Muchas veces me preguntan ¿cómo puedo establecer relaciones sanas? Siempre mi respuesta será, antes de comenzar una relación, enfócate en cómo está tu corazón para establecer un noviazgo sano y lleno de propósitos.
Creo que la problemática dentro de las rupturas o relaciones que no avanzan y se rompen con el tiempo, vienen porque no hay corazones sanos, sino todo lo contrario, están enfermos y siguen sin soltar los sentimientos de noviazgos anteriores
“Lo que no se trata, se repite” o “Lo que se trata, se transforma”, estas frases no son un juego de palabras, sino más bien están llena de propósito con una misión que es la transformación de nuestra vida, para construir relaciones eternas y no pasajeras. Déjame hacer dos preguntas: ¿Cómo está tu corazón? ¿Está sano para iniciar una relación?
Soy una persona que creo firmemente que las preguntas nos traen respuestas y las mismas una nueva forma de trabajar. Hoy te quiero dar tres consejos para que puedas establecer noviazgos sanos y llenos de futuro.
- Tu corazón no es un basurero es un tesoro
Como dice Proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él depende la vida”. La cantidad de veces que aplicamos este pasaje para varias áreas de nuestras vidas, hoy quiero que lo apliques para tu relación o futuras relaciones. Nuestro corazón es el mayor tesoro que podemos tener , muchas veces hemos jugado con él, lo hemos maltratado y lastimado.En otras ocasiones permitimos que hagan lo que quieran con el mismo.
Acá está el problema de que no podemos querer formar un noviazgo si mi corazón está lleno de basura o simplemente permitió que lo llenaran de desechos. “Cuando aprendas a valorar a tu corazón, aprenderás amar”, el amor es una decisión, pero comienza con este gran paso: ver a tu corazón como un tesoro y no un basurero de sentimientos rotos y sin sentidos.
“No quieras vivir de relaciones exprés, cuando fuiste creado para la eternidad”, enfócate antes de iniciar un noviazgo en purificar tus sentimientos y no seguir caminando con sentimientos tóxicos de relaciones pasadas, porque nadie se merece un corazón enfermo por no tener la valentía de sanar.
- Todo comienza por una oración
Es importante entender que a lo largo de los evangelios Jesús está interesado en tener una relación íntima con nosotros y no lejana. ¿Qué tiene que ver esto con formar una relación sana? Estoy seguro que te estás haciendo esa pregunta, y la respuesta es todo tiene que ver.
La mayoría de adolescentes y jóvenes anhelamos tener un noviazgo perfecto, pero el problema es que muchas veces no estamos cerca de Dios y por eso terminamos decidiendo mal.
“Tener una relación llena de amor, comienza con tu oración en tu intimidad”
No podemos querer construir un futuro noviazgo, si mi comunión con Cristo está rota, debemos afirmar las bases para tener sentimientos sanos y no tóxicos.
“Lo que empieza mal, termina mal” Esta frase una vez me la dijo un amigo y creo que es necesaria aplicarla en este consejo. El sueño de Dios es que puedas comenzar tu relación sentimental cerca de su presencia y no lejos de ella, no te enfoques en lo superficial, trata con lo verdadero. Lo verdadero es conocer lo que Jesús tiene para tu vida, para saber cuál es tu camino y por ende tu noviazgo se complementará con el sueño de Jesús.
“No comiences por el final, empeza por el principio y tu principio es Jesús”
- No seas una apariencia, sé una realidad
No somos perfectos y por ende no vamos a tener noviazgos perfectos, por esto mismo debemos dejar de aparentar “que estamos bien o que nuestras relaciones son perfectas” cuando quizás la realidad sea todo lo contrario”.
“Jesús no murió en la cruz para que seas una apariencia, sino más bien para que seas una realidad del cielo” Déjame decirte que es indispensable que en tus relaciones puedas tener consejos, personas que te digan lo que necesitas escuchar y no solo palabras bonitas.
En tu vida personal necesitas mentores o líderes que puedan edificarte con consejos sabios para tu corazón.
Mientras sigas aparentando algo que no sos, jamás podrás tener relaciones verdaderas, sino todo lo contrario, simplemente una ilusión superficial.
El amor es verdadero, por eso necesitamos ser reales, con errores, falencias, virtudes pero con una convicción de querer avanzar y mejorar para nuestro futuro matrimonio. Jesús está muy interesado en que tengas un noviazgo real y sano.
En conclusión, cuando Jesús está en el centro de nuestras vidas, tu corazón estará en sus manos y todo en vos empezará a florecer. Las relaciones sanas comienzan con corazones sanos, rendidos a los pies de Dios.