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¿Cómo encontrar la salida de la tormenta?

Hace unos años estaba pasando una situación que todavía continua en mi vida, me encontraba muy desaminada, esos días que de gris se vuelven negros en fracción de segundos.

Un día caminaba para realizar unas compras y recuerdo tener un momento con en el Señor,  con el aliento que me quedaba y  enojada hice la siguiente oración: Señor, está bien no te voy a pedir que me quites esta situación, pero te voy a pedir que cuando no de más como hoy me envíes ayuda. Amén. 

Y esta oración que creía que iba a ser ignorada tuvo una respuesta inmediata y sorpresiva. Salía del supermercado cuando una persona conocida con quien no tenía contacto me dijo que me estaba buscando, sacó un regalo, un libro de Max Lucado que en su tapa decía lo siguiente: “Saldrás de esta”,  con una imagen de una plantita queriéndose abrir paso en una situación difícil y extrema.

Este delivery del cielo me conmovió profundamente y cuando pienso en la actualidad en este hecho aún continúa haciéndolo, no me ves, pero estoy escribiendo y llorando a la vez. Un encuentro que se volvió para mí un hermoso recordatorio, mi propia piedra Ebenezer no solo que Dios oye las oraciones, sino que además me ayuda a pensar en que, aunque no lo vea, siempre hay una salida.  Y como terapeuta conozco que es tan necesario conectar en nuestra mente con esta palabra: salida.

Cuando nos imaginamos que nada tiene solución, cuando el cerebro diagnostica de esta no salís, quedándonos como atrapados pensando “en un callejón sin salida”,  el daño está asegurado.  Puertas adentro en el interior de tu cuerpo se activa una hormona del estrés, el cortisol, que provoca  desregulación en el ciclo del sueño vigilia, en las conductas alimentarias, baja el sistema inmune, provoca migrañas, etc. 

Que difícil ver oportunidades o recursos cuando estamos invadidos por el miedo, por el estrés, por la angustia. En estas emociones, que en su etimología podemos ver propuestas de encierro, nos hablan de angustia que viene de angosto y estrés que significa estrechez; en ambos casos la propuesta es el encierro. En estos estados nuestros ojos se ven muy limitados y por sobre todo focalizan en los problemas más que en los recursos y en los obstáculos más que en las soluciones.

Hay en la Biblia una persona que para mí es alguien especial y no solo porque a veces trabajo con personas que se sienten atormentadas, o se hacen daño, es el Gadareno no solo es eso, sino que también es un espejo que me muestra mis propias áreas Gadaras.

Gadara significa amurallado, encerrado, cercado, y creo que muchas veces tenemos lugares así en nosotras, áreas que nos avergüenzan y ocultamos, lugares que escondemos y nos le mostramos a nadie, áreas de encierro nutridas de pensamientos también cerrados: no puedo decir lo que me paso, nadie me entiende, este matrimonio no funciona, no soy suficiente, no llego a fin de mes, a nadie le importo, Dios no me tiene en cuenta.

Las áreas gadaras o cerradas en las que te aislas, no dejas que nadie se acerque y no queres expresar,  suelen atormentarnos, es que estos pensamientos cerrados nos llevan también a emociones cerradas, como la culpa, el enojo, la angustia y el miedo. En el cuadro no solo Jesús accede a esta persona y región encerrada sino que además el Gadareno corre hacia él, me gusta el proceder que tiene Jesús, el mejor terapeuta,  simplemente se acerca a lo cercado, lo opuesto a lo que hacía el resto de las personas y que a veces queremos hacer nosotras con lo que nos acontece, poner cadenas.  

«Jesús se acerca, en otras palabras quita los cercos. Cuando lo que se acerca es más poderoso que lo que te cerca. Experimentamos libertas«.

Así pasa en nuestro cerebro cuando se acerca la oxitocina, hormona del amor que se come el cortisol, el temor. Así me ocurrió con el libro, como dicen las Escrituras: “Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir:”. Apocalipsis 3:7

No sé porque estás pasando hoy, tal vez angostura, estrechez, experiencias emocionales que vienen a decir que quedaste atrapado en ese lugar. Estás demasiado cercado, encerrado, no hay salida. Pero hay una posibilidad y es conectarte con Aquel que quita todo cerco. En la Biblia podemos encontrar historias que cambiaron vidas, hay una salida como hubo un Éxodo en el Antiguo Testamento. 

Entonces así, solo así nuestra alma renueva su esperanza, emoción bien amplia, y puedo decir como David “alma vuelve a tu reposo porque junto a la dificultad Dios también preparó la salida”.

Nadia Steppat
Nadia Steppat
Licenciada en psicología. Trabaja con docentes y niños en una institución educativa como también en el consultorio particular donde atiende adolescentes y mujeres. Forma parte de un equipo de pastores y junto a su esposo acompañan matrimonios con el fin de fortalecer familias.

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