Estamos casados hace exactamente catorce años. Y casi la mitad de nuestro matrimonio hemos estado intentando ser una familia “convencional”, es decir, con hijos.
Alimentar, educar, fomentar buenos hábitos, escoger una buena escuela, enseñarle a
elegir buenas relaciones, disciplinar y ¡amar! Esas son las responsabilidades de los buenos padres. Sin embargo...