipular las naciones.