Varias celebridades de Hollywood impulsan el film que muestra cómo las iglesias y la educación son la solución a la violencia callejera.
El actor, junto a Mark Burnett y la actriz Roma Downey, alquilaron varias salas de cine para apoyar la película Chicago: America’s Hidden War, un documental dirigido por pastores que se estrenó en los cines de Estados Unidos el pasado miércoles 12 de mayo.
Luego del cese de restricciones en varios estados del país norteamericano, los cines volvieron a abrir sus puertas y muchos de los propietarios de las salas se ofrecieron a colaborar con los productores de la película poniendo a la orden sus establecimientos. Además, actores de Hollywood, defensores de la justicia social, comunidades cristianas y personalidades de los principales medios de comunicación se sumaron a la iniciativa. Eso logró que un conjunto de organizaciones juveniles atraiga a los jóvenes a ver el documental.
El objetivo central del largometraje es exponer el comportamiento violento, brutal y sistémico que tienen las pandillas de Chicago. Pero también, la película inspira a construir un futuro mejor para los niños de ese distrito y anima a los jóvenes a mejorar su bienestar espiritual, emocional, físico y mental, para que el día de mañana sean hombres y mujeres de bien.
La película investiga el implacable conflicto de pandillas, que continúa afectando de manera directa la vida cotidiana en la ciudad. El director del documental logra trasmitir una perspectiva muy íntima de lo que sucede desde adentro de las pandillas y retrata la violencia que ejercen desde un enfoque de periodismo de guerra. También expone cómo los actos vandálicos impactaron a largo plazo en Chicago.
Si bien el documental identifica una problemática local, se puede adaptar a cualquier parte del mundo donde sucedan situaciones similares en las que se vean involucradas pandillas, drogas, robos, niños y jóvenes.
Para tener una estadística de la gravedad de lo que sucede en esa ciudad, el Departamento de Defensa de Estados Unidos y el Departamento de Policía de Chicago brindaron una estadística que grafica que más de 7.000 estadounidenses murieron en Afganistán e Irak entre 2001 y 2020. Pero en ese mismo lapso 10.000 personas murieron en Chicago.
La película incluye testimonios de ministros cristianos, pandilleros y niños, en los que narran como algunos de ellos solo se sienten seguros «en la escuela y en la iglesia». Los testigos reiteran además cómo la dinámica de las pandillas obliga a los estudiantes a caminar por barrios violentos que están divididos en territorios de bandas delictivas solo para llegar a la escuela, y el riesgo que implica ir a estudiar todos los días, sabiendo que pueden ser víctimas de algún enfrentamiento.
La sinopsis de la película dice: «Chicago: la guerra oculta de Estados Unidos abre el telón para exponer el comportamiento genocida generalizado, explicar cómo nació y qué contribuyó a esta guerra y por qué se hace tan poco para detenerla y, en última instancia, inspira un camino claro hacia el cambio.” Según los productores, buscan que este documental también pueda estar en un futuro cercano en plataformas digitales en todo el mundo.
Este es el tráiler del film: