En algunos casos se minimiza la importancia de este tema y en otros se ha convertido en un tema tabú para algunas personas que lo padecen en silencio.
Comencemos por el principio: ¿Qué es el bullying?
“Es un término inglés que define cualquier actividad deliberada y hostil (a nivel físico, psicológico o verbal), que se produce contra una persona a la que se la considera más débil con el objetivo de lastimarla o provocarle miedo”. No se trata de un hecho aislado o que ocurrió ocasionalmente (como podría ser la rivalidad entre hermanos, una discusión escalonada o una pelea que se intensifica), el bullying es más que eso, es un acto que está caracterizado por ser severo, amenazante, desequilibrado y persistente.
Muchos tienden a pensar que el bullying se da únicamente en el ámbito escolar, pero este es un mito que debemos erradicar por completo. Existen diversos tipos y ámbitos donde se produce este tipo de violencia, también encontramos el doméstico o casero, el cyberbullying, el bullying laboral, el dirigido a personas con capacidades diferentes y el bullying que se ejerce sobre los ancianos.
Este tipo de acoso puede ser directo o indirecto, implícito o explícito. Sea cual sea, la burla siempre será destructiva y desmoralizadora.
El tema es largo y complejo de abordar, pero quiero que te quedes con lo que considero fundamental para poder encararlo y de alguna manera trabajes en pos de erradicarlo para siempre.
Hay tres partes actoras, tres grupos de personas que participan directa o indirectamente en el bullying, por un lado están los que ejecutan la agresión; por otro, los que son víctimas de estas conductas y, por último, los espectadores.
Me gustaría mencionarte algo sobre los diferentes tipos de víctimas, sobre los estilos de los que denominamos “espectadores” y, por último, darte herramientas que te permitan hacer frente al bullying y que apliquen tanto para los que están siendo víctimas de diferentes tipos de acosos como para los que están leyendo esta nota y se comienzan a dar cuenta de que su conducta puede estar dañando a otros.
Existen 5 tipos de víctimas:
- Víctimas dependientes
- Víctimas pasivas
- Víctimas impulsivas
- Víctimas competentes
- Víctimas atípicas
Hay 3 tipos de espectadores:
- Los apáticos
- Los pasivos
- Los protectores
Lo llamativo de esto es que los que tienen mayor poder para producir un cambio significativo en la sociedad y erradicar el bullying son los espectadores, quienes cumplen un rol central en la lucha continua de tantas personas, familias e instituciones que anhelan vivir con la tranquilidad de no ser maltratados.
¿Qué hacer? ¿Qué actitudes podemos tomar frente a la catástrofe social que representa el bullying? ¿Cómo proteger a nuestros hijos? Es importante que, dependiendo del rol que tengamos (seamos padres, instituciones, educadores o espectadores), puedas seguir estas instrucciones a modo de prevenirlo.
Prevenir el bullying
En primer lugar, es fundamental explicar. Psico-educar sobre lo que es el bullying hará que muchos que desconocen del tema puedan comprenderlo mejor. Hay que enseñar que el daño que causa, tanto en las víctimas como en los agresores, tiene alcance no solo en la etapa en la que suele darse, sino también mucho tiempo después.
En segundo lugar, modela tus relaciones, sé un adulto dueño de lo que sientes y de la forma en la que reaccionas. Recuerda que tus hijos siempre te observan y de forma inconsciente te imitarán, por eso es tan importante el modo en el que te relacionas con los demás, porque de esta misma manera lo harán tus hijos con sus pares.
Estemos atentos a nuestra forma de reaccionar, de hablar y expresar lo que sentimos.
En tercer lugar, conéctate de manera intencional con tus hijos. Acércate e interiorízate sobre lo que viven, interésate por su grupo de pares, por lo que experimentan a diario, supervisa sus redes sociales; intervenir siempre es más saludable que reparar el daño ya ocasionado en ellos.
Anima a tus hijos a proteger su corazón e intervenir de manera pacifíca por los que están siendo víctimas de agresiones.
Entrena a tus hijos para que sean responsables de sus propios pensamientos, sentimientos y acciones y enséñales que pueden comunicarse de manera asertiva, sin temor, identificando las cosas que pueden dañarlos.
Jesús soportó todo tipo de abusos, traiciones y burlas; sin embargo, su actitud era diferente. Por donde Él pasaba había salud, esperanza, paz y amor. Qué lindo es enseñar a la próxima generación estas virtudes que tenía Jesús, el poder amar y aceptar a los que actúan diferente, el tomarnos el tiempo de enseñar a nuestros hijos a ser humildes y espectadores protectores de todos aquellos que sufren de bullying, como dice en Proverbios 3:4: “El Señor se burla de los burlones, pero muestra su favor a los humildes”.
¡¡Nos vemos la próxima!!