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Cuando los planes fracasan

Fin de año es un tiempo cargado de emociones, compromisos y muchos eventos. Cada vez que hay un cierre de ciclo, es inevitable hacer un autoanálisis y evaluar cómo nos ha ido. Muchas veces las cosas pueden salir bien y otras veces simplemente no podemos cumplir con las metas propuestas. ¿Cómo te fue este año? ¿Lograste todo lo que te propusiste? ¿Qué cosas quedaron pendientes? ¿Qué nota le pondrías a este año?

Hacernos estas preguntas puede servir para cuantificar nuestros logros y fracasos, pero realmente ¿nos sirve a nuestra salud mental? Cuando planificamos, sin lugar a dudas, es una buena forma para organizar nuestra vida, pero lo que debemos entender es que la vida no es un guión que debemos cumplir a rajatabla. 

En algunas ocasiones las cosas no saldrán como esperamos, pero esto no significa que fracasamos. Al contrario, demuestra que tenemos la oportunidad de aprender, crecer y adaptarnos a las circunstancias. 

«La vida es impredecible y dinámica, y nosotros debemos ser flexibles y resilientes para afrontar los desafíos que se nos presenten».

A principios de año, en Villa Mercedes hubo una gran tormenta con granizos del tamaño de una pelota de tenis y con puntas. Este evento fue una gran catástrofe que, sin dudas, no estaba en los planes de nadie. Recuerdo con claridad la cara de espanto que teníamos todos al ver cómo las ventanas se rompían. 

La ciudad quedó devastada, sin luz y muchos perdieron sus techos, autos y demás pertenencias. Gracias a Dios no hubo mayores destrozos en mi hogar, pero lo que pude lamentar es cómo el granizo destruyó todas mis plantas. Al principio todo parecía perdido, pero al otro día empecé a levantar pedazo por pedazo y ponerlos en remojo. 

Una vez enraizados los pedazos, armé nuevas macetas. Y con el tiempo, lo que era un panorama devastador, se convirtió en alentador. Las plantas destruidas volvieron a brotar y los pedazos cortados se convirtieron en nuevas plantas. El número de plantas se triplicó.

En ocasiones, las tormentas pueden llegar a nosotros y dejarnos rotos, pero debemos recoger cada pedacito perdido y encontrar nuevas oportunidades. Dios nos dió la habilidad de regenerarnos y recuperar la fuerza para volver a empezar. Así como las plantas se recuperan y multiplican, nosotros también podemos hacerlo si confiamos en Su amor y su propósito para nuestras vidas.

«No importa cuán grande sea el daño que hayamos sufrido, siempre hay esperanza de restauración y renovación».

Es usual pensar que estamos firmes como un árbol, pero la vida nos golpea para que podamos dar frutos. Siempre que te sientas cómodo, Dios intentará sacarte de tu zona de confort para que puedas dar mucho fruto. 

Él sabe lo que necesitamos para crecer y madurar, y a veces eso implica pasar por situaciones difíciles y dolorosas. Pero no estamos solos en ese proceso, Él está con nosotros y nos acompaña en cada paso. Él es el jardinero que nos cuida y nos poda para que demos más fruto todavía

“Toda rama que en mí no da fruto la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía.” Juan 15:2

Nosotros podemos tener muchos planes, pero siempre los planes de Dios serán mejores que los nuestros. Es por ello que si las cosas no salieron como quisiste este año, no te desanimes, el proceso también es importante para alcanzar la victoria. 

Quizás no entiendas por qué pasaron las cosas que pasaron, pero ten la certeza de que Dios tiene un plan perfecto y bueno para ti, y que todo lo que te sucedió fue para tu bien y tu crecimiento. No te compares con los demás, ni te juzgues por lo que no hiciste, sino por lo que aprendiste y lo que puedes mejorar.

“La mente del hombre planea su camino, pero el SEÑOR dirige sus pasos.” Proverbios 16:9

Levanta tus pedazos, ármate de valor. Te animo a que termines el año motivado. Que la ansiedad y la depresión de no haber cumplido las metas no te ganen. Dios da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna. Él te ama y te quiere ver feliz y realizado. 

No dejes que el pasado te detenga, ni que el futuro te asuste. Vive el presente con gratitud y confianza, y prepárate para recibir el nuevo año con ilusión y esperanza. Dios tiene grandes cosas preparadas para ti, solo debes creer y recibir. ¡Feliz año nuevo!

Ema Ortega
Ema Ortega
Oriundo de la provincia de San Luis, es un creador de contenido cristiano, pastor de jóvenes, estudiante avanzando de abogacía y creador de la Fundación Nueva Vida, que trabaja con adolescentes y niños llevando el mensaje de Jesús.

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