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David Firman: «Un alma sin cruz es indomable»

Fabián Liendo junto al psicólogo y pastor David Firman en una charla relajada en la que realizan un análisis de la psicología moderna y cómo repensarla a través de la cruz de Cristo. El profesional cuenta cómo es tratar las situaciones que pasan en la realidad con las verdades eternas, cómo hacer que nuestra alma mire a Cristo y no a las circunstancias que suceden en lo terrenal.

Fabián Liendo: Vos planteás que la psicología es una ciencia que estudia el comportamiento del alma. Pero hay quienes que dicen que no es una ciencia porque estudia teorías y conceptos o percepciones acerca del comportamiento humano en relación al ámbito que lo rodea y que se va modificando y que va madurando conforme a los resultados y a las cosmovisiones de cada época.
Pero sí podemos entender desde la perspectiva de un Dios que es absoluto, que es eterno, que no cambia y que el hombre fue creado por ese Dios. Entonces podemos volver al origen y entender dónde empezó todo.

David Firman: Sí, claro, es que ahí está el punto, no es una discusión necesaria si es ciencia o no. Lo que sí hay es una observación de los procesos del alma, de la de la conducta de las personas, de las emociones, y en base a la experiencia se observa y se sacan conclusiones.

Entonces hay diferentes líneas dentro de la psicología explicando por qué esto es una teoría, pero necesitamos volver al origen y ver que cuando el primer ser humano desobedece (el primer matrimonio desobedece a Dios, lo vemos en Génesis 3 muy claro) hay automáticamente un impacto en el alma y ahí empiezan a experimentar emociones y hay un cambio en su cosmovisión de vida.

Hasta el día anterior hablaban con Dios cara a cara y ahora se están escondiendo de Dios. Y ese esconderse es una gran característica del alma. Sin la experiencia de la cruz, el alma se esconde con intenciones, esconde pensamientos, esconde verdaderos intereses. Está todo el tiempo escondiendo, de hecho, nosotros en el consultorio muchas veces trabajamos como a tirabuzón, tratando de descubrir, preguntar por qué la persona trae algo como problema, pero en realidad sabemos que el problema es otro.

Entonces en el esconderse es donde la psicología, entiendo yo, creo que encuentra su mayor dificultad, porque nunca va a llegar al fondo de la cuestión, a no ser que el alma vuelva al diseño y el alma reciba una provocación, una propuesta a ubicarse dentro del ser integral y a mirar al lugar correcto. Entonces deja de esconderse y uno puede tener la exactitud de lo que pasa adentro del alma, que es un gran misterio.

Entonces creo que ahí está la dificultad. La psicología no va a poder llegar nunca porque no puede meterse en el ámbito espiritual, no entiende el diseño del ser integral. Entonces ahí está la gran limitante que necesitamos asumir y entender.

«LA PSICOLOGÍA TIENE LIMITACIONES, PUEDE EXPLICAR MUCHAS COSAS, PERO HASTA UN PUNTO».

David Firman, psicólogo y pastor

FL: El hombre es diseñado por Dios como ser integral: espíritu, alma y cuerpo, y esta posibilidad que tenemos como gente extraviada, fragmentada, muerta espiritualmente ¿cuál es el camino para que el alma recupere el modelo original por el cual fuimos creados?

DF: Bueno, hay un solo camino. Ya lo dijo Jesús, Él es el camino. El camino es la cruz, necesitamos entender, en primer lugar, que algo realmente trágico sucedió en el origen, que no fue solo comer una manzanita, no fue una cuestión de obediencia o desobediencia. Lo que lo que sucedió es que (creo que habría tanto para hablar) la serpiente fue muy astuta en meterse a tocar el alma, porque el alma, dentro del ser integral, es el regulador, es algo muy poderoso, aunque frágil a la vez. El alma fue diseñada por Dios como el motor de expresión, como la que puede gestionar y llevar adelante todo lo que es la vida de la persona, el carácter, la personalidad, los deseos, los sentimientos; las decisiones se expresan a través del alma.

Pero claro, en el diseño de Dios el alma sujeta al gobierno del Espíritu con los absolutos de Dios, está muy sólida, muy estable, está en reposo y el cuerpo experimenta, es como un regulador, el alma está en el medio. Pero ¿qué pasa? cuando la serpiente entra con el relativismo, que hoy lo consideramos una filosofía de nuestra época, en realidad, en la hoja uno o dos de la Biblia encontramos que la serpiente cuestiona lo que Dios dijo. Entonces la serpiente juega con el alma que razona, que piensa, que considera y ellos se desprenden, se desconectan de Dios y se genera esa muerte espiritual, esa desconexión de Dios. Claro, el ser humano siguió viviendo, pero para Dios está muerto porque se desconectó de Él.


«vemos la sociedad del alma tan inestable. Un alma sin cruz es indomable».

David Firman, psicólogo y pastor

No hay forma de estabilizarla, de encontrar una teoría, algo que la explique, que nos dé herramientas, porque es la única forma de que el alma vuelva a su diseño. Entonces ahora todo lo relativiza, todo lo cuestiona, busca donde no tiene que buscar, está muy pegada al cuerpo, entonces tengo miedo y se me aflojan las rodillas, tengo angustia y tengo un nudo en el estómago, en la garganta, se me contracturan las cervicales.

El alma se quedó mirando con los cinco sentidos a la realidad natural, cuando fue diseñada por Dios para mirar la realidad eterna y absoluta, para reposar y manifestar en lo natural ese absoluto, ese reposo que es el ámbito de eternidad, el ámbito donde Dios opera.

Entonces de nuevo ahí está la gran limitante que necesitamos en humildad asumir. La psicología no va a poder llegar nunca a estabilizar al ser humano, porque la única forma que tiene el ser humano de estar estable es que esa alma tenga la experiencia de la cruz.

Mirar por la experiencia de la cruz, vaciarse de todo lo que es natural, temporal, humano, que ya lo experimenté, y la experiencia me muestra que no encontré los resultados, y mirar por la cruz a la realidad eterna a la cual tenemos acceso al unirnos a Cristo.

El camino a la cruz

FL: Recién dijiste muchas cosas que son muy importantes, una es que a través de un nuevo nacimiento el Espíritu de Dios se une al de nosotros, se hace uno con Él y Él le habla a nuestra alma. El espíritu la modela a su imagen y le comunica al cuerpo ese estado de reposo que hay en el espíritu, para disfrutarlo, deleitarnos y darlo a conocer. Pero la pregunta es si es instantáneo o progresivo.

DF: Qué buena pregunta. Tenés Hebreos 10:14 que te dice que Dios nos hizo perfectos para siempre en un solo sacrificio. Pero también en el mismo verso dice que hizo perfectos para siempre con un solo sacrificio a los que está perfeccionando, a los que está santificando. Entonces hay como dos cosas en el mismo momento y después, cuando empezamos a investigar (que esto comenzó como una investigación propia para entender el alma por la frustración, después de más de 15 años de profesión de no entender en definitiva cómo realmente funciona el alma y cuál es el plan de Dios para nuestra alma), a ver en textos cómo el apóstol Juan en una de sus cartas que dice ‘seas prosperado en todo’. En la tercera carta dice ‘seas prosperado en todo, como prospera tu alma’. Entonces está hablando de algo a futuro, pero que a la vez está sucediendo, vas a ser prosperado en la medida que esté prosperando. Hay como un doble tiempo ahí.

Pablo hablaba de la renovación del entendimiento, para entonces experimentar la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios. Así tenemos una serie de versos que, aún después de tres generaciones de creyentes, no hacían sentido, porque por un lado Dios me está diciendo «sos perfecto», pero yo no me siento perfecto, alguien está mintiendo.

Dios me dice «estás completo», y yo no me siento completo. Dios me dice «sos amado y nadie te puede separar de mi amor» y yo no me siento amado y de hecho la gestión de vida es salir a buscar ser amado, luchar con el rechazo y el abandono y salir a ver si me aceptan y luchar con el bullying porque no tengo resuelto algo que Dios ya resolvió.

Entonces, son las dos cosas, por un lado Dios ya lo hizo, y esto es lo trágico de repente, de ser cristiano y tener en nuestro espíritu una realidad ya resuelta, ya consumada, y que el alma nunca se entere o no experimente esta realidad, y que uno siga viviendo durante años, quizá toda una vida como como cristiano, pero viviendo como si no lo fuera, porque tu alma está luchando con cosas que no debiera estar luchando más, porque ya fuimos llamados, ya fuimos benditos, ya fuimos escogidos, ya fuimos aceptos.

Hay tantos, tantos absolutos que están resueltos, pero claro, el alma necesita y esto me han cuestionado un poco en algún momento, como si yo sé que en la cruz ya se resolvieron muchas cosas, pero bueno, yo veo en lo cotidiano o veo en el consultorio, me dicen otros colegas, veo que la gente lucha con la iniquidad, con su historia, su experiencia y entramos en tema complejo, pero en realidad le estamos creyendo más a nuestra propia experiencia y muchas veces definiendo el diseño de vida, de matrimonio, de familia, del alma misma por nuestras propias experiencias, en vez de definirla por lo que Dios ya hizo.

la cruz
David Firman explica cómo el alma tiene que volver a mirar a la cruz, a Cristo.

Necesitamos definirla como la realidad que Dios dice y yo tengo que ver, entonces la pregunta fue durante muchos meses y años ‘¿Señor, por qué lo que vos me planteas yo no lo veo en mí?’ O sea, algo está mal, ya no somos esclavos del pecado, porque fue crucificado juntamente con Cristo, dice Pablo en Romanos 6, y yo me veo que hace cinco minutos estoy esclavizado con algo, lo que sea, alcohol, pornografía, etc.

No es mentira lo que Dios hizo, lo que está mal es que mi alma todavía no lo está viendo, no fue absorbida por esa realidad. Entonces estoy gestionando el alma de una manera opuesta a la realidad que ya tengo en mi espíritu. Son como dos personas en una, y el Evangelio lo que nos propone es ser íntegros, o sea que espíritu, alma y cuerpo y en el orden es ese espíritu, alma y cuerpo seas prosperado en todo como prospera tu alma, es un orden.

Entonces vas a conocer la voluntad de Dios. Es un orden, hay un orden y todo el tiempo la propuesta era para el alma y nunca la hemos hablado, no la hemos entendido. Ya hoy entender la obra de la cruz, entender la victoria eterna de la cruz, todo lo que ya fue consumado y que eso en la vida va a ser una propuesta permanente para que mi alma la vea, sea absorbida y manifieste esa realidad, es el plan de Dios, es la obra del Evangelio en nosotros todos los días.

Por un lado ya está hecho. Por el otro lado es un proceso. Todo fue hecho nuevo, pero mi vida tiene que ser absorbida por esa realidad y manifestar en la gestión cotidiana esa realidad de que todo ya fue hecho nuevo.

Traer esa realidad a lo temporal

FL: Es cierto, en la realidad eterna de Dios Él nos ve a través de su Hijo. Todo aquel que está en el Hijo se expresa en salvación, en redención y justificación completos en él. Pero hay un proceso que se produce en el alma que nos permite traer esa realidad a lo temporal. Es cierto, poder vernos en la forma en que nos ve el Espíritu y entrar en los procesos del alma a través de la cruz, para que no quede nada de nosotros y quede toda la realidad de Cristo en nuestra vida y podamos expresar aquello que ya Dios consumó en la eternidad.

Es algo increíble por verlo, porque el abordaje es completamente distinto, a que una persona quiera ser un buen cristiano o parecerse a Jesús, algo que no va a ocurrir jamás a menos que yo comprenda cuál es el abordaje y la manera en que Dios diseñó para que ocurra esta realidad eterna en mi vida.

DF: Lo que pasa es que, como en el origen, lo que la serpiente ofreció suena bien, hasta suena legítimo.

FL: En definitiva, era un camino paralelo que no se junta nunca porque las dos sustancias son opuestas. Pero le estaba diciendo lo que vos viniste a hacer es establecer un reino, yo te lo ofrezco, si es que no vas a la cruz, pero no hay reino sin cruz.

DF: Exacto. En el origen era un ser como Dios sin comer del árbol de la vida, como puentear a Cristo. En algún punto lo que la psicología ofrece, y muchas veces los cristianos al abrazar esta profesión tan hermosa, pero al no entender la propuesta de Dios para el alma, caemos en la trampa de lo aparentemente bueno y legítimo que ofrece.

La psicología te ofrece estar bien y resolver tu historia, pero desde el alma en sí misma y por sí misma. Entonces si yo quiero estar bien pero sin cruz, quiero estar bien, pero sin Cristo, es una trampa, no lo voy a lograr nunca porque yo estoy apoyando mi autoestima, mi vida, mis valoraciones en algo que no es absoluto, en algo que no puedo controlar.

«La única manera de que yo esté bien es que mi alma vea una realidad absoluta».

David Firman, psicólogo y pastor

Pablo, en Filipenses 4, habla de contentamiento y habla de su contentamiento y es genuino. Claro que creemos que no estaba mintiendo y él dice ‘he aprendido a contentarme en cualquier situación, porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece’. Él está preso, está en una situación totalmente horrible, en una cárcel infrahumana e injustamente preso. Sin embargo, su contentamiento no está en las circunstancias, está en Cristo.

Entonces, ¿qué veo ahí? Él está loco o era un extraterrestre o uno de los únicos que podía experimentar eso o él ha madurado de tal manera que su alma está viendo una realidad superior a la realidad real que existe porque él está preso. Es como si hubiera dos realidades y él ha podido. En 2°Corintios 4 Él habla de esto también ‘estoy derribado, pero no angustiado’ y hay dos realidades y él siempre pone el pero.

Ese es el alma que experimentó la cruz. El alma que a pesar de ciertas realidades naturales que pueden ser adversas, está mirando a una realidad eterna, absoluta, totalmente superior que es lo eterno, que es la posición en Cristo, y esa es la propuesta de Dios para nuestra alma.

El alma tiene que volver al diseño. El alma tiene que sujetarse porque el amo es el espíritu. El alma es solo un mayordomo y el cuerpo es el sirviente que lleva adelante la gestión en lo cotidiano y da a conocer lo que hay internamente.

Todos somos lo que pensamos, todos somos lo que está dentro de nuestra cabeza. Claro, lo que está dentro de nuestra cabeza no está sujeto a una realidad superior. Lo que se va a manifestar es lo precario que es lo temporal y que son las cosas que yo no controlo, y yo no tengo control de nada externamente.

Ahora, cuando descubro el mundo interno que tengo y descubro que Cristo en mí es mayor a la realidad, al universo externo, todo está resuelto. Se puede caer el mundo a pedazos y en mi interior está todo en estado de reposo y mi alma lo está viendo, entonces mi alma reposa aún en el mundo cayéndose a pedazos, y eso no lo puedo ofrecer a nadie y el humanismo no lo va a poder ofrecer nunca jamás, porque está muy lejos de la cruz espiritual.

FL: O sea que, en definitiva, la realidad que nosotros vamos a vivir está sujeta específicamente al hombre en el que estamos operando. Si es en el hombre natural, va a pensar como el hombre natural que no puede ver, percibir ni entender las cosas del Espíritu en donde está el todo de Dios, o si estamos en Cristo, en lo cual la realidad eterna de Él es que estamos completos, que nos han sido concedidas todas las cosas, y la manera de expresar eso es a través de los procesos del alma. Es genial poder entenderlo totalmente y abre una puerta, digamos, a una expectativa asombrosa para los hijos de Dios.

DF: El problema es qué propuesta recibe mi alma. Porque yo puedo haber nacido de nuevo. Técnicamente en el Espíritu ya soy uno con Cristo y estoy en el hombre nuevo, pero no si no hay una propuesta concreta, y la única que le puedo ofrecer es la palabra de la cruz. Como decía Pablo, no me propuse ir a ustedes no sabiendo cosa alguna, solo en Cristo, Cristo crucificado.

Entonces, esa es la única propuesta que trabaja en los procesos del alma. En un discipulado que la permite ver, porque hay una lucha, yo estoy viviendo una realidad, yo estoy esclavo de esto, pero Dios me dice que ya no lo soy. Entonces necesito que el alma vea la realidad donde yo ya no soy.

Dios me dice no sos ese, sos este el que está en Cristo. Transito un proceso en el que mi alma ve la realidad y deja esto porque ya no lo necesito. Entonces el sistema mundo (internet, la música, las películas) todo el tiempo está proponiendo al alma a mantener su mirada en lo natural. Y a vender humo, venderle ideas, espejitos de colores. Si tengo esto, si compro lo otro, si tengo tal posición, entonces voy a ser. Es como correr atrás de algo que nunca alcanzo.

Entonces «si lo voy a tener, voy a estar contento», y el alma cae en esa trampa. Pero la propuesta de la cruz es «no, yo ya lo tengo, no tengo que correr atrás de nada, yo ya soy». Entonces el alma lo ve y yo no necesito que mi matrimonio se solucione para estar contento. Yo ya estoy, mi contentamiento está en Cristo mientras transito el proceso de que mi matrimonio se resuelva.

La gestión es totalmente diferente. Yo tengo delante de mí una persona en el consultorio que aunque me traiga el problema que me traiga, yo estoy viendo desde qué hombre está operando, desde la carne o el espíritu, viendo lo natural o lo eterno. Entonces, aunque yo aparentemente esté trabajando alguna cuestión doméstica de su vida cotidiana, en realidad lo que estoy buscando llevar es alma, mirar a Cristo.

«Porque cuando esa alma mira a Cristo, todo lo demás se ordena, porque en Cristo ya está todo ordenado».

David Firman, psicólogo y pastor

Ya está todo en estado de reposo, ya operamos en el Consumado es, ya no hay más nada que hacer, ya está todo hecho.

Pero bueno, la propuesta es clave. Creo que es urgente que la Iglesia entienda que tenemos que volvernos a las Escrituras, tenemos que volvernos a la Palabra de la Cruz, tenemos que volver a entender qué pasó en la cruz. Entonces el anuncio de Dios es que va a venir la solución, la solución es Cristo, la solución es mi simiente, es mi Hijo y cuando se cumpla el tiempo se va a manifestar. Entonces fíjate que Dios no les habla a ellos, le habla a la serpiente y resuelve lo cósmico.

FL: Esto es algo fundamental, David, porque una cosa es ponernos a trabajar en la resolución de los problemas matrimoniales y otra cosa es buscar nuestro matrimonio en Cristo, porque en Él ya está resuelto en la eternidad de Dios. Es un cambio radical de ver nuestra realidad.

DF: En Romanos 8 Pablo dice «si Dios no escatimó ni a su propio Hijo ¿cómo no nos dará también con Él?». O sea, la resolución de mi matrimonio está con Él, está en Cristo, no hay que imaginarlo siquiera. Yo voy a Cristo y con Él viene todo, todo lo que sea necesario. Pero el punto central siempre es Cristo. Desde la hoja uno de la Biblia.

FL: Pudiendo entender esto, lo cual es: si la realidad eterna se pone de manifiesto en nuestra vida a través de los procesos del alma, quiere decir que la salvación de todo lo que implica mi vida está en los procesos del alma, en la medida de Cristo que hay en mi propia vida. ¿No es cierto eso? Si en los procesos del alma yo voy menguando y Cristo va creciendo, va abordando mi matrimonio, mi familia, mi salud.

Pero yo puedo vivir como si no existiera, a menos que a través de los procesos del alma esa realidad se ponga de manifiesto en nuestra vida, y eso es realmente radical.

DF: Exactamente. Pablo le dice a Timoteo «considera lo que te digo y Dios te dé entendimiento en todo». Ese considera es el alma, porque esta considera, reflexiona, piensa, analiza. Entonces necesitamos llevar al alma permanentemente a considerar.

El alma necesita considerar la realidad del espíritu. El alma necesita considerar la realidad de lo que Dios dice, por más que está siendo bombardeada todos los días, todo el tiempo, por una realidad natural que se presenta como una realidad absoluta.

Pero en realidad no es una parte, es una realidad, sí, yo no puedo negar que las cosas existen, no puedo negar que tengo un problema con mi matrimonio o cualquier problema doméstico que se manifieste. La pregunta es ¿cuál es la verdadera realidad? Y es la que está en Cristo, la que toda potestad le fue dada. La verdadera realidad es que en la cruz todo fue consumado.

Entonces depende a dónde está mirando mi alma y ahí es donde veo la dificultad tanto de la ciencia como de otros Evangelios que no son la palabra de la cruz. Es que no puedes llevar al alma a la realidad que Dios pensó y diseñó para el alma. Solo la palabra de la cruz, si ayudamos a las personas a girar su alma a mirar al lugar correcto, esa alma va a volver a funcionar en Espíritu, alma y cuerpo, en el orden que Dios diseñó, y va a ser la expresión de Dios en la tierra.

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Redacción
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