Hassan, un valiente cristiano de Oriente Medio, ha enfrentado con firmeza los ataques a su fe, decidido a continuar predicando el Evangelio a pesar de haber sobrevivido a múltiples intentos de asesinato.
Su hogar fue incendiado, sufrió disparos y fue brutalmente golpeado, lo que le dejó el rostro desfigurado de forma permanente. Sin embargo, Hassan se mantiene inquebrantable en su fe, negándose a renunciar a Jesús.
En un país donde menos del 1% de la población es cristiana, su testimonio resuena con una creciente preocupación global por la seguridad de los cristianos locales que enfrentan intensa persecución religiosa. A pesar de los ataques, su determinación se ha fortalecido.
«A pesar de todo lo que he vivido, mi esperanza está en Cristo», afirma Hassan. Ha llevado a su esposa e hija a la fe, y juntas han evangelizado a quienes se encuentran perdidos en su comunidad.
Con el respaldo de un ministerio local, Hassan ha dejado una huella espiritual significativa en su entorno. Hace aproximadamente un año, abrió un restaurante que rápidamente se convirtió en un punto de encuentro popular. Este espacio no solo ofrece comida, sino que también sirve como herramienta de evangelización; Hassan canta alabanzas cristianas cada día, lo que atrae la curiosidad de los comensales. «La gente se acercaba a preguntar sobre las canciones, y yo respondía: ‘Estas canciones son sobre Jesús'», relata.
Hassan no se detiene a pesar de los riesgos que enfrenta, compartiendo el Evangelio y distribuyendo Biblias a quienes desean conocer más sobre Cristo.
Entre los muchos frutos de su labor se encuentra Bashar, un musulmán sunita que solo conocía a Jesús como profeta a través del Corán. Al leer las historias de Cristo en la Biblia, fue profundamente conmovido por el Evangelio. “Las palabras de Cristo me impactaron enormemente. ¿Cómo puede alguien decir: ‘Amad a vuestros enemigos’?”, reflexionó Bashar, comparando las enseñanzas de Jesús con las de Mahoma.
Después de recibir una Biblia de Hassan, Bashar entregó su vida a Cristo, y poco después, su esposa e hijos también aceptaron el Evangelio. Ahora, él y otros nuevos conversos se reúnen cada mañana en el restaurante de Hassan para orar antes de comenzar sus actividades diarias.
El ministerio local solicita oraciones por la seguridad de los cristianos que trabajan en la región y por la continuidad de su labor evangelística. “Por favor, oren por la protección de nuestros trabajadores en este campo desafiante”, pidió el líder del ministerio. “Que el Señor continúe obrando y usándonos poderosamente para Su gloria y la expansión de Su Reino”, concluyó.