En el umbral de un nuevo año, es común que nos sumerjamos en la reflexión sobre nuestras metas, sueños y resoluciones. Sin embargo, ¿qué tal si este año decidimos dar un paso diferente y comenzar de la mano de Cristo, permitiendo que Sus planes guíen nuestro camino?
La Biblia nos ofrece un claro recordatorio en Jeremías 29:11, donde el Señor declara: «Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.» Este versículo nos invita a confiar en Dios y a dejar que Sus planes prevalezcan sobre los nuestros.
En lugar de trazar meticulosamente nuestras propias estrategias para el año que se avecina, podríamos dar un paso atrás y preguntarnos: ¿cuáles son los planes de Dios para nosotros? ¿Cómo podemos alinearnos con Su voluntad y propósito? Aquí hay algunas reflexiones para iniciar el año de la mano de Cristo:
1. Tiempo en la Presencia de Dios
Antes de sumergirnos en la agitada corriente de nuestras vidas cotidianas, tomémonos un tiempo para estar en la presencia de Dios. La oración y la meditación en Su Palabra nos conectan con Su sabiduría y nos permiten discernir Sus planes. En Mateo 6:33, Jesús nos insta a buscar primero el Reino de Dios y Su justicia, confiando en que todo lo demás se nos dará por añadidura.
2. Escucha activa
En nuestra búsqueda por comprender los planes de Dios, es crucial cultivar una actitud de escucha activa. Dios a menudo nos habla a través de Su Palabra, pero también puede utilizar circunstancias, otras personas y nuestro propio corazón. Proverbios 2:6 nos recuerda que es el Señor quien da sabiduría y que de Su boca provienen el conocimiento y la inteligencia.
3. Sometiendo nuestros deseos
Es natural tener sueños y deseos para el año nuevo, pero la clave está en someterlos a la voluntad de Dios. Proverbios 19:21 nos advierte que muchos son los planes en el corazón del hombre, pero el consejo del Señor permanece. ¿Estamos dispuestos a rendir nuestros planes ante Él y permitir que Su guía prevalezca?
4. Vivir en la fe, no en el temor
El inicio de un nuevo año puede traer consigo temores sobre lo desconocido. Sin embargo, 2 Timoteo 1:7 nos recuerda que Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, amor y dominio propio. Confiar en que Dios tiene planes de bienestar para nosotros nos libera del temor y nos permite avanzar con fe.
5. Ser instrumentos de Su amor
Los planes de Dios no solo se centran en nuestro bienestar individual, sino también en cómo podemos ser instrumentos de Su amor en el mundo. Efesios 2:10 nos revela que somos obra maestra de Dios, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras que Él preparó de antemano. Al alinearnos con los planes divinos, participamos en la expansión de Su reino en la Tierra.
Conclusión
Iniciar el año de la mano de Cristo implica un cambio de enfoque, de hacer nuestros propios planes a buscar y seguir los planes de Dios. Jeremías 29:11 se convierte en el faro que ilumina nuestro camino, recordándonos que Su designio es de bienestar y esperanza. A medida que nos sumergimos en este nuevo año, busquemos primero el reino de Dios, escuchemos Su voz, sometamos nuestros deseos, vivamos sin temor y seamos instrumentos de Su amor. Que nuestros planes estén arraigados en la voluntad del Señor, confiando en que Él nos guiará en cada paso del camino.