Creo fuertemente que este tiene que ser un año de conquista, de alcanzar promesas que Dios nos entregó, potenciar nuestro liderazgo y poder caminar en el llamado de Dios.
Esta es la historia de un hombre radical, apasionado y ferviente por el Señor Jesús. Fue un regalo de Dios para su iglesia que persiste en el transcurso de la historia