El argentino Juan José Paillalef cuenta cómo es hablar de Cristo a las personas que viajan desde México en condiciones precarias en busca de nuevas vidas.
El misionero se estableció en el país hace cinco meses, pero aclara que hace dos años atrás, cuando visitó la nación por primera vez, conoció a la organización que predica de Jesús a los migrantes que viajan en tren por México. Él afirma “el propósito de predicar a Cristo fue a través de la compasión”.
Juan José Paillalef, mejor conocido como Juanjo, detalla sobre el ministerio Amigos del Tren que a través de ellos “pude ver la realidad de miles de historias de migrantes que pasan por la ciudad mexicana de Irapuato, donde estamos sirviendo a cada uno de ellos”. El argentino explica que luego de esa primera impresión Dios le mostró la misión de él allí.
Amigos del Tren cuenta que es una organización cristiana que predica la Palabra de Dios en las vías del tren llamado «La Bestia», el transporte que se toman las personas que huyen hacia las fronteras con Estados Unidos. “Es escuchar las historias de cada uno y orar por ellos, abrazarlos mientras en el camino nadie quiere hacerlo, sentarnos a su lado y compartir un café, lavándole los pies a personas que caminan más de un mes para pasar por acá y luego siguen caminando”, expresa Juanjo.
Él detalla que a los viajantes les ofrecen una caja con medias, ropa interior, papel higiénico, cepillo de dientes, champú, crema de cacao para los labios, y destaca “lo más importante, el nuevo testamento”. Además, él describe “hoy soy parte sirviendo, amando y protegiendo, la tarea que realizamos es poder devolverle la dignidad a cada uno de ellos, les entregamos alimentos, refrescos y un kit de viaje”.
Juanjo cuenta que Amigos del Tren tiene como propósito “apoyar a migrantes Centroamericanos en su valiente recorrido por México en el tren”. Ellos se reúnen debajo del puente en el cual pasa el transporte, se juntan de lunes a viernes, después de las 6.00 de la tarde, y los sábados realizan visitas a centros de rehabilitación de personas que están siendo tratadas por la adicción a las drogas.
“TAMBIÉN SACAMOS DE LAS VÍAS A LAS PERSONAS QUE TIENEN PROBLEMAS DE ADICCIÓN Y LOS ACOMPAÑAMOS A CENTROS DE REHABILITACIÓN”
Juan José Paillalef, integrante de Amigos del Tren
El argentino cuenta que cada día conocen nuevas historias de vida y atienden a las personas desde la ayuda física, emocional y espiritual. “Un día llegamos a las vías del tren e inmediatamente se me acerca una persona y me muestra sus manos”, recuerda Juanjo y describe “su nombre es Francisco, había estado en la frontera de EE. UU con otros migrantes, y en la noche, mientras dormía, alguien les arrojó un líquido con fuego”.
Juanjo detalla que Francisco les contó que también se quemaron sus pertenecías y especifica “el señor nos contó que luego de que intentó sacarse la boina de su cabeza, comenzó a derretirse por el fuego y le quemó sus dos manos”. Además, agrega “al intentar regresar a su casa para realizarse las curaciones pasó por varios centros de auxilio y no quisieron atenderlo”.
El misionero cuenta que Francisco ya los conocía de una vez que viajó en el tren y habló con Amigos del tren, por eso decidió buscarlos otra vez y les aclaró “son mi única esperanza”. Juanjo destaca “podía ver sus manos inflamadas y al tocarlas estaban calientes por la infección que tenía; aunque no soy enfermero, comencé con las curaciones y a pedirle ayuda a Dios, estaba dispuesto a hacer lo que sea necesario pero que Él haga el milagro completo”.
Juanjo cuenta que luego de atenderlo entre varios compañeros, durante dos horas, Francisco les dijo que ya no tenía dolor y sentía un gran alivio. “Dios se glorificó en él y lo vimos sano. Por último, le pagamos el pasaje de regreso a su casa y Francisco se fue feliz”, afirma el misionero.
“UN PROYECTO EN CRISTO ES PODER PISAR LA NACIÓN DE NEPAL DONDE TAMBIÉN DIOS HA PUESTO EL DESEO DE PODER IR”
Juan José Paillalef, integrante de Amigos del Tren
El argentino recuerda Mateo 9:36 y afirma “Jesús tuvo compasión y eso es tan importante en nuestro hablar, abrazar o escuchar”, por lo que afirma que continuará con esta misión por un tiempo más. Además, especifica “el desafío que hay en esta nación es poder mostrar a Jesús en medio de tanta maldad”.
Juanjo detalla que Irapuato es una de las ciudades más peligrosas del mundo, “nosotros lo podemos ver en las vías del tren, ya que hemos visto a personas que quieren secuestrar para trata a mujeres, niños y cada migrante que pasa por acá”. En consecuencia, él aclara que, como dice Mateo 24:12-14, en medio de tanta maldad él junto Amigos del Tren continuarán con la expansión del mensaje de Cristo.