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Cristo en las calles: Llevar la Palabra al inaccesible norte argentino con viandas de comida

Cenas de Amor se encarga de preparar los platos con comida para llevarlos a las personas que más lo necesitan y, al mismo tiempo, predicar a Jesús

Esta iniciativa comenzó hace diez años, y desde entonces Rosul Paredes, autor del movimiento Cenas de Amor, junto a su familia, distribuyen alimentos a pueblos originarios a lo largo de todo el país y comparten de Cristo a aquellas personas a quienes nadie alcanza.

En cada viaje, Paredes es acompañado por sus hijos Máximo y Felipe, de 7 y 5 años, respectivamente, y su esposa Maribel. Preparan todos los alimentos en “Olivia”, su local gastronómico abierto en la pandemia, y de esta manera logran llegar a los lugares casi inaccesibles con un objetivo en mente: presentarles a las personas a Jesús como su Salvador.

En este año, Rosul expresa que pudieron llegar a San Rafael, en Mendoza, a un lugar habitado por 25 mujeres que sufrieron trata de personas. “Fuimos a bendecir, a impartir la Palabra, ministrar y preparar un almuerzo de bendición, y poder llevar a Jesús en cada vianda”. 

“Dios nos puso ahí para poder sembrar en esa Palabra, que es presentar a Jesús en cada vianda”

Rosul Paredes de «Cenas de Amor»

A principios de marzo, se adentraron en lo impenetrable, la selva amazónica de la Argentina, donde pudieron ingresar tanto con alimentos no perecederos, como con ropa y medicamentos para los más necesitados. 

Medellín, ubicada en Santiago del Estero y catalogada como la primera ciudad fundada de la Argentina, fue otro destino de Cenas de Amor al que arribaron con el fin principal de compartir de Cristo, y donde se pudo ver “una invasión de amor y un despertar del Espíritu Santo” en medio de las extremas temperaturas que azotan el norte del país. 

Posteriormente, Rosul nos comentó que fueron a La Banda, en Santiago capital, a Villa Atamisqui y el paraje Del Rosario; en este último lugar, expresó, “pudimos presentar a Jesús y repartir comida a más de 500 niños”.

Al regresar a Buenos Aires, en su local recibieron a 80 familias para entregarles un plato de comida, y a su vez presentarles a Jesús. “Ellos vienen a retirar las cenas en la semana, y los días sábados salen mis hijos a ministrar y llevar las cenas, también”.

En estos días en que las temperaturas bajan debido al otoño, la campaña lanzada se titula “Más frío, más amor”, que los lleva a recorrer y llevar el amor de Jesús a las personas que están viviendo en la calle en medio del frío.  

“Hemos visitado el Gran Buenos Aires, los comedores, los merenderos; allí los niños son ministrados con la Palabra de Dios y salimos a las calles a evangelizar y presentar a Jesús en cada vianda”, comenta Rosul. “En el mes de abril hemos visitado el barrio Mitre, ubicado en Saavedra, Provincia de Buenos Aires”, y añade: “siempre visitamos nuestros alrededores, los comedores, los merenderos; estamos muy activados”. 

El próximo martes 16 de mayo, Cenas de Amor planea visitar Pablo Nogués, para en junio partir rumbo a la provincia de Corrientes.

«Yo sé que Él va delante mio como León de Judá y yo soy un soldado que está en el frente partiendo el pan, llevando amor y esperanza»

Paredes reflexiona sobre todo el mover de Jesús a través de la comida que entregan a las personas más necesitadas. “Es el tiempo de partir el pan, de amarnos unos a otros. Dios nos dio este mandamiento de amarnos unos a otros, pero el amor que Jesús demostró hacia nosotros tiene que ser el reflejo de cómo nosotros tenemos esa comunión con Jesús, de poder abrazarnos, de partir el pan y compartirlo con nuestros hermanos”. 

“Somos llamados a ser luz en el mundo, pero esa luz tiene que arder como zarza de amor puro y humilde ante cada uno de nuestros hermanos. No nos cansemos de hacer el bien. Si nos cansamos, Dios renueva nuestra fuerza”, agrega Rosul.

“La Palabra de Dios es muy clara: ‘Hágase tu voluntad así en el cielo como en la Tierra’. Es el amor que tenemos que demostrar en esta generación, amando enormemente esa Palabra, ese Evangelio, abrazando a nuestros hermanos que están en las calles, no solamente con la estrategia de dar un plato de comida, sino en cualquier momento. El abrazo es la representación del amor que puede tener Jesús en nosotros, dentro de nuestro corazón, para con aquellos que lo necesitan”.

Rosul finalizó dando una pequeña conclusión de toda su labor. “En cada pueblo pude ver que cuando Dios me mostró que vayamos a la selva, nos acercamos más a Él. Tenemos esa comunión con Jesús, quien nos muestra cómo partir el pan y presentarlo en cada vianda que Él quiera que llevemos”.

Luciano Peiteado
Luciano Peiteado
Periodista, redactor y conductor de radio. Trabajo con adolescentes en Presencia de Dios. Contratado por el Cielo para llevar a Jesús a las personas.

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